Un encuentro cordial tuvieron el los presidentes de China, Xi Jinping y de Colombia, Gustavo Petro, en el marco de la ceremonia de apertura de la IV Reunión Ministerial del Foro China-Celac en Beijing.

El presidente Gustavo Petro hizo un llamado a replantear el rumbo de la humanidad a través de un nuevo paradigma de cooperación internacional que supere las lógicas del Estado-nación y abrace el “diálogo de civilizaciones” como base política, histórica y antropológica para el futuro global.

“Un diálogo entre civilizaciones no se puede imponer, es un norte para las relaciones entre la Celac y China, es una posibilidad que China, creo por lo que leo, por lo que hablo, quiere, y nosotros también queremos”, dijo el mandatario este martes en la ceremonia de apertura de IV Reunión Ministerial del Foro China-Celac que se realiza en Beijing, donde el jefe de Estado colombiano asiste también como presidente pro tempore del organismo latinoamericano.

En su intervención, dijo que “solo falta esperar otros pueblos del mundo para que lo deseen y entiendan que antes que la lucha contra migrantes, que no es más, sino el efecto de la pobreza en el sur, que el etnonacionalismo que nos recuerda al pasado, son simplemente espejismos y lentejuelas, porque al final nos junta y nos debe juntar a toda la humanidad la lucha por la vida”.

El presidente Petro cuestionó la teoría del “choque de civilizaciones” planteada por el politólogo estadounidense Samuel Huntington y propuso, en cambio, retomar una visión integradora promovida por China, donde las diferencias culturales no sean fuente de conflicto, sino de construcción colectiva de la humanidad como sujeto político.

En ese sentido manifestó su optimismo en el sentido de que en el encuentro de la Celac se pueda decir “con tranquilidad que esta reunión va por el camino correcto, por el camino del diálogo entre civilizaciones, de la construcción de la humanidad, de la defensa irrestricta y potencia de la vida”.

La paz es el fruto de una humanidad unida

El Jefe de Estado destacó que “el diálogo entre civilizaciones nos permite transitar hacia el futuro de la idea clásica en los últimos siglos de un relacionamiento entre estados-nación desde el siglo XVIII, un poco atrás, hacia un concepto superior al estado-nación”.

Con base en este criterio, el mandatario colombiano aseguró que “es un concepto que nos lleva, con paso decidido, hacia la posibilidad de una humanidad unida sobre su propia diversidad. ¿Para qué queremos una humanidad unida? No solamente para la paz. La paz es el fruto de una humanidad unida”.

El mandatario colombiano se refirió a que históricamente las relaciones han sido verticales y, en este sentido, preguntó: “¿Cómo podrían encontrar un diálogo fluido esas civilizaciones que son diferentes, latinas, caribeñas, unas, anglosajonas, otras, blancas, para poner un término más general? ¿Cómo podría haber un diálogo fructífero si no hablásemos de energías limpias, por ejemplo? Si no hablásemos de descarbonización, si no hablásemos de tú a tú, de cómo lograr, a partir de la ayuda en la descarbonización del norte de América, la posibilidad de prosperidad del sur, y, por tanto, de una cooperación mutua. Eso se ha planteado varias veces, pero no avanza”.

Recordó que “la energía, a través de cables eléctricos entre Colombia y Panamá, no avanza, y la gran red del sur, con su gran potencial, que en términos de 1.400 o 1.500 gigas, podría descarbonizar completamente la matriz energética de los Estados Unidos para beneficio total de la humanidad y de la vida del planeta, no avanza. Y no avanza porque las ideologías cada vez escurecen más el corazón, el alma y el cerebro. No avanza porque se niega la crisis climática”.

Por esta razón, manifestó que “le corresponde a la Celac, en cierta forma, invitar al diálogo entre civilizaciones” y agregó: “Ese diálogo horizontal, que no vertical, puede estar libre de autoritarismos, de imperialismos, del tú a tú entre civilizaciones, y, indudablemente, el papel fundamental jugarían, de un lado Europa y África, del otro China y el Asia”.

Al referirse a las relaciones entre América Latina y China, el presidente Petro dijo que “desde la perspectiva china de la Ruta de la Seda, de la Franja, se puede cruzar en sentido horizontal, juntando dos océanos, Pacífico y Atlántico. Y al juntarlos, el mundo europeo y africano con el mundo asiático, oriental, China y otros pueblos. Claro que sí”.

El papel de Latinoamérica en la descarbonización

En su intervención, el presidente Petro insistió en la necesidad de que el mundo enfrente la crisis climática y un camino para esto es la descarbonización a través de las energías limpias.

“Y que esa descarbonización nos lleva necesariamente a energías limpias. Y que las energías limpias, dadas las tecnologías de hoy, son básicamente, y están en potencia, esperando, esperando la acción por la vida en América del Sur y en África, precisamente en ese eje horizontal”, anotó.

Para ello, aseguró, se requieren flujos de capital que “pudieran volver esa potencia, acción, claro que podríamos, con África y con América del Sur, ayudar fundamentalmente en la descarbonización económica y eso implicaría, entonces, inversiones propias”, lo que, a su juicio redundaría en que “tendríamos otra idea de diálogo de civilizaciones, porque sería un enriquecimiento mutuo, una cooperación humana, la construcción de un sujeto político que se puede llamar humanidad”.

Comentó que la fibra óptica va por el lecho marino, razón por la cual propuso que “si queremos algo concreto, entre Celac y China, en que fibras ópticas deberían llegar del Asia hacia América Latina y viceversa, y recorrer el Pacífico de América Latina y América en general, y sobre todo del Asia también”, lo que permitiría “juntar las civilizaciones, porque la fibra óptica lleva un contenido que en tiempos de la Inteligencia Artificial es ni más ni menos el conocimiento humano”.

“Juntar América Latina con China, por un lado, y América Latina con Europa y África por el otro, puede generar horizontalmente y no verticalmente solamente el flujo del conocimiento”, aseguró.

En la ceremonia de apertura asistieron, entre otros, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric, así como ministros de relaciones exteriores y representantes de organizaciones internacionales.
Beijing (China), 13 de mayo de 2025Foto: Juan Diego Cano – Presidencia
Con información Presidencia de la República

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