Agricultores recogiendo plantación de Café. Foto Suraphat Nuea / Pexels

La agricultura se consolida como el cuarto sector generador de valor agregado dentro de la economía y, dentro de esta, el café aporta gran parte de este crecimiento. Buen despegue en el primer trimestre

Por Carlos Fernández

Puede decirse que ya es tiempo de medir el impacto de las medidas gubernamentales sobre la evolución de la estructura económica y empezar a determinar en qué medida el cambio prometido se ha ido concretando. Esta tarea no es fácil por cuanto la ejecución de la política no es homogénea, dada la inflexibilidad de la institucionalidad económica y social para adoptar los nuevos criterios y medidas propuestos por un gobierno de signo político diferente a los que se han tenido hasta ahora.

La profundidad del conflicto social y de clase representa un obstáculo de grado mayor para la ejecución de la política, ya que dicho conflicto, cuando llega a resolverse, lo hace en función del peso entre las distintas fuerzas en liza por la apropiación de la riqueza y del producto de la actividad económica.

la estrella del crecimiento

Aunque todavía modesto, el crecimiento de 2,7% del Producto Interno Bruto, PIB, durante el primer trimestre de 2025 muestra un comportamiento aceptable de la actividad económica, dados el entorno económico internacional y las tensiones internas en el manejo de la política económica, expresadas en la gran confrontación política que ha acompañado la discusión de las reformas económicas presentadas por el Gobierno nacional.

El sector agropecuario fue la estrella de la actividad económica en el primer trimestre de 2025. Con un crecimiento de su producto del 5,9% respecto al primer trimestre de 2024, el campo muestra un proceso continuo de mejoramiento que, por otro lado, no se compadece con lo precario de la situación de su fuerza de trabajo.

El mayor responsable de este crecimiento es el cultivo del café. La variación de 28,8% de su valor agregado está mostrando una dinámica en la que se aprovechan los altos precios internacionales y se eleva el volumen de las exportaciones. Estas crecen un 104,5% en cantidad y 30,7% en valor. Por su parte, la ganadería da muestras de un empuje importante de su actividad, al mostrar un crecimiento de 8,1% entre los dos períodos mencionados, siguiendo una tendencia iniciada en 2024.

Dentro de las actividades del sector primario, cabe destacar también el desempeño de sectores como el de la actividad pesquera y la acuicultura, que se incrementó en un 18,2%. El manejo de bosques y la extracción de madera presenta, por su parte, tuvo un crecimiento de 10,1%, que puede tener una significación negativa en razón de la deforestación que puede implicar.

La industria no despega

Contrasta el desempeño del sector agropecuario con el del sector industrial, que decrece 0,4% entre los dos períodos considerados. A pesar del enunciado del programa gubernamental de fomentar la industrialización del país, esta todavía no arranca; aunque se observa un crecimiento importante en el procesamiento de productos cárnicos, de aceites y grasas vegetales, de productos lácteos y, nuevamente, la industria del café, que creció 13,7% en el primer trimestre de 2025 respecto al mismo período del año anterior.

En cuanto a la extracción de carbón, petróleo crudo y gas natural, su comportamiento fue negativo. La primera decreció 7,4% y la de petróleo y gas descendió 3,8%. La extracción de otros minerales tuvo también un comportamiento negativo. Cabe preguntarse si este desempeño está alineado con la política de transición energética del Gobierno o si es sólo el resultado de los vaivenes del mercado y la producción internacionales.

Otros sectores

El sector de la construcción presenta un doble comportamiento: mientras la construcción de inmuebles residenciales y no residenciales vio disminuir su valor agregado en 6,5%, el valor agregado de la construcción de infraestructura de transporte férreo y de carreteras creció 3,7%. En el primer caso, las dificultades presupuestales de programas de subsidios como Mi Casa Ya y el cambio de enfoque en la política de vivienda han incidido en el comportamiento de este subsector.

En cuanto al comportamiento del sector de infraestructura de transporte, comienza a verse el impacto de una política de reactivación del tren y de ampliación de vías secundarias y terciarias, política que, en parte, va en contravía de la adelantada hasta este Gobierno, que les daba prioridad a las carreteras de cuarta y quinta generación y no le daba prioridad al transporte férreo.

En cuanto a los sectores que permiten la realización de la producción en el mercado, hay que decir que el comercio, el sector financiero y el de transporte y comunicaciones crecieron de manera acorde con el comportamiento de los sectores productivos, generadores de riqueza.

El impacto de la política económica

Medir de qué manera la política económica actúa sobre la estructura productiva puede hacerse, en principio, confrontando los indicadores de evolución de la economía con las propuestas programáticas que llevaron al candidato del Pacto Histórico a la presidencia. Tales propuestas incluían, esencialmente, un desarrollo territorial alrededor del agua, una integración rural-urbana mediante programas de conectividad digital y de infraestructura vial, el desarrollo de la reforma rural integral y la transición energética.

El programa buscaba, en lo social, el mejoramiento de las condiciones de vida de la fuerza de trabajo a través de las reformas laboral, de salud y pensional. No se trataba de un programa que buscara socavar los cimientos del sistema capitalista vigente, sino de buscar una mejora de la situación de los más vulnerables.

Sin embargo, como señaló Jeff Bezzos, el multimillonario gringo, “la lucha de clases sí existe y la estamos ganando nosotros”. Esa confrontación se ha dado desde el primer día de este Gobierno, caracterizada por la acritud e inflexibilidad de las élites dominantes para aceptar las más mínimas modificaciones económicas y sociales, en un esfuerzo por mantener el statu quo reinante, sin entregar ni un ápice de sus prebendas.

Los signos del avance del cambio

De ahí que las cifras de actividad económica presentadas reflejen una situación contradictoria. Los avances en materia agraria, por ejemplo, pueden atribuirse, en parte, al esfuerzo por cumplir el primer punto del Acuerdo de Paz que, aunque no se hayan cumplido sus metas plenamente, han mostrado un camino ─bastante sembrado de trampas por los terratenientes─ que, de seguirse recorriendo, puede llegar a lograr una transformación del agro que lo haga más productivo, sobre todo en materia de producción de alimentos.

Los cambios positivos en el comportamiento del café y de la agroindustria se han basado en los sectores empresariales, fundamentalmente, y se han visto propiciados por la demanda del exterior. Entre tanto, los representantes de los terratenientes e industriales del campo en el Congreso les niegan a los jornaleros el contrato laboral, que mejora sus condiciones de trabajo y que traía la reforma propuesta al respecto.

El comportamiento negativo del petróleo y otros recursos del subsuelo tiene más que ver con las condiciones del mercado internacional que con la aplicación de una política gradual de sustitución de unos combustibles y minerales por otros. Las dificultades para desarrollar proyectos de energía eólica y solar hacen lento el proceso de transición energética. Las vías férreas no se consolidan como proyectos irreversibles y la construcción de vías para la integración rural-urbana avanza con lentitud.

La fuerza de las élites es enorme y frena estos procesos. Más allá de los errores propios en la ejecución de la política, la confrontación con los sectores que no quieren ver afectados sus privilegios se hace cada vez más áspera, como lo muestra la lucha en el Congreso por sacar avante las reformas. En este partido, las fuerzas del cambio requieren jugar el segundo tiempo para no hundirse luego de esta breve experiencia en el hoyo del fracaso.
Con información del Semanario Voz

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