El Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba acompaña hoy al Pueblo y el Gobierno Cubano para conmemorar el Día de La Rebeldía Nacional, recordando que el Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente, el 26 de julio del año 1953, constituyó un punto de partida para la Revolución. Y en palabras de Fidel: “Nos enseñó a convertir los reveses en victorias”.

Por: Oscar H Avellaneda (*)

Cuba era gobernada por el dictador Fulgencio Batista, con el apoyo militar y político del imperialismo norteamericano, luego de haber dado, el 10 de marzo de 1952, un golpe de Estado para derrocar al presidente electo Carlos Prío Socarrás.

Aquel 26 un grupo de jóvenes cubanos, liderados por Fidel, se colocaron a la vanguardia de la lucha contra la tiranía.

La Granjita Siboney fue el punto de partida. Reunidos allí… se organizaron tres grupos, el primero con Fidel al frente atacaría el Cuartel Moncada, el segundo y el tercero al mando de Abel Santamaría y Raúl Castro, tomarían dos edificios contiguos: El Hospital Civil, donde serían atendidos los heridos, y el Palacio de Justicia, desde cuya azotea apoyarían la acción principal.

Cuando estuvieron listos se dio lectura al “Manifiesto del Moncada” redactado por el poeta mártir Raúl Gómez García, y, a continuación, Fidel les hizo la siguiente exhortación:

“Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras… ¡óiganlo bien compañeros!, de todas maneras… el movimiento triunfará. Si vencemos, mañana se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al Pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El Pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la Isla.

“¡Jóvenes del centenario del Apóstol! Como en el 68 y el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertad o muerte!

“Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda es peligroso y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir, den un paso al frente. La consigna es no matar sino por última necesidad” (fin de la cita)

De los 135 revolucionarios, 131 dieron el paso al frente y poco después de las 4:00 de la madrugada salieron hacia Santiago. Los otros cuatro recibieron la orden de regresar a sus puntos de origen.

Al llegar a Santiago los grupos dirigidos por Abel y Raúl lograron sus objetivos: la toma del Hospital y el Palacio de Justicia. El grupo principal, dirigido por Fidel, llegó según lo acordado hasta la Posta número 3, la desarmó y traspasó la garita, pero una patrulla que llegó inesperadamente y un sargento que apareció de improviso por una calle lateral, iniciaron un tiroteo prematuro que alertó a las tropas y permitió que se movilizaran rápidamente. La sorpresa, factor decisivo del éxito, no se había logrado. La lucha se entabló fuera del cuartel y se prologó en un combate de posiciones.

Los revolucionarios se hallaban en total desventaja frente a un enemigo superior en armamento y número de hombres atrincherados dentro de aquella fortaleza… y además no pudieron contar con las mejores armas, porque los ocupantes de los autos donde ellas se movilizaban se extraviaron, en una ciudad que no conocían, antes de llegar al Moncada… Comprendiendo que continuar la lucha en esas condiciones era un suicidio colectivo, Fidel ordenó la retirada. Al tiempo que esto ocurría, 28 revolucionarios asaltaron el Cuartel de Bayamo, operación que no prosperó.

De inmediato la dictadura reaccionó con brutal represión: Batista decretó el Estado de Sitio en Santiago y la suspensión de las garantías constitucionales en todo el país. Clausuró el periódico “Noticias de hoy” órgano del Partido Socialista Popular y aplicó la censura de prensa a la radio y los periódicos de todo el país, creando las condiciones para dar la orden criminal de que asesinaran diez (10) revolucionarios por cada soldado muerto en combate.

Excepto unos pocos combatientes que pudieron escapar ayudados por el Pueblo, casi todos fueron capturados. Solo seis habían muerto en el asalto a los dos cuarteles, pero luego las fuerzas represivas de la dictadura asesinaron a 55 y a dos personas ajenas a los acontecimientos.

A diferencia del trato humanitario dado por los revolucionarios a los militares que cayeron temporalmente en su poder, los asaltantes prisioneros fueron torturados antes de ser ultimados y, después, se les presentó como… “caídos en combate”.

Los crímenes atroces cometidos en aquellos días por el dictador fueron denunciados por Fidel en su alegato de autodefensa, conocido como “La historia me absolverá”. Allí pasó de acusado a acusador y denunció todos los males que aquejaban al Pueblo Cubano.

Sobre el Moncada Fidel afirmó el 26 de julio de 1998: (abro comillas)

“Creemos que hemos cumplido nuestro deber (…) al haber luchado sin tregua ni descanso durante 45 años desde aquel 26 de julio de 1953, manteniéndonos firmes en nuestra trinchera, en nuestros principios, con las mismas ideas que nos inspiraron aquel día”

Y posteriormente puntualizó:

“Si no hubiésemos tenido la convicción de que eran justos nuestros puntos de vista, de que era justa nuestra causa y justo nuestro camino, que el pueblo nos apoyaría y que las dificultades se vencerían, no habríamos emprendido aquella lucha”.

“El programa del Moncada se cumplió y sobre cumplió. Hace rato que vamos en pro de sueños mucho más elevados e inimaginables. Hoy se libran grandes batallas en el campo de las ideas y nos enfrentamos a problemas asociados a la situación mundial, quizás la más crítica que haya vivido la humanidad”

“Deseo asegurarles algo que dije ante el tribunal espurio que me juzgó y condenó por la lucha que iniciamos hace hoy 5 décadas, pero esta vez no seré yo quien lo diga… lo afirma y augura un Pueblo que llevó a cabo una Revolución profunda, trascendente e histórica y supo defenderla: ¡Condenadme, no importa! ¡Los Pueblos dirán la última palabra!”

“Nuestro Pueblo es uno de esos Pueblos que no tembló nunca ante el precio que le obligasen a pagar por su dignidad y por su libertad; un Pueblo que no tembló ni temblará nunca ante el precio que tenga que pagar por su felicidad” (fin de las citas)

Alrededor de la Revolución Cubana gravita una mística revolucionaria que enriquece su capacidad para resistir, amar y soñar, encontrar alternativas y seguir adelante, a pesar de las más difíciles circunstancias…

El Moncada fue un punto de partida, no de llegada… Un “revés militar” que se convirtió en una victoria moral y política, y fue el primer paso para la derrota de la criminal dictadura. Y por ser una de las páginas más importantes de su historia se conmemora en Cuba cada 26 de julio… el Día de La Rebeldía Nacional.

El espíritu del 26 nos debe acompañar en cada momento como factor indispensable para seguir en el camino de la dignidad, derrotar el inhumano bloqueo a Cuba, exigir su retiro de la lista de países auspiciadores del terrorismo, suspender la ocupación e injerencia territorial de los EEUU en Guantánamo donde continúan teniendo una base militar ilegal y llevan personas inocentes del mundo entero para ser torturadas.

Releamos una y otra vez “La Historia me absolverá” para comprender a cabalidad la dimensión de aquellos sucesos y la altura de Fidel como guía, Martiano, revolucionario y Cubano. Hoy desde el MCSC le pedimos a todos los asistentes a este acto que nos acompañen permanentemente a denunciar las terribles consecuencias sociales y económicas que sufre hoy el heroico Pueblo Cubano por la aplicación de más de 292 medidas genocidas que tienen sitiada a Cuba, no permitiendo su desarrollo como Nación libre y soberana.

En estos momentos tampoco podemos callar ante el Genocidio del Pueblo Palestino a manos del sionismo, con la abierta complicidad del brutal imperio del norte, sus esbirros de la extrema derecha a nivel mundial y los medios de comunicación a su servicio. Y decimos con Fidel: “Póngase fin cuanto antes al genocidio del Pueblo Palestino, que tiene lugar ante los ojos atónitos del mundo. Protéjase el derecho elemental a la vida de sus ciudadanos, de sus jóvenes y sus niños. Respétese su derecho a la independencia y a la paz (…)”

A pesar de las medidas que refuerzan el prolongado y criminal bloqueo a Cuba que ha sido rechazado en la ONU en 32 ocasiones, por la inmensa mayoría de países del Mundo, con solo dos votos en contra: los del régimen genocida de Israel y su patrocinador el monstruoso y terrorista imperio de los EEUU de América. Tenemos la certeza que el heroico Pueblo Cubano continuará, paso a paso, construyendo un Socialismo cada día más próspero, porque no olvidamos que… ¡Incluso en aquellos momentos cuando el triunfo parece más difícil y lejano… las derrotas se convierten en victorias cuando están de nuestro lado la verdad, la dignidad y la justicia!

“Siempre es 26” no es un eslogan, es una forma de resistir, pensar y amar a Cuba desde la raíz.

El 26 de julio es Revolución viva, ética y cubana.

¡Cuba está firme! ¡La lucha no ha cesado!

¡El 26 de julio es y será siempre compromiso y confianza en la victoria!

¡CUBA NO ESTÁ SOLA! ¡COLOMBIA Y LOS PUEBLOS DEL MUNDO ESTÁN CON ELLA!

¡VIVA CUBA SOCIALISTA!

¡VIVA EL 26 DE JULIO DÍA DE LA REBELDÍA NACIONAL!

(*) Miembro del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba

Pin It on Pinterest