Mitin de trabajadores del Ministerio del Trabajo, frente a una de sus sedes en Bogotá. Foto J.C.H.

¿Prácticas inhumanas en Mintrabajo?

Por: Redacción Laboral

Con un mitin en la sede territorial Bogotá del Ministerio del Trabajo, el pasado 20 de octubre en horas del mediodía, decenas de trabajadores recordaron y despidieron a su compañera laboral y de luchas sindicales, Johana Paola Montesdeoca Vargas, quien era la presidenta de la Unión Sindical de Servidores Estatales de Colombia, USEC.

En el acto, sus compañeros denunciaron que, con la llegada de la nueva directiva de esta cartera, la dirigente sindical solicitó espacios de diálogo para denunciar situaciones que afectaban a trabajadores, que le apuestan al proyecto planteado por el presidente Gustavo Petro. No obstante, el espacio no se dio.

En junio, Johana Montesdeoca había manifestado que no podía hablarse de paz laboral mientras ella misma era víctima de acoso laboral. De la misma manera, lo eran funcionarias, funcionarios y contratistas. Su queja no tuvo eco.

El 12 de julio, volvió a insistir en sus denuncias, aunque una vez más encontró oídos sordos.

La lideresa manifestó en varias oportunidades sentirse presionada por directivas del Ministerio, afectando su labor tanto como servidora pública, dirigente sindical, como en su vida personal y su salud.

La hospitalización

En agosto, insistió en las denuncias, pero otra vez fue ignorada y, por lo contrario, sometida a un ritmo de trabajo incesante, con comunicaciones y requerimientos en horarios extremos -incluidas noches y fines de semana-. Situación que le provocó alteraciones del sueño, ansiedad constante, crisis de llanto y dolores intensos. Siguió cumpliendo con su labor.

Comenzaron síntomas neurológicos compatibles con neuralgia del trigémino, un trastorno doloroso e incapacitante que, según la literatura médica, puede ser agravado por el estrés prolongado.

El 28 de septiembre, fue hospitalizada, pero continuó cumpliendo con sus responsabilidades por temor a ser señalada, estigmatizada y removida de su cargo. Al siguiente día, informó a su jefa directa, Camila Andrea Bohórquez Rueda, que había sido trasladada a la Clínica Colina, sin obtener respuesta. Al intentar comunicarse nuevamente, le fue indicado que debía reportar su situación a Talento Humano.

El 30 de septiembre, la doctora Bohórquez -informada de su hospitalización-, le solicitó reportar su incapacidad y desconectarse. Ella explicó que no estaba incapacitada, sino hospitalizada y que la historia clínica exigida era reservada.

Petición de humanidad

El 6 de octubre, la lideresa envió un audio a su jefa directa suplicando comprensión. “Le explicó entre lágrimas que no tenía cómo remitir los soportes solicitados y relató la angustia que le generaban las reiteradas peticiones de información médica confidencial. (…). En un audio de más de cuatro minutos expresó su desesperación, denunciando el trato inhumano y la falta de solidaridad con una persona hospitalizada, clamando —una vez más— por respeto y dignidad”, comenta el sindicato.

El 8 de octubre, un funcionario del Ministerio fue enviado a verificar si Johana estaba hospitalizada. A los ocho días, su familia presentó una denuncia ante el Ministerio del Trabajo y otros entes de control, informando que Johana se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos con pronóstico reservado, y solicitando la apertura de una investigación a varios funcionarios. Tuvo un procedimiento quirúrgico y falleció.

Sus familiares, compañeros de oficina y el sindicato exigen investigaciones y el cese del acoso laboral que, paradójicamente, se da en esa entidad. Al cierre de esta edición de VOZ no había habido pronunciamientos de las directivas ministeriales.
Con información del Semanario Voz

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