Hugo Rafael Chávez Frías cumpliría 71 años hoy 28 de julio. Pocas veces el Pueblo Cubano había sentido tanto amor hacia un líder extranjero como sucedió con Hugo Chávez… afecto que se despertó cuando expresó la frase “por ahora” en el año 1992. Luego vendría la prisión que lo hizo madurar como revolucionario, la visita a Cuba y el encuentro con Fidel.

Por: Oscar H. Avellaneda (*)

Para el líder de la Revolución cubana, Chávez fue “un verdadero revolucionario, pensador profundo, sincero, valiente e incansable trabajador” y lo describió como “el mejor amigo que haya tenido el Pueblo Cubano”.

La relación entre ambos líderes se caracterizó por una conexión profunda y sin precedentes, marcada por la empatía, la solidaridad y la colaboración en momentos claves de la historia latinoamericana. Los dos coincidieron en la forma de ver los procesos políticos y económicos latinoamericanos y mundiales, así como la identificación de la necesidad de Unidad y cooperación entre los Pueblos.

Millones son los cubanos que de una forma u otra han estado ligados a la relación amistosa entre Cuba y Venezuela con la cooperación en salud, deporte, cultura, educación, ahorro energético y agricultura.

La primera vez que Chávez tocó suelo cubano fue el 13 de diciembre de 1994, pocos meses después de salir de prisión, cumpliendo con una invitación académica hecha por el Historiador Cubano Eusebio Leal. La emoción de esa llegada quedó registrada por numerosos medios de prensa cuando, para su sorpresa, Fidel lo recibió al pie de la escalerilla del avión.

Al día siguiente, Chávez impartió una conferencia en la Universidad de La Habana, donde expresó con fervor sus ideas y planes de cambio para Venezuela. Sobre aquel viaje dijo: “Fue mi primera visita física a Cuba, ya que, en sueños, los jóvenes latinoamericanos hemos venido muchas veces”.

Su amistad entrañable propició el nacimiento de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, y con el ALBA, la esperanza, la cooperación regional, la lucha por convicciones e ideales que defienden un mundo más justo, así como lo soñaron José Martí y Simón Bolívar.

El líder cubano afirmó: “En Chávez reencarnaron las ideas de Bolívar (…)” y le expresó a Ignacio Ramonet en el libro Cien horas con Fidel: “…tú estás mirando a Chávez y estás mirando a un autóctono hijo de Venezuela, el hijo de esa Venezuela que fue mezcla de razas con todos los nobles rasgos y un talento excepcional. […] descubrimos a un hombre culto, inteligente, muy progresista, un auténtico bolivariano”.

Chávez nació en una familia humilde. Aprendió a leer y a escribir de su abuela Rosa Inés Chávez, quien vivía en una casa con paredes destartaladas de bareque y techo de palma. En 1960 comenzó sus estudios primarios. Al no tener calzado, no le permitieron entrar el primer día de clases. “Llevaba unas alpargatitas viejas, las únicas que tenía. La abuela lloraba porque no le alcanzaban los dineros para comprarle zapatos”. Así lo escucharon de los labios de Joaquina Frías, tía de Chávez, los autores del libro “Chávez Nuestro”, los periodistas Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez.

El 8 de agosto de 1971 ingresó en la Academia Militar de Venezuela y con una alta calificación, en julio de 1975, se graduó como subteniente de Artillería.

En 1982, era capitán y en una arenga frente a sus compañeros militares, hizo suyas las palabras de Martí: “Bolívar tiene que hacer en América todavía”, expresando: “Pero así está Bolívar en el cielo de América vigilante y ceñudo, sentado aún en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies; así está él, calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hoy”.

Con los ideales del Libertador como bandera, fundó el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, en honor al Bicentenario del Natalicio del Libertador.

El 6 de diciembre de 1998, fue elegido por primera vez Presidente de Venezuela liderando el Movimiento V República con el apoyo de varios partidos de izquierda, iniciando una era de grandes transformaciones sociales y políticas, potenciadas por numerosas leyes de interés popular. La oposición externa y la interna, encabezada y apoyada por el imperialismo norteamericano, que, con el apoyo de los medios de comunicación a su servicio, emprendieron una férrea campaña en varios frentes incluyendo el económico para desestabilizar el país.

En Venezuela se sucedieron numerosas batallas en las urnas donde se consolidó el apoyo popular al presidente Chávez, quien implementó programas sociales que beneficiaron a los sectores más desfavorecidos de la sociedad venezolana, proporcionando acceso a la educación, la salud, la vivienda y otros servicios básicos.

Por un acuerdo de Venezuela y Cuba, el 14 de diciembre de 2004 se fundó la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP. Luego se fueron adhiriendo otros países latinoamericanos y caribeños en una asociación estratégica.

¡Chávez, como Fidel, viven en el corazón de los Pueblos!

(*) Miembro del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba

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