El Pacto Histórico es el resultado de una acumulación de luchas políticas y sociales que buscan la reivindicación de derechos para toda la sociedad. Foto Pacto Histórico
Cuatro dirigentes de este proyecto político hablan sobre las perspectivas del movimiento en construcción y sus posibles obstáculos
Por: Juan Carlos Hurtado Fonseca
@aurelianolatino
No es la primera vez que en Colombia hay intentos de unidad de organizaciones de izquierda, que por diversas razones se han frustrado. No obstante, esta vez hay elementos distintos.
Para el senador Alberto Benavides, del Polo Democrático, la unión de partidos políticos en el Movimiento Pacto Histórico es un resultado del proceso de movilización que se desarrolló la década pasada, entre 2011 y 2021, que provocó una agitación social: “Entre otras cosas, manifestaba un basta ya al neoliberalismo y a la violencia política, y conjugaba una serie de reivindicaciones regionales y de garantías de derechos”.
Hay que recordar que el 19 de julio, este proceso de unidad realiza su Convención Nacional para lanzar su campaña nacional de afiliación; anunciar la reglamentación y cronograma de la consulta popular para las precandidaturas a Presidencia y Congreso de la República; y fortalecer el compromiso con la movilización popular en defensa del Gobierno nacional y las reformas sociales, entre otros objetivos.
El Pacto Histórico está compuesto por Colombia Humana, el Polo Democrático, la Unión Patriótica, la Minga Política y Social, Progresistas y el Partido Comunista.
En la Convención participarán los ediles, diputados y congresistas; líderes y lideresas de organizaciones sociales que decidan integrar el movimiento; dirigentes de los partidos integrantes; el presidente Gustavo Petro e integrantes de su gabinete que hagan parte del Pacto. La reunión se lleva a cabo en Bogotá.
Principal movimiento del país
Para Gabriel Becerra, parlamentario de la UP, la Convención abre una nueva etapa del proceso de unidad y construcción del movimiento político: “Sobre todo, de ejercicio democrático de la que se está constituyendo como la principal fuerza política de la sociedad, del pueblo trabajador y de los sectores de izquierda y progresistas”.
Ese nuevo periodo que comienza es producto de lo que Jaime Collazos Palco, de la Minga Social Indígena y Popular, caracteriza: “La historia universal ha mostrado cambios en las estructuras de poder, de gobierno y de sistema, y estamos viendo eso. Hay que leerse Emmanuel Todd, en su libro La derrota de Occidente y creo que estamos en esas etapas, la misma naturaleza lo va definiendo. Hoy el sistema capitalista, neoliberal, depredador, salvaje está en su caída, está en su declive, por su naturaleza misma y porque la misma naturaleza lo empieza a plantear”.
Por su parte, Álvaro Moisés Ninco Daza, de Colombia Humana, cree que los diferentes partidos están listos para la unidad y para estar a la altura de la transformación que exige la sociedad: “El movimiento popular cuenta hoy con unas bases, con unos procesos y con unas organizaciones maduras. Además, una conducción política responsable, capaz de reconocer en la diversidad la fuerza del cambio y no una amenaza, y de deliberar de manera tranquila y consciente el destino del Pacto Histórico”.
La propuesta
Acerca de las nuevas formas para superar obstáculos del pasado, Alberto Benavides cree que es fundamental un movimiento que logre, desde el pluralismo, “convocar a los colombianos y colombianas a la construcción de un proyecto de transformación que trascienda las situaciones que antes nos han fragmentado, y que logremos tener una dirección conjunta, un programa, un horizonte de sentido político conjunto y generar garantías democráticas internas. (…) Estamos pasando de una coalición política a un movimiento unitario”.
Sobre el particular, Jaime Collazos Palco, comenta que actualmente la izquierda es más consciente, que tiene una postura más diversificada, alternativa y de mayor equidad, “más participativa, más colectiva, más de diálogo, más de escucha”.
Agrega que hay que trabajar mucho en la pedagogía política en las veredas, en las comunidades, con las mujeres, los jóvenes, “los adultos mayores que son los sabios, en los barrios, en las universidades y en los colegios. Los sectores de los grupos étnicos serán fundamentales, los grupos indígenas con su saber milenario en lo político, en lo económico, en el gobierno, en su sabiduría ancestral, espiritual, que va muy ligada con la naturaleza, con la espiritualidad, la fuerza y la resistencia”.
Por otra parte, Álvaro Moisés Ninco identifica un catalizador del actual proceso: “Un dirigente brillante y democrático que tiene una perspectiva de largo aliento, como también la tenía Bolívar, como lo es el presidente Petro, quien es además el máximo elector y estratega, quien propuso la fusión del Pacto Histórico en un movimiento de unidad, y las consultas para elegir democráticamente las candidaturas”.
Posibles obstáculos
El senador y dirigente del Polo sabe que la organización enfrentará obstáculos y que se debe evitar el sectarismo y la exclusión: “Es la primera vez que no estamos en la resistencia ni en la oposición y eso nos permite desplegar capacidades de propuesta, de futuro para dejar atrás los señalamientos, las formas de estigmatización, ir más allá de los despechos, los recelos y los resentimientos.
“Debemos cuidarnos de los oportunismos, los ventajismos, los caballos de Troya que pueden utilizar nuestras capacidades y dinámicas para proyectos personales o proyectos contrarios”.
Desde otra visión, el dirigente de la Minga entre los obstáculos identifica el interés de poder: “Todo el mundo quiere llegar al poder. Todo el mundo quiere ser presidente, ministro, senador, representante, gobernador, alcalde. Es una enfermedad. Pero esto es dialogable y se pueden hacer consensos, esto es de diálogo, esto es de escucha”.
Otro aspecto es: “Todo el mundo quiere administrar, pero si no se sabe administrar, puede ser dentro de un partido, una junta, un resguardo, un sindicato, un gobierno, un ministerio, se termina desviando los recursos públicos, recursos del Estado”, señala el líder indígena.
Finalmente, sobre la participación del pueblo en la selección de candidaturas, Gabriel Becerra asegura que es una garantía para que haya más respaldo en el objetivo de aumentar la representación en el Congreso de la República: “La idea básica es que la izquierda y el progresismo como fuerza política decisiva de la sociedad colombiana, llegó para quedarse”
Con información del Semanario Voz