El presidente Gustavo Petro lideró  en Chicoral (Tolima) la firma del ‘Pacto por la Tierra y la Vida’, un acuerdo con las comunidades campesinas, indígenas y negras en relación con la construcción colectiva del plan decenal de la Reforma Agraria.

El encuentro, que contó con un aforo de más de 5​.000 personas, provenientes de los departamentos de Tolima, Arauca y Chocó, y con la presencia de buena parte del gabinete, culminó con la firma de este nuevo pacto.

Entre los ministros asistieron los jefes de las carteras de Trabajo, Ambiente, Educación, Agricultura, Cultura, Justicia, Ciencia, Minas y Transporte, además de las directoras del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, el ICBF y de la SAE, entre otros funcionarios del Gobierno y congresistas de la República.

El presidente Petro hizo alusión histórica del otro pacto que en 1972 se firmó en ese mismo corregimiento del municipio de Espinal (Tolima), entre el entonces presidente Misael Pastrana y terratenientes de la región, para frenar los proyectos de reforma agraria, impulsados por gobiernos anteriores.

“Enterraron la Reforma Agraria un 9 de enero de 1972 (…) el campesinado de ​todo Córdoba, Sucre y otras partes se tomaba la tierra, demandando una reforma agraria, y salieron en marcha, por decenas de miles: solo de Sucre y de Córdoba salieron 100 mil campesinos hacia Bogotá, y llenaron la plaza de Bolívar como nunca antes, y le dijeron al gobierno de entonces: el gobierno de Misael Pastrana Borrero, que el campesinado sin tierra, los usuarios de la reforma agraria a nivel nacional demandaban tierra para el que la trabaja, y Misael Pastrana Borrero no escuchó”, explicó.

Voces de las comunidades

​Participaron este sábado en el encuentro de Chicoral varios líderes de las comunidades afro, campesinas e indígenas, cuyos voceros leyeron el acuerdo, posteriormente firmado.

Bárbara Machado, representante de las comunidades negras, inició la lectura con el recuento de lo que fue el Pacto de Chicoral de hace 53 años, “sinónimo de violencia, exclusión, estigmatización y muerte, acordado el 9 de enero de 1972, (que) representó el fin de los esfuerzos por adelantar una reforma agraria como política estatal”.

Anury Martínez, representante de las comunidades campesinas, describió los puntos del nuevo acuerdo, entre los cuales están: “Primero: redistribución equitativa de la tierra, de los activos productivos y recuperación de los territorios expoliados. Dos: justicia agraria, restitución y reparación de deudas históricas con las comunidades y pueblos. Tres: restitución, recuperación y protección de suelos rurales con actividad de cuerpos de agua y ecosistemas. Cuatro: representación, autonomía e inclusión efectiva de las comunidades y pueblos en la política pública”.

En representación de las comunidades indígenas, Hermison Vega, concluyó la lectura de la última parte del pacto: “El éxito de la Reforma Agraria y el plan decenal (…) depende de la colaboración activa de todos los sectores sociales. Invitamos a todos los campesinos, pueblos indígenas, comunidades negras y otros trabajadores rurales, funcionarios estatales comprometidos con la reforma agraria y la sociedad en general a unirse, a movilizarse”.

Ese mismo llamado a la movilización popular por la Reforma Agraria y las reformas sociales impulsadas por el Gobierno, también lo realizó el presidente Petro durante la jornada.
Con información Presidencia de la República

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