Los partidos políticos y organizaciones sociales que integramos el Pacto Histórico en Palmira, reconocemos la Navidad como una tradición que propicia los encuentros y los sentimientos más humanos y, por lo tanto, más altruistas.
Desde esa raigambre, que hace parte de nuestra esencia cultural, consideramos que nada supera el deseo de reunificación de las familias que, para el caso colombiano, se han visto afectadas por diversas circunstancias que las obligan al distanciamiento. Sin embargo, los recientes hechos que obligaron a los jóvenes de nuestro país a tomarse las calles en lo que se conoce como estallido social, no es una ocurrencia más, sino un síntoma inequívoco de la gravedad a la que llegó la represión del Estado, en los sucesivos gobiernos de derecha que se nutrieron de narcotráfico, se apoyaron en el paramilitarismo y se expresaron sembrando de horror y terror los campos y ciudades, para enriquecer bolsillos privilegiados.
Hoy las cosas han tomado un nuevo rumbo y hemos alcanzado un nuevo gobierno, en parte, gracias a la actitud invencible de una juventud que, despojada de futuro, decidió cambiar el presente. Pero, en un coletazo de esa brutalidad que caracteriza a los tiranos, centenares de jóvenes fueron perseguidos y cazados por la fuerza pública y por rudimentos de un poder judicial arbitrario, en manos de mafias dictatoriales. Así, jóvenes, cuya única expectativa era obtener un espacio para estudiar y trabajar, terminaron en las cárceles.
En el caso de Palmira, hay jóvenes que fueron detenidos y señalados de delitos que desbordan ampliamente su actuar en el estallido social y están en la cárcel local. Por ello, en reconocimiento del papel de nuestros jóvenes en la historia reciente de Colombia, el Pacto Histórico Palmira aplaude la decisión de nuestro presidente Gustavo Petro Urrego, de constituir a nuestros muchachos y muchachas en Gestores de Paz, y hace votos porque la situación de cada uno de ellos se defina favorablemente, cuanto antes. Que la Navidad sea también para ellos y sus familias, el momento propicio para el reencuentro, la época de reconciliación, el tiempo de la esperanza. Y para ello, pedimos a las autoridades agilizar la incorporación de nuestros jóvenes como Gestores de Paz. Ese es su lugar en el momento actual, porque ellos conocen el dolor de la exclusión, la angustia de la discriminación y el peso asfixiante de la injusticia, y desde ese conocimiento, pueden aportar mucho al enrutamiento de la paz total.
A todos y todas las palmiranas, les deseamos una Navidad en paz. Y a las madres, padres, compañeras, compañeros, hijos, hijas, hermanos, hermanas y demás familiares de nuestros muchachos, presos injustamente, les deseamos unas Fiestas de fin de año, en la armonía de la unidad familiar.
Diciembre 23 de 2022
¡LIBERTAD PARA NUESTROS JÓVENES!