En Valencia, España, las fuertes lluvias llenaron de pánico a los ciudadanos, pues, se generó una tragedia en pocos minutos. Bosco Hernández, residente en la ciudad contó al Semanario VOZ su experiencia
Por Bosco Armando Hernández Benavides*
Nunca pensé que una lluvia, que en principio solo había mojado mis zapatos, se convertiría en una pesadilla para cientos de familias.
Yo era un transeúnte más, seguía caminando mientras las personas gritaban “¡ya viene, ya viene!”. Sin saber que era, continúo mi dirección, sin embargo, me encuentro con un puente subterráneo que estaba cubierto de agua, y ahí es cuando se acercó un guía civil y me retiró de la avenida.
El agua en cuestión de minutos sobrepasó mis rodillas, después mi cintura y siguió subiendo. Repentinamente fui golpeado por un contenedor de basura que me empujó hacia la pared, con mucho sacrificio, logré llegar a una puerta y pedir auxilio.
Con pánico veo a cientos de personas también gritar y otras siendo arrastradas por el agua, así que, grito aún más fuerte, en ese momento, un señor me abrió las puertas de su casa, agarró mi brazo y me empujó hacia la vivienda, me condujo al tercer piso y me dotó de unos calcetines y una frazada.
Pasaron los minutos e iba tomando calma, así que, nos acercamos a la ventana y vimos como los carros parecían juguetes ante tanta agua. Y solo pude pensar que, ante la fuerza de la naturaleza somos débiles.
DANA me dejó con moretones en las dos piernas, con dolor en todo mi cuerpo, y con una experiencia que nunca podré olvidar.
*Colombiano, estudiante de maestría y residente en Valencia, España.
Con información del Semanario Voz