Cuba conmemora hoy 6 de octubre el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado, en el que rinde tributo a los más de 3.400 ciudadanos fallecidos como resultado de las agresiones de Estados Unidos.
Por: Oscar Hernando Avellaneda Dueñas
La fecha rememora el monstruoso “Crimen de Barbados”: el estallido en pleno vuelo de una nave de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo, debido a un atentado con explosivos orquestado en 1976 por los terroristas Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, agentes al servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del gobierno norteamericano.
El hecho, conocido como el “Crimen de Barbados”, segó la vida de los 24 integrantes del equipo juvenil de esgrima, quienes regresaban a su país luego de competir exitosamente en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte, efectuado en Venezuela. En total murieron 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos.
Ocho días después, el 14 de octubre, los restos de los pocos cubanos que pudieron ser rescatados fueron trasladados a La Habana y velados en la base del Monumento situado en la Plaza de la Revolución José Martí, donde más de un millón de personas les rindieron homenaje.
Hombres, mujeres y niños de todos los sectores de la población desfilaron frente a los féretros y las fotos de las víctimas. En el acto de despedida el Comandante en Jefe Fidel Castro, pronunció un enérgico discurso donde dio a conocer el coraje del Pueblo cubano y su dolor:
“¡Nuestros atletas sacrificados en la flor de su vida y de sus facultades serán campeones eternos en nuestros corazones! ¡Nuestros tripulantes, nuestros heroicos trabajadores del aire y todos nuestros abnegados compatriotas sacrificados cobardemente ese día, vivirán eternamente en el recuerdo, en el cariño y la admiración de nuestro pueblo! ¡Una Patria cada vez más revolucionaria, más digna, más socialista y más internacionalista será el grandioso monumento que nuestro pueblo erija a su memoria y a la de todos los que han caído o hayan de caer por la Revolución!”
“No podemos decir que el dolor se comparte. ¡El dolor se multiplica!” “Millones de cubanos lloramos hoy junto a los seres queridos de las víctimas del abominable crimen. ¡Y cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!”
El criminal atentado provoca aún hoy el repudio de los Pueblos del Mundo, y el rechazo a la impunidad garantizada por EEUU a los confesos asesinos. Bosch y Posada Carriles murieron de viejos en Miami protegidos por la CIA y las organizaciones terroristas que crearon.
A lo largo de los últimos 63 años miles de actos de sabotaje y operaciones encubiertas han sido organizados, ejecutados, y financiados por el gobierno norteamericano. Estas han incluido agresiones económicas, militares, biológicas, psicológicas, diplomáticas, mediáticas y de espionaje, e intentos de asesinato a los líderes de la Revolución, a las que sumó Donald Trump el recrudecimiento sistemático del bloqueo en medio de la pandemia de Covid-19, lo que evidencia su carácter genocida.
En los albores de la Revolución, se había producido el sabotaje al vapor francés La Coubre, que dejó 101 fallecidos, entre ellos seis marinos, quedando 400 personas lesionadas o incapacitadas de por vida.
Al menos 3.478 cubanos han muerto como consecuencia directa de los actos terroristas del imperialismo norteamericano contra la heroica Revolución Cubana, muchos más han muerto en forma indirecta debido a las dificultades que causa el obsoleto y criminal bloqueo que EEUU llama cínicamente “embargo” a Cuba.