El CIE reposicionó buena parte de su quehacer investigativo para enfrentar la COVID-19, y hoy incursiona en novedosas líneas de trabajo

Por: Orfilio Peláez

Bajo la guía del doctor José Luis Fernández Yero, en los inicios de la década de los años 70 del pasado siglo, un equipo de médicos se propuso diseñar una tecnología propia, capaz de realizar el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas, sin riesgo para la madre.

Los primeros pasos encaminados a dotar al país de un sistema que detectara en las primeras semanas del embarazo la presencia en el feto de algunas de esas anomalías, con notable incidencia en la mortalidad infantil, tuvieron como escenario los laboratorios del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC).

Una vez cumplimentado el referido propósito, los resultados preliminares fueron expuestos en una exposición de avances científicos aplicados a la Medicina, efectuada en julio de 1981, en el Palacio de la Revolución.

Según expresó a Granma el doctor Fernández Yero, en una de sus visitas a la muestra, tuvieron la oportunidad de explicarle a Fidel el funcionamiento del equipo. También le mostraron fotos de recién nacidos con distintos tipos de malformaciones.

Luego de observarlas en profundo silencio, el Comandante en Jefe recalcó que uno solo de esos casos que se detecte a tiempo y pueda evitarse, vale la pena todo el esfuerzo en esa dirección.

Una vez validado el aporte científico, que recibió el nombre de Sistema Ultramicroanalítico, más conocido por Tecnología suma, el Jefe de la Revolución Cubana orientó construir una instalación que asumiera la producción, a escala industrial, de los reactivos y tecnologías requeridas.

Construido en apenas 19 meses, el 7 de septiembre de 1987 Fidel inauguró el Centro de Inmunoensayo (CIE). Al escribir en el libro de visitantes, señaló: «Este centro es una verdadera joya de la cual nos sentimos orgullosos. Felicidades a todos sus trabajadores. Nuestro pueblo espera mucho de ellos».

PROFECÍA CUMPLIDA

Hoy el CIE ostenta la Certificación de Empresa de Alta Tecnología, condición que le fue conferida en septiembre de 2021 y que define a las entidades que se caracterizan por mostrar una actividad intensiva en la investigación, desarrollo e innovación, acompañada de altos estándares tecnológicos, las que además cierran el ciclo de investigación, desarrollo, innovación, elaboración y comercialización de productos y servicios de alto valor agregado.

La máster en Ciencias Niurka Margarita Carlos Pías, fundadora y directora general de la institución desde hace poco más de diez años, indicó que en 2021, por primera vez, el CIE alcanzó la Certificación de Buenas Prácticas de Fabricación para los Diagnosticadores suma, junto con la renovación de la licencia de Producción, por cinco años, para estos dispositivos y los biosensores empleados en la determinación del nivel de glucosa en sangre.

«Además de garantizar a lo largo de 35 años el funcionamiento de distintos programas nacionales de Salud, con alto impacto en el bienestar de la población cubana, como son el diagnóstico precoz del hipotiroidismo congénito a todos los niños cubanos nacidos, a partir de los finales de los años 80 (Cuba fue la segunda nación de América en tener un programa de ese tipo, después de Canadá), el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas aplicado a más de 4 500 000 gestantes estudiadas y el programa de Certificación de sangre, placentas y órganos, el Centro de Inmunoensayo reposicionó buena parte de su quehacer investigativo hacia el enfrentamiento a la COVID-19».

De acuerdo con lo expresado por Niurka Margarita, en 2021 se fabricaron y entregaron al Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro) los generadores de flujos requeridos para la fabricación de 250 ventiladores pulmonares de emergencia Ventipap Neuronic, demandados por el Ministerio de Salud Pública en el momento más crítico de la pandemia.

Registramos y pusimos a disposición del Sistema Nacional de Salud el diagnosticador Umelisa SARS-COV-2 Antígeno, reconocido por el grupo empresarial BioCubaFarma, junto al generador de flujo, como Logros de la Ciencia e Innovación de 2021, y el Umelisa SARS-COV-2 Anti-RBD, aseguró.

«Los dos diagnosticadores fueron empleados en el estudio de seroprevalencia, que abarcó 73 municipios de las 15 provincias, y más de 8 100 personas».

La Directora General del CIE recalcó que en el transcurso del ensayo clínico Abdala fase 3, el Umelisa Anti-SARS-COV-2 se aplicó para evaluar alrededor de 48 000 muestras de los individuos incluidos en el estudio previo a la vacunación, así como en el ensayo clínico Meñique, en pediatría.

El uso del Umelisa SARS-COV-2 Antígeno ha sido vital en la pesquisa de individuos sospechosos de estar infectados por el virus y en el seguimiento a los pacientes confirmados de tener la enfermedad. La institución logró producir más de cinco millones de determinaciones en apenas ocho meses, puntualizó Niurka Margarita.

Respecto a las aplicaciones actuales de la Tecnología suma, el producto líder de la institución, perteneciente a BioCubaFarma, esbozó que aporta 34 ensayos clínicos, 15 equipos y sistemas de software para 21 enfermedades, entre las cuales figuran las hepatitis B y C, el VIH, el dengue, la fibrosis quística, la enfermedad de Chagas y la lepra.

Imposible no mencionar que, gracias a la Tecnología suma, se hicieron, hasta el presente, casi 12 millones de pruebas para la prevención de enfermedades infecciosas de la madre al feto. Ello posibilitó que Cuba fuera la primera nación en el mundo en eliminar la transmisión vertical de VIH-Sida, condición ratificada el pasado año por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«En 2021 suministramos los reactivos suma demandados por el país, mientras se brindó la asistencia técnica a la red nacional de laboratorios que disponen de esa tecnología, compuesta por más de 2 000 servicios».

Dotado de un capital humano conformado por 495 trabajadores, de ellos 250 mujeres, diez doctores en Ciencias, 59 másteres y 212 graduados de nivel superior, el CIE trabaja hoy en el desarrollo de proyectos relacionados con el empleo de nanopartículas para el diseño de avanzados diagnosticadores y nuevos productos para la pesquisa neonatal, la certificación de sangre, pruebas rápidas y ensayos destinados a la sanidad agropecuaria.

Centro de Inmunoensayo posee la certificación de Empresa de Alta Tecnología. Foto: Cortesía del Centro de Inmunoensayo

Fuente: Granma

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