Hoy domingo, en el Camellón de Santa Marta, el presidente Gustavo Petro reconocerá la responsabilidad del Estado colombiano en el genocidio contra la Unión Patriótica. Al evento asistirán 1.200 víctimas y familiares. Así avanzan los preparativos del componente cultural y simbólico del acto, que marca un hito histórico en materia de justicia, reparación y garantías de no repetición.

Por Fernando Cortés

Santa Marta

Al caer la tarde del 9 de noviembre, Santa Marta será testigo de un acto histórico. En el Camellón de la ciudad, el presidente Gustavo Petro reconocerá públicamente la responsabilidad del Estado colombiano en el genocidio contra la Unión Patriótica (UP), ocurrido entre 1984 y 2002. Hay un componente cultural del evento que será coordinado por una mujer que ha hecho del arte una forma de reparación y memoria: Gina Jaimes Abril, artista, gestora cultural y defensora de derechos humanos, líder del Equipo de Territorio y Paz del Ministerio de las Culturas.

Se trata de un gran ensamble musical de 40 artistas entre músicos, compositores y cantantes que también son parte de la Unión Patriótica. Tres agrupaciones —una del Cauca, una de Antioquia y una de los Llanos Orientales— se unirán con intérpretes locales del Caribe.

Se espera que al encuentro asistan 1.200 víctimas, familiares y sobrevivientes provenientes de las regiones de Colombia. Durante dos días, Santa Marta será el epicentro de la memoria, un espacio para la dignificación de quienes fueron silenciados por la violencia política. Jaimes resalta: “El presidente Gustavo Petro solicitó que se hiciera en la agenda paralela a la cumbre CELAC-UE, porque quiere que este acto esté en los ojos del mundo”.

Jaime Pardo Leal como candidato presidencial por la UP para las elecciones de 1986.

Comentó que la agenda musical es una creación colectiva, en la que confluyen artistas de paz y memoria, quienes interpretarán cuatro canciones emblemáticas, así como el estribillo característico de la Unión Patriótica: “Tenemos un director musical que se encargó de hacer arreglos musicales con músicas representativas y en lo que se integran estos instrumentos en canciones tan conocidas (…) que las vuelve muy de nosotros y de Colombia, buscando dejar un mensaje y una sensibilidad de esperanza”.

Gina Jaimes manifiesta que este acto no sea solo institucional, sino reconocido socialmente, con el fin de preservar la memoria: “Eso sí sucedió y fueron más de 6.900 personas asesinadas y desaparecidas por acción y omisión del Estado”. En este sentido, resaltó la importancia de que el Estado colombiano “reconozca que hace 40 años sucedió un genocidio de un partido político al que intentaron desaparecer. Un partido que está vivo, vigente y que sigue pensando en la posibilidad de que estemos juntas y juntos desde la diversidad en un mismo país”.

El 9 de noviembre, cuando el sol se oculte detrás de la Sierra Nevada y las músicas comiencen a sonar, Santa Marta será mucho más que un escenario. Será un altar de memoria. Un país que fue víctima de su propio olvido mirará de frente su pasado, esta vez con instrumentos, arte y expresión, en lugar de las armas que lo desangraron en el pasado.
​Fotos: Semanario Voz
Con información Presidencia de la República

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