Con su ingreso al Consejo Directivo de la FAO, Colombia podrá incidir directamente en políticas públicas enfocadas en la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y el cambio climático.
El ministerio de Agricultura logró un nuevo hito para la transformación agraria y el avance de las políticas públicas alrededor de la tenencia y el trabajo justo de la tierra: después de 30 años, Colombia vuelve al Consejo Directivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Así lo anunció la ministra Martha Carvajalino, quien participó en la 44° Conferencia de la FAO que concluyó la semana pasada en Roma.

Por ello, Agustín Zimmermann, representante de la FAO en Colombia, reconoció “el esfuerzo que la ministra Carvajalino ha tomado al lanzar esta II Conferencia, así como el hecho que Brasil entregue este mandato. Desde la FAO también damos un gran apoyo al Gobierno para abordar ese debate sobre la tenencia de la tierra en el mundo, de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
“Colombia recupera su asiento en el Consejo Directivo de la FAO. Esta es una oportunidad para posicionar la agenda de la Reforma Agraria y el desarrollo rural y la construcción de sistemas agroalimentarios justos resilientes y sostenibles”, dijo Carvajalino.
La MinAgro agregó que el debate se debe orientar a tres grandes desafíos globales: la lucha contra el hambre, el cambio climático y la construcción de la paz a partir de la tenencia justa de la tierra.
“La política de Reforma Agraria en Colombia es muy similar a las de otros países y tiene de fondo transformar la inequitativa estructura agraria en una resiliente, sostenible y, en lo fundamental, justa. Esto nos ha permitido decir que la justicia agraria en Colombia ha llevado a que el sector agropecuario crezca en un 8,1 % en la última anualidad”, añadió Carvajalino.
Ventajas de Colombia en Consejo Directivo de la FAO
El país llega a esta instancia con una Reforma Agraria en marcha y con hechos fundamentales para la ruralidad y quienes habitan en ella, como el reconocimiento del campesinado como sujeto de especial protección constitucional, el crecimiento económico del sector agropecuario y la gestión de tierras para los pueblos campesino, indígena y NARP (Negro, Afro, Raizal y Palenquero).
En este contexto, Colombia tiene cuatro grandes ventajas al hacer parte del Consejo Directivo de la organización más importante de Naciones Unidas para la alimentación.
Podrá incidir directamente en políticas públicas enfocadas en la agricultura sostenible, seguridad alimentaria y cambio climático. Esto permitirá proponer y respaldar iniciativas que reflejen sus prioridades y necesidades
Tendrá la oportunidad de participar en una plataforma estratégica para dar a conocer sus experiencias y avances en materia de conservación de la biodiversidad, desarrollo de sistemas agroalimentarios sostenibles y el cuidado de semillas nativas.
Esto además le permite consolidarse como referente regional de cara a la II Conferencia Internacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural +20.
Finalmente, podrá acceder con mayor facilidad a fondos y proyectos de la FAO, incluyendo el Fondo Fiduciario.
Foto: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural
Bogotá, 7 de julio de 2025
Con información Presidencia de la República