El año 2020 ha sido un trecho duro y doloroso, de consecuencias duraderas pero no invencibles. La lucha popular de las y los trabajadores ha demostrado la fuerza de la resistencia y los pasos de avance a nuevas escalas de la unidad del pueblo.
2021 nos pone un nuevo reto: derrotar la contraofensiva ventajista del régimen que ha hecho más agresiva la Pandemia, más profunda la crisis del capitalismo para las grandes mayorías, más arrogante la avaricia y la corrupción de los dueños actuales del poder.
Este año que termina nos enseñó algo más: América Latina está en lucha. Cuba resiste y avanza. Venezuela defiende su proceso transformador. Nicaragua enfrenta con firmeza los intentos desestabilizadores. Bolivia ha derrotado el golpe de Estado y recuperado la democracia.
Colombia no puede ser más el alfil del desacreditado intervencionismo militar de los EEUU en el continente. La soberanía nacional y nuestro derecho a la autodeterminación no están en venta.
Debemos unir todas las resistencias, todas las rebeldías y las alternativas transformadoras para recuperar el camino de la paz, la solución política, el diálogo, el cumplimiento de los Acuerdos y el respeto por la vida.
Unidos alcanzaremos una salida democrática a la crisis nacional, a la desigualdad social, al genocidio político continuado y a la Pandemia.
Dos mil veintiuno debe ser el Año de la Vida y de la Unidad.
Todas y todos podemos aportar a este rumbo de esperanza y construcción.
(*)Comité Central - Partido Comunista Colombiano
Bogotá, 24 de diciembre del 2020