La clase trabajadora entiende la necesidad de lograr las reformas del cambio

Es pertinente iniciar estas líneas recordando que la coyuntura política actual, con todas las dificultades que atraviesa, es un paso generado tras el movimiento de protesta social que se originó el 21 de noviembre de 2019. La convocatoria de un paro cívico, que fue promovido inicialmente por las centrales obreras, al que posteriormente se sumaron diversos movimientos sociales, indígenas, campesinos, estudiantiles, de mujeres, así como organizaciones de izquierda, logró un grado de conciencia colectiva sin parangón en la historia reciente.

Las idas y venidas de la pandemia, el hambre, la agudización de las desigualdades, la represión, el asesinato, las infamias del gobierno de Duque; pero a su vez la dignidad de sectores juveniles agrupados en la primera línea, la unidad de los trabajadores, la lucha organizada y la actitud crítica de la sociedad civil en general, fueron los eventos que desencadenaron un estallido social que se presenta como piedra angular del actual proceso de gobierno.

Precisamente, como resultado de este movimiento social y popular, se logró desentrañar aquellos sectores oligarcas, mafiosos, terratenientes, empresarios, ganaderos, paramilitares, enemigos de la paz y promotores de medidas económicas y políticas lesivas para las mayorías, representados en el uribismo. De esta forma la masa espontanea de un estallido social, pudo transformarse en un proyecto político de gobierno alternativo, en disputa frente al modelo impuesto en las últimas 4 décadas y con un carácter progresista negado en los más de 200 años de república nacional, que pretende en el presente lograr las reformas sociales negadas históricamente, desde la institucionalidad del Estado.

Por otro lado, es innegable que el actual gobierno, pese a sus intenciones de cambio, ha presentado una serie de traumatismos como resultado de las estrategias utilizadas por la extrema derecha, que en su afán de sostener su hegemonía de clase y aun detentando el poder económico y político busca deslegitimar las acciones del gobierno a través del uso de los medios masivos de comunicación y de alianzas con sectores económicos que promueven un golpe de Estado blando, generando un clima de ingobernabilidad y entorpeciendo en el Congreso el curso de las Reformas Sociales.

Ante este panorama la Subdirectiva CUT Bogotá Cundinamarca invita a organizaciones sociales, estudiantiles, de mujeres, campesinos, y a la sociedad civil en general, para que este 20 de julio salgamos a las calles a respaldar los proyectos de reforma a los sistemas de salud, pensional y laboral qué radicará el gobierno del cambio, y que persiguen cerrar la brecha social originada por más de 200 años de inequidad auspiciados por gobiernos que le dieron la espalda al pueblo colombiano.

Este 20 de julio de 2023 nos vemos en la plaza de Bolívar a las 2:00 p. m., la cita es del pueblo colombiano con la democracia.

Respaldaremos las propuestas progresistas encontradas en el PND y la apuesta de paz total. Como abanderados en la defensa de los derechos de las y los trabajadores, desde la autonomía e independencia, nos sumamos a las fuerzas sociales en pro de superar los obstáculos y lograr los cambios tan anhelados para nuestro país. Hacemos un llamado a la clase trabajadora en particular y a los sectores populares en general a que salgamos de manera masiva el próximo 20 de julio a seguir construyendo de manera colectiva ese proyecto de país equitativo, justo, digno y democrático, que ha sido truncado en diferentes periodos de la historia nacional, pero que hoy puede significar una transición en el derrotero de eliminar las desigualdades sociales, de la paz con justicia social y el camino hacia una verdadera independencia.

Comité Ejecutivo Subdirectiva
CUT Bogotá. Cundinamarca

Celmira Herrera Urrea
Presidenta

Carlos E. Gaviria O
Secretario

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