Ramala.-El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza advirtió sobre un aumento alarmante de casos de meningitis en el territorio en medio de un deterioro sanitario, humanitario y ambiental sin precedentes por los sistemáticos ataques israelíes.

Las autoridades de salud del enclave costero alertaron en un comunicado sobre un alto número de casos sospechosos y confirmados de meningitis, “particularmente entre los niños menores de cinco años, que son el grupo más vulnerable a la enfermedad y sus graves complicaciones”.

El texto afirmó que el deterioro de la calidad de la atención sanitaria debido a la destrucción de hospitales y a la escasez de vacunas y medicinas limitan los esfuerzos de respuesta a la emergencia.

Al respecto, denunció la crisis del sector, provocada por la agresión israelí, que llevó a Gaza a convertirse en un terreno fértil para la propagación de enfermedades, en particular entre los grupos de edad más vulnerables e inmunodeprimidos: niños, ancianos y embarazadas.

Las condiciones catastróficas en los albergues, la grave escasez de agua potable y la acumulación de los desechos están deteriorando aún más las condiciones de vida allí, apuntó.

A finales del pasado mes, el Ministerio alertó sobre el peligro que representa el descubrimiento de varios casos de meningitis.

El director de la Organización de Ayuda Médica en Gaza, Mohammed Abu Afash, señaló entonces sobre la propagación de esa enfermedad.

“Necesitamos agua limpia, mientras las aguas residuales se esparcen entre las tiendas de campaña y los refugios (…) también necesitamos antibióticos, tónicos y vitaminas para reforzar la inmunidad de los niños”, subrayó.

Días antes, el Complejo Médico Nasser en Khan Yunis, ubicado en el sur del territorio, anunció 35 casos confirmados de meningitis en menores de edad.

Los médicos describieron el hecho como peligroso y preocupante porque amenaza con profundizar la catástrofe sanitaria en Gaza provocada por la guerra y el bloqueo impuesto por Israel.

Galenos citados por la agencia de noticias Shebab advirtieron sobre las graves repercusiones de esta enfermedad en los niños, en particular su impacto en las funciones mentales y las capacidades cognitivas.

Destacaron que la rápida propagación de la infección se debe al hacinamiento en los campamentos de desplazados y al deterioro del sistema inmunitario infantil por la grave desnutrición que padece la mayoría de la población.

La administración del complejo está experimentando condiciones humanitarias y sanitarias desastrosas por la grave escasez de medicamentos, antibióticos y camas, señalaron.

Según Shebab, la crisis obligó al personal médico a colocar a algunos niños enfermos en el suelo para su tratamiento.
Con información de Prensa Latina

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