El sábado último los militares dispararon balas reales contra un grupo de reporteros la localidad de Beita.
El ejército israelí asesinó al menos a 50 periodistas durante en los últimos 20 años, otras decenas resultaron heridos y muchos encarcelados por ejercer la labor informativa.
Constituye una práctica habitual para las fuerzas israelíes de ocupación atacar y disparar a los trabajadores de la prensa. En 2022 los militares sionistas ultimaron a las reporteras Shireen Abu Akleh y Ghufran Warasneh.
El sábado último, la policía de ocupación abrió fuego contra varios periodistas palestinos que hacían su trabajo en la entrada de la localidad de Beita, en Nablus, sin lamentar muertos o heridos.
Los militares les dispararon con munición real a pesar de ir claramente identificados con chalecos de prensa, según relató Wahaj Bani Muflé, uno de los reporteros a la agencia de noticias palestina WAFA.
En esa ocasión, un colono israelí hirió a cinco personas con un arma de fuego y las fuerzas del régimen, en lugar de detener al atacante, instalaron bloques de hormigón para cerrar el acceso a la localidad e impidieron los desplazamientos en la zona, detalló WAFA.
En esa ocasión, un colono israelí hirió a cinco personas con un arma de fuego y las fuerzas del régimen, en lugar de detener al atacante, instalaron bloques de hormigón para cerrar el acceso a la localidad e impidieron los desplazamientos en la zona, detalló WAFA.
Con Información de Wafa