Sabra y Chatila fue una matanza de refugiados palestinos en esos campos de refugiados, Beirut Oeste, en 1982 a manos de la Falange Libanesa con apoyo de los soldados de Israel.
Por Alfredo Valdivieso
Las Fuerzas de Defensa de Israel apostadas en el Líbano fueron responsables de los hechos por no evitar las matanzas y colaborar con ellas. Esta masacre mereció la calificación de genocidio por la Asamblea General de Naciones Unidas, resolución 37/123
El 15 de septiembre las Fuerzas de Defensa Israelíes habían rodeado el campamento de refugiados de Sabra y Chatila y controlaban todas las entradas y salidas. Asimismo ocuparon un buen número de edificios como puestos de observación.
Ariel Sharón y el jefe de Estado Mayor, Rafael Eitan, se reunieron con las unidades de la milicia cristiano-falangista libanesa, para incitarlos a entrar en Sabra y Chatila. Los soldados israelíes controlaban el perímetro de los campamentos de refugiados y prestaron apoyo logístico, mientras que los milicianos falangistas entraron a los campamentos, supuestamente para encontrar combatientes de la OLP y entregarlos a las fuerzas judías.
Los falangistas cipayos de Israel armados con pistolas, cuchillos y hachas entraron en los campamentos. Lo que sucedió fue una masacre de palestinos, la inmensa mayoría ancianos, mujeres y niños, todos civiles indefensos, que se prolongó durante más de 30 horas También cometieron violaciones, torturas y mutilaciones. Durante la noche, las fuerzas israelíes dispararon bengalas iluminando los campamentos. Los falangistas libaneses masacraron a los habitantes de los campamentos de refugiados palestinos con el consentimiento del gobierno israelí.
Previa la masacre, los soldados israelíes habían repartido las bolsas para los cadáveres. La cifra precisa de muertos no se estableció, aunque el Comité Internacional de la Cruz Roja –CICR– maneja la cifra de por lo menos 2400 víctimas en esas horas.
Hoy la Franja de Gaza, trampa sitiada, bloqueada por un gigantesco muro de hormigón, sitiada por mar y aislada por aire, ve repetir esa misma tragedia.
Karl Marx, ilustre hijo de judíos, en su célebre ‘18 Brumario de Luis Bonaparte’ dice que “la historia se repite: la primera como tragedia; la segunda como comedia”. Olvidó decir que hay veces que a tragedia se repite.
Para moralmente repudiar la reedición ampliada de una tragedia, este viernes 8 de agosto, a las 4:00 p.m., en el Parque Santander de Bucaramanga, mitin de solidaridad con el pueblo palestino y contra los genocidas nazi-sionistas.
Imagen de la masacre, en 1982, en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila