Malcom X valeroso líder y defensor de los derechos civiles de los afroamericanos se reunió con el Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, el 19 de septiembre de 1960. En aquella histórica ocasión el diálogo diáfano entre dos luchadores por la libertad de sus respectivos Pueblos versó sobre temas diversos, tanto históricos como filosóficos que tuvo a la libertad como hilo conductor.
Por: Oscar Hernando Avellaneda (*)
Fidel había llegado a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU. La Revolución Cubana tenía poco más de año y medio en el poder, pero la oposición del gobierno norteamericano al proceso naciente era ya manifiesta. Un hostil ambiente anticubano era sembrado a través de la prensa y las declaraciones de los voceros del gobierno imperialista. Los dueños de los céntricos hoteles neoyorkinos se negaron entonces a alojar a la delegación cubana y el único que ofreció sus servicios exigió condiciones humillantes.
Mochila al hombro y con traje de campaña, el Primer Ministro cubano irrumpió entonces de improviso en la sede de la ONU y planteó su determinación de acampar en los jardines del organismo mundial. Algo inédito y que rompía con las normas del protocolo internacional de atención a un jefe de Estado.
Entonces se hizo patente la Solidaridad de la comunidad latina y la afronorteamericana. La delegación cubana fue invitada a alojarse en el Hotel Theresa, en pleno corazón de Harlem, el barrio pobre del Pueblo negro neyorquino. Entre los coordinadores de aquella acción estaba Malcolm X. Harlem históricamente era no solo un barrio negro, sino un lugar donde se recibía a los inmigrantes marginados del mundo. Los blancos norteamericanos comenzaron a esparcir propaganda de que Fidel se estaba quedando en un burdel.
En ese contexto se produjo la conversación entre ambos líderes. Malcom X, convertido por entonces al islamismo y quien había adoptado la X como símbolo de rebeldía, al no saber a ciencia cierta su apellido de descendiente de esclavos y no querer asumir más el de su inscripción de nacimiento, Malcom Little Norton, tenía un amplio prestigio entre la población afronorteamericana y era el principal portavoz de la organización “Nación del Islam”.
El diálogo resultó ameno y cordial y los temas versaron sobre la historia de ambos Pueblos y aspectos político-filosóficos.
Fidel afirmó: «Luchamos por la gente oprimida». Algo que Malcolm X reforzaría en una frase de 1965: «Es incorrecto clasificar la revuelta del negro como un simple conflicto racial de los negros contra los blancos o como un problema puramente norteamericano. Más bien, lo que contemplamos es una rebelión global de los oprimidos contra los opresores, de los explotados contra los explotadores».
Y sobre las relaciones de Cuba con EEUU, Malcom señaló: «Mientras el Tío Sam esté contra ti, sabes que eres un hombre bueno». La respuesta de Fidel a esa atinada reflexión, según el periodista testigo del diálogo, fue: «No el Tío Sam, sino los que controlan aquí las revistas y los periódicos…»
Fidel dijo: “en Estados Unidos los negros tienen más conciencia política, más visión que nadie”. Malcolm agregaría: “Nadie conoce al amo mejor que sus sirvientes. Hemos sido sirvientes desde que nos trajo aquí. Conocemos todos sus trucos. ¿Se da cuenta? Sabemos todo lo que va a hacer el amo antes de que lo sepa el mismo”. El dirigente cubano escuchó la traducción al español y luego echó la cabeza para atrás riendo animadamente: “Sí”, dijo con entusiasmo, “Sí”.
También se hizo referencia a Patricio Lumumba, el líder Congoleño, a África, al racismo y la solidaridad en la lucha por un mundo mejor y con igualdad de posibilidades para todos los seres humanos.
La despedida fue igual de cordial, mientras el Pueblo de Harlem coreaba con entusiasmo: “¡Viva Castro!” “¡Viva Castro!”
Días después, el 26 de septiembre de 1960, Fidel pronunció el primero de sus cuatro discursos en el seno de la ONU. Duró cuatro horas y diez minutos y fue interrumpido 12 veces por los aplausos y ovaciones de las casi 800 personas, representantes de 96 naciones, que habían acudido con interés a escuchar al joven rebelde.
De ambos queda su legado. Fidel se convirtió en la figura política más influyente de la segunda mitad del siglo XX y todo un referente de la defensa de las causas nobles del mundo. Regresaría a Harlem en 1995 y de nuevo sería aclamado de manera vehemente.
Malcom X quien fue asesinado el 21 de febrero de 1965, sigue inspirando la rebeldía del Pueblo negro de los EEUU.
Desde que estaba en el vientre de su madre, a Malcolm le tocó vivir los abusos de la “cristiana” sociedad blanca norteamericana: El ku klux klan apedreaba los vidrios de su casa porque su padre era un predicador del «retorno de la raza negra al lugar de origen: África». Sus tíos fueron asesinados por movimientos racistas y siendo joven vio cómo su casa era quemada por los terroristas supremacistas de la “Legión Negra”.
Miguel Diaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República de Cuba afirmó:

Miguel Diaz-Canel Bermúdez, rinde homenaje a su memoria
“Se cumplen hoy 59 años del asesinato de #MalcolmX, quien desafió al imperio desde sus entrañas, con una oratoria demoledora que inspiró protestas y rebeldía contra el racismo, la explotación y la injerencia de #EEUU en otras naciones. #Cuba rinde homenaje a su memoria”
¡Honor y gloria a Malcom X y Fidel!
(*) Miembro del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba