El director de Prosperidad Social habló para el programa de televisión ‘Entrevistas con Alma de País’, de la Presidencia de la República. Reveló detalles del cambio cualitativo de la entidad en este gobierno, de los logros para poblaciones vulnerables y de las metas. A continuación, un fragmento.

Entre-Vistas con Alma de País: Mauricio Rodríguez Amaya, Director de Prosperidad Social

Por Fernando Millán

¿Cuál es la prosperidad que le ha traído el gobierno del presidente Gustavo Petro a los sectores más vulnerables del país?

La clave fundamental ha sido poner la política hacia allá, fortalecer al campesinado, impulsar la reforma agraria, entregar tierras, desarrollar la economía popular, darle garantías a la pequeña economía de las ciudades de Colombia, incrementar la capacidad de acceso a la educación, implementar programas de ciencia, de tecnología, desarrollar programas orientados a la transición energética y poner en el centro a las familias más necesitadas.

¿Cuál es la diferencia entre lo que se hace hoy en Prosperidad, en este gobierno, y lo que se hacía antes?

El salto cualitativo más importante que tiene Prosperidad Social es que logró salir de ser sencillamente un girador de transferencias a convertirse en una entidad para la inclusión productiva. La inclusión productiva tiene que ver con el impulso de la economía local, con la asociatividad solidaria, con el desarrollo de proyectos locales o de proyectos comunitarios que permitan que las mismas comunidades puedan incrementar esa productividad. La inclusión productiva para la paz es el salto cualitativo de Prosperidad Social en estos años.

¿Qué significa que los mayores en condición de pobreza extrema pasen de recibir 80 mil pesos mensuales a 230 mil pesos? ¿Eso cómo se ve en la vida real?

En la vida real lo que significa es que una persona en una condición de máxima pobreza, sin condiciones para la comida, tenga mejores posibilidades. Este año, 3 millones de abuelos y abuelas, muchos de ellos que estuvieron en lista de espera durante muchísimos años, van a empezar a recibir el bono pensional de 230 mil pesos. ¿En qué se traduce eso? En ayudar a pagar servicios, en tener mejores condiciones para tener un mejor mercado, en poderle pagar deudas incluso a la tienda. Todavía es insuficiente, pero si se mira desde la dignificación de la vida de esas personas, pues obviamente es un salto cualitativo muy importante.

Están los viejos, están las viejas y están los jóvenes, que es un punto también clave y determinante en este cambio de la sociedad. ¿Cómo se conecta la prosperidad con los jóvenes?

El más sonado es el programa Renta Joven, de transferencias condicionadas a jóvenes que están en el mundo universitario, en el SENA y en condición de pobreza, de pobreza extrema. Esos recursos les ayudan a solventar las condiciones para estudiar, para la alimentación. También trabajamos en incrementar su capacidad productiva y asociativa desde los centros universitarios. Hemos lanzado la estrategia “Trayectorias de vida” para fortalecer el trabajo de organización de los jóvenes. Con el Ministerio de Igualdad, en el programa “Jóvenes en Paz”, logramos llegar a más de 20 mil jóvenes con una transferencia monetaria, condicionada para que se integren al desarrollo en cada una de sus regiones. Hoy los jóvenes son un aliado fundamental de Prosperidad Social y del Gobierno del Cambio.

¿Cuáles son las historias que han marcado lo que significa para la comunidad el trabajo que hace el Gobierno por ellos?

Hay muchísimas historias. Yo creo que el principal aprendizaje nuestro como dirigente del gobierno, es que cuando la gente se organiza, cuando le damos las herramientas para que tenga mejores condiciones para organizarse, la misma gente encuentra la ruta de su prosperidad, de su destino.

Un programa que se llama “Alimentos para la Vida”, que tiene que ver con la inseguridad alimentaria que hay en algunos territorios. ¿Qué se hace para que la gente tenga acceso a los alimentos?

Es una alianza que hicimos con el Ministerio de Agricultura, que le compra productos de excedentes a los campesinos. Por ejemplo, ahora estuvimos en una producción excedentaria de papa. El Ministerio compró más de 8 mil toneladas y nosotros ayudamos a distribuir más de 4 mil toneladas. ”Alimentos para la Vida” se convierte en una línea de trabajo del Gobierno Nacional que tiene que ver con comprarle al productor, llevarlo a los centros de acopio, a las plazas de mercado y entregarlo a la familia más necesitada.

¿Cómo opera esa conexión con las plazas de mercado en el caso de lo que hacen ustedes?

Una política seria de soberanía alimentaria tiene que ayudar en la producción, la distribución y el consumo. Y ahí aparece la plaza de mercado. Hemos promovido la asociatividad cooperativa de las plazas de mercado para que le compren a asociaciones de campesinos. De esa manera se abaratan los costos de la intermediación de los alimentos en Colombia, que es muy alta. Si se reduce esa intermediación, mejora el precio con el que llega al consumidor final. Y esto es soberanía alimentaria.

¿Cómo es la visión de economía popular a la luz de lo que hace la prosperidad social?

La economía popular, en mis cuentas, representa más del 38% del Producto Interno Bruto. Lo que pasa es que cuando uno lo mira como algo pequeño, algo débil, fragmentado, no alcanza a ver su potencia. Por eso fue tan importante que el presidente Petro pusiera los ojos en la economía popular y dijera que esas clases populares emergentes que viven de su trabajo son el foco de nuestra política de desarrollo y de inclusión productiva. Y ahí hemos cumplido una tarea fundamental, sobre todo en tres aspectos: la asociatividad, el impulso del crédito a través del Banco Agrario y darles herramientas técnicas y tecnológicas para el desarrollo de sus procesos productivos.

Quedan ocho meses de gobierno, ¿cuáles son las metas o las expectativas de la labor de Prosperidad Social?

La principal tarea que nosotros tenemos es ganar en la argumentación, la necesidad de que Colombia tenga una política social que no se base en la transferencia o en el subsidio, sino en la inclusión productiva. Es pasar del subsidio al derecho, generar inclusión productiva, generar empleo, generar asociación, cooperativismo. Ese salto cualitativo es indispensable en Colombia. Una cosa es reducir la pobreza a través de transferencias, pero otra cosa es reducir la desigualdad a través de oportunidades.La tarea que tenemos es generar oportunidades y ahí vamos a poner todo el énfasis en lo que nos queda de gobierno.

¿Qué es lo que lo hace que cada día se levante temprano, que viaje todo el tiempo, que le ponga empeño y sacrificio?

Lo primero, el equipo humano de Prosperidad: dispuesto, empático, solidario, que quiere sacar adelante esta tarea del gobierno. Y lo segundo, obviamente, el lugar que tiene Prosperidad en la política del Gobierno Nacional: 2 millones 600 mil personas salieron de la pobreza y eso es un trabajo de integración, de esfuerzos de todo el Gobierno.
Con información Presidencia de la República

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