Ocurrió en el Líbano. Fue perpetrada por la Falange Libanesa (milicia Cristiana fascista) bajo el control político y militar de “Israel”. Entraron a matar a todo el que se movía desde el 16 de septiembre hasta el 18 de septiembre de 1982, poniendo en fila a niños y hombres, fusilándolos en masa. A las mujeres Palestinas las violaban y luego las fusilaban. Más de 3.500 civiles desarmados fueron asesinados en Sabra y Chatila, campos de refugiados Palestinos contiguos, ubicados al suroeste de la ciudad de Beirut.
Por: Oscar H Avellaneda (*)
El ejército sionista estaba a cargo de la vigilancia de los campos de refugiados Palestinos de Beirut, luego de haber invadido el Líbano el 6 de junio de 1982 y su comandante era Ariel Sharon, quién luego se convertiría en el flamante primer ministro de “Israel”.
Los campamentos Palestinos fueron rodeados por el ejército de “Israel” impidiendo que nadie saliera. Los sionistas usaron a los cristianos libaneses como mercenarios, promoviendo su odio con mentiras, inventándose que el líder falangista, Bashir Geyamel, había sido asesinado por palestinos. Deseosos de sangre y venganza, y con la protección sionista, 1.500 falangistas se dirigieron a los campos de refugiados montados en Jeeps y con ametralladoras proporcionadas por “Israel”.
La brutalidad de los criminales quedó reflejada en una comunicación de radio donde un falangista preguntaba qué hacer con 50 mujeres y niños Palestinos que habían sido apresados… y la respuesta del general falangista Elie Hobeika fue: “Esta es la última vez que me vas a hacer una pregunta así; sabes exactamente qué hacer”.
En el periódico del ejército sionista, Bamahane, se filtró que un falangista antes de entrar al campo, le preguntó a un oficial de “Israel”: “La cuestión que nos estamos planteando es: ¿cómo empezar? ¿violando o matando?”.
Los palestinos fueron asesinados mientras los sionistas disfrutaban de la masacre observando desde las posiciones de asedio alrededor de los campos de refugiados.
..Y las masacres continúan: Según la UNICEF “más de 200 niños murieron en el Líbano” durante el año 2024 a causa de los bombardeos de “Israel”
Contexto histórico:
Con la creación del Estado de “Israel” en 1948, unos 110.000 palestinos fueron expulsados de sus viviendas y sus tierras, y en su mayoría se refugiaron en el Líbano.
Durante la década de los setenta, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) estableció su sede en el Líbano y se hizo responsable de unos 340.000 palestinos. Proporcionó servicios sociales e infraestructuras básicas y construyó instituciones en varios dominios (económico, cultural, social y político). Al mismo tiempo, Yasser Arafat, su líder histórico, desarrolló un aparato militar para liderar la lucha armada contra “Israel”. Miles de combatientes Palestinos (fedayines ) fueron entrenados en los campos de refugiados que estaban bajo el control exclusivo de la policía militar Palestina, según un acuerdo firmado entre Arafat y el jefe del ejército libanés en 1969. En ese contexto, los campos de refugiados se convirtieron en símbolos de la Resistencia Palestina.
En 1975, estalló una guerra civil en el Líbano con dos bandos: los “cristianos fascistas” y los “islámicos progresistas”. En 1976, las fuerzas armadas Sirias participaron en la guerra civil, invadiendo el Líbano y fortaleciendo primero un bando y luego el otro. El apoyo de “Israel” a los cristianos fascistas se estableció casi al mismo tiempo. Desde entonces “Israel” interfirió en territorio libanés dirigiendo operaciones militares contra los palestinos, en total contradicción con el Derecho Internacional.
A mediados de agosto de 1982 se llegó a un acuerdo sobre el principio de la evacuación de los combatientes palestinos y los funcionarios de la OLP, bajo la supervisión de una fuerza multinacional formada por tropas italianas, francesas y estadounidenses, programada para permanecer durante treinta días a partir de su llegada. También se suponía que se garantizaría la seguridad de los civiles que permanecerían en los campamentos de refugiados tras la salida de la OLP.
La evacuación se llevó a cabo del 21 de agosto al 1° de septiembre de 1982 y fue seguida por la retirada de la fuerza multinacional, que se produjo antes de lo previsto.
El 16 de septiembre los falangistas entraron Sabra y Chatila, y como lo prueban numerosas fuentes, su entrada fue coordinada y autorizada por el ejército sionista autodenominado “Fuerzas de Defensa de Israel” (FDI).
La matanza comenzó inmediatamente después de la entrada de los falangistas, según los testimonios de unos pocos sobrevivientes. La electricidad había sido cortada desde el final de la tarde, pero los campamentos estaban bien iluminados gracias a las bengalas lanzadas por las FDI. Los milicianos entraron en las casas, dispararon a la gente, les descuartizaron con cuchillos y hachas…y violaron a mujeres y niñas.
En la mañana del viernes 17 nuevas unidades falangistas cristianas entraron en los campamentos. La matanza se prolongó durante todo el día, con ejecuciones sumarias, demolición de viviendas y el robo de bienes personales como dinero o joyas.
Temprano en la mañana del sábado 18, los cristianos falangistas ordenaron a los pocos habitantes que quedaban en los campamentos, por altavoz, “que se rindieran”. Los reunieron y separaron a los libaneses de los palestinos, a los hombres de las mujeres, ejecutaron a muchos y llevaron a la mayoría de los hombres al estadio de la Ciudad Deportiva, donde oficiales de las FDI y falangistas los torturaron e interrogaron. Mientras tanto, un grupo de milicianos se dirigió al hospital de Gaza, exigió al equipo médico extranjero que abandonara el edificio y asesinó al personal de salud árabe.
Aproximadamente a las 10 de la mañana los asesinos abandonaron los campamentos de Sabra y Chatila, con total impunidad y al día siguiente, el domingo 19, el ejército libanés tomó el control en los campamentos. Había cadáveres en las calles abandonados bajo las ruinas o enterrados en fosas comunes.
Testigos vieron a muchos habitantes amontonados en camiones y conducidos fuera de los campamentos con destino desconocido. Nadie sabe qué fue de ellos. Son los desaparecidos de la masacre de Sabra y Chatila.
No se informó el número de heridos, pero los casos de mutilación fueron numerosos.
Algunos de los muertos eran Libaneses que compartían sus vidas con un hombre o una mujer Palestinos. Según la Media Luna Roja Palestina y las autoridades libanesas, también se contabilizaron algunos trabajadores extranjeros entre las víctimas. De hecho, los sirios, pakistaníes, iraquíes o egipcios que trabajan en el Líbano como trabajadores no cualificados y subempleados a menudo vivían en campos de refugiados, donde el costo de vida era más bajo.
La violencia infligida a los cuerpos humanos, presenciada por algunos periodistas contribuyó a distinguir la masacre de Sabra y Chatila de otras masacres perpetradas durante la guerra civil. Este tipo de salvajismo y el hecho de que las víctimas fueran civiles contribuyeron a que se considere un acontecimiento impactante en la genealogía de la violencia política en el Líbano y en la memoria de la Humanidad.
En 2004, un documental alemán titulado Massaker (producido por Monika Borgmann, Lokman Slim y Hermann Theissen), dio la palabra a los verdugos: Seis falangistas, que permanecieron en el anonimato, relataron cómo asesinaron civiles en Sabra y Chatila, pero también cómo fueron entrenados por las “Fuerzas de Defensa de Israel” durante toda la guerra civil y cómo estaban bajo sus órdenes cuando perpetraron la masacre.
El 25 de septiembre de 1982, unas 400.000 personas en “Israel” se manifestaron contra la masacre perpetrada con el apoyo de su gobierno, gritando “Begin es un asesino” y Zeev Shiff, el corresponsal militar del periódico Haaretz, acusó al gobierno de Begin de mentir:
“No es cierto que estas atrocidades llegaran a nuestra atención sólo el sábado por la tarde después que los corresponsales extranjeros hubieran presentado informes sobre ellas desde Beirut (…). Yo mismo me enteré de la masacre en los campos el viernes por la mañana e inmediatamente informé a un alto funcionario. Esto significa que la matanza comenzó el jueves por la noche, y que todo lo que supe el viernes por la mañana seguramente ya era conocido por otras personas cuando llegó a mis oídos” ( Publicado en el Journal of Palestine Studies, invierno de 1983:175). Y denunció: «No es cierto que los falangistas se infiltraran en los campos sin nuestro conocimiento»
Como acertadamente señaló Fidel en el año 1983:
“Jamás la causa palestina pareció más justa que en el contraste con la brutalidad repulsiva de sus adversarios. La Humanidad no olvidará ni el heroísmo de los agredidos ni la barbarie de los agresores. Es dramático que el Pueblo hebreo, que suscitó compasión y simpatías universales cuando Hitler amenazó con su exterminio, haya sido conducido por el sionismo a comprometerse en este insano genocidio”.
La lucha para derrotar al sionismo y el imperialismo, y construir el Socialismo, es la mayor urgencia de la Humanidad. Es necesario no solo detener el Genocidio del Pueblo Palestino, sino enfrentar la Tercera guerra mundial imperialista y detener el Cambio Climático evitando la extinción de la especie humana.
“Israel” Junto con el imperialismo norteamericano han superado a los nazi-fascistas en sus actos de barbarie. Son hoy el principal enemigo de la humanidad y deben desaparecer de la faz de la Tierra.
¡Viva la heroica resistencia del Pueblo Palestino!
¡Los Pueblos del mundo que detuvieron el nazi-fascismo en Europa y el apartheid en Suráfrica detendrán y acabarán con el Sionismo y el imperialismo norteamericano!
Foto: Inés Gil / Hans Lucas
¡Viva Palestina libre!
(*) Miembro del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba