El 5 de mayo de 1818, nació el filósofo y pensador alemán Karl Heinrich Marx, de quien Engels dijera: “Era, ante todo, un revolucionario. La lucha era su elemento. Y luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito como pocos.”
Por: Oscar Hernando Avellaneda
Marx fue el primero en señalar que «el motor de la historia es la lucha de clases», y a partir de sus postulados el mundo empezó a cambiar. Sus ideas fueron la base teórica de las grandes revoluciones del siglo XX.
Como señala Jorge Enrique Jerez: “Es de Quijotes creer que lo que habló aquel hombre de mitad del siglo XIX es la salvación del mundo dos centurias después. Pero de eso se trata cuando se es comunista, de ser realistas y soñar con lo que pudiera parecer imposible”
Pese al odio anticomunista de la burguesía y sus perversas campañas mediáticas no lo han podido borrar de la historia y mucho menos de la Filosofía. Quienes conocemos la ideología marxista tenemos el reto de hacerlo comprensible y aplicar sus ideas como herramienta de trabajo a la realidad concreta.
El líder histórico de la Revolución China señalaba:
“La filosofía marxista (el materialismo dialéctico) tiene dos características sobresalientes. Una es su carácter de clase: afirma explícitamente que el materialismo dialéctico sirve al proletariado. La otra es su carácter práctico: subraya la dependencia de la teoría respecto a la práctica, subraya que la práctica es la base de la teoría y que ésta, a su vez, sirve a la práctica.
“La filosofía marxista considera que el problema más importante no consiste en comprender las leyes del mundo objetivo para estar en condiciones de interpretarlo, sino en aplicar el conocimiento de esas leyes para transformar activamente el mundo”
“A menudo, sólo es posible llegar a un conocimiento correcto después de muchas repeticiones del proceso que conduce de la materia a la conciencia y de la conciencia a la materia, es decir, de la práctica al conocimiento y del conocimiento a la práctica. Esta es la teoría marxista del conocimiento, la teoría materialista dialéctica del conocimiento”
“Somos marxistas, y el marxismo nos exige que al examinar cualquier problema, partamos de los hechos objetivos y no de definiciones abstractas, y que formulemos nuestra orientación, política y medidas sobre la base del análisis de estos hechos”
El método dialéctico analiza las contradicciones en la historia de la humanidad y como señala Renán Vega:
“Las dos contradicciones fundamentales del capitalismo son hoy: capital-trabajo y capital-naturaleza. En esta perspectiva, las palabras finales del Manifiesto Comunista relacionadas con el hecho de que al destruir el capitalismo los obreros no tienen nada que perder, salvo sus cadenas, y tienen un mundo que ganar, pueden ser actualizadas diciendo que la gran masa de la humanidad sufrida y explotada no tiene nada que perder, salvo sus cadenas. A cambio tiene un planeta por salvar”.
Marx destacó que sólo en la fase superior de la sociedad comunista, se acabará con los males inherentes al capitalismo, se superará la esclavización del hombre, su sometimiento a la división del trabajo, desaparecerá la contradicción entre trabajo intelectual y trabajo físico, el trabajo se convertirá de un medio de vida, en la primera necesidad vital, las fuerzas productivas alcanzarán un grado tal de desarrollo que quedará asegurada la abundancia de productos y la sociedad podrá escribir en sus banderas: «De cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades.»
Su cosmovisión otorgó importancia fundamental al desarrollo pleno de los seres humanos, y por ello científicamente demostró que el modo de producción capitalista originaría la destrucción del planeta, por su irrespeto hacia el medio ambiente, (que ha producido el cambio climático), la generación de desigualdad y pobreza de millones de seres humanos, asociada con el incremento de la riqueza del uno por ciento (1%) más rico de la población mundial, y el desarrollo de Guerras que sumadas amenazan hoy la existencia de la Vida Humana en el planeta Tierra.
Solo tenía 29 años cuando junto con Engels escribió el “Manifiesto Comunista” y comenzó a transformar el mundo, porque hasta entonces los filósofos sólo habían intentado interpretarlo. Marx sentó las bases para la comprensión del desarrollo de la sociedad humana y sus enseñanzas tienen total vigencia:
“Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.
“Las armas con que la burguesía derribó al feudalismo se vuelven ahora contra ella. Y la burguesía no sólo forja las armas que han de darle la muerte, sino que, además, pone en pie a los hombres llamados a manejarlas: estos hombres son los obreros, los proletarios. ¡Proletarios de todos los Países, uníos!”