El Presidente Gustavo Petro recientemente advirtió: “Hay que reformar el Código Minero, es una ley, y si no se reforma, la gente de La Mojana muere por consumir mercurio que llega con la explotación de oro ilegal”.

Por: Oscar Hernando Avellaneda

La exposición al mercurio (incluso en pequeñas cantidades) puede causar graves problemas de salud. Es tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel, los pulmones, riñones y ojos. Por ello para la OMS (Organización Mundial de la Salud) es uno de los diez productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública.

Existe en varias formas: elemental (o metálico) e inorgánico (al que la gente se puede ver expuesta en ciertos trabajos), u orgánico (como el metilmercurio, que penetra en el cuerpo humano por vía alimentaria). Estas formas de mercurio difieren por su grado de toxicidad y sus efectos en el organismo.

Aunque las personas pueden verse expuestas a cualquiera de las formas de mercurio en diversas circunstancias, las principales vías de exposición son el consumo de pescado y mariscos contaminados con metilmercurio y la inhalación, por ciertos trabajadores, de vapores de mercurio elemental desprendidos en procesos industriales. El hecho de cocinar los alimentos no elimina el mercurio presente en ellos.

La actividad humana es la principal causa de las emisiones de mercurio, procedentes sobre todo de la combustión de carbón en centrales eléctricas, calefacciones y cocinas, de procesos industriales, de la incineración de residuos y de la extracción minera de mercurio, oro y otros metales.

Una vez el mercurio es liberado al medio ambiente, algunas bacterias pueden transformarlo en metilmercurio. Los grandes peces depredadores tienen más probabilidades de tener niveles elevados de mercurio por haber devorado a muchos peces pequeños que a su vez lo ingieren al alimentarse de plancton.

En términos generales hay dos grupos especialmente vulnerables al mercurio. Los fetos son sensibles sobre todo a sus efectos sobre el desarrollo. La exposición intrauterina a metilmercurio por consumo materno de pescado o mariscos puede dañar el cerebro y el sistema nervioso del bebé. La principal consecuencia es la alteración del desarrollo neurológico. Por ello, la exposición a esta sustancia durante la etapa fetal puede afectar ulteriormente el pensamiento cognitivo, la memoria, la capacidad de concentración, el lenguaje y las aptitudes motoras y espacio-visuales finas del niño.

El segundo grupo es el de las personas expuestas de forma sistemática (exposición crónica) a niveles elevados de mercurio en razón de su trabajo, y poblaciones que practican la pesca de subsistencia en las cuales se ha observado que entre 1,5 y 17 de cada 1.000 niños presentan trastornos cognitivos (retraso mental) causados por el consumo de pescado contaminado.

Un ejemplo de exposición al mercurio con consecuencias para la salud pública se produjo en Minamata (Japón) entre 1932 y 1968: durante aquellos años una fábrica de ácido acético estuvo vertiendo en la bahía de Minamata líquidos residuales que contenían elevadas concentraciones de metilmercurio. En la bahía había abundantes peces y mariscos que constituían el principal medio de vida de los ribereños y pescadores de otras zonas.

Durante muchos años nadie advirtió que los peces estaban contaminados con mercurio y que ello provocaba una extraña dolencia que afectaba a la población de la localidad y otros distritos. Al menos 50.000 personas resultaron afectadas en mayor o menor medida, y se acreditaron más de 2.000 casos de la “enfermedad de Minamata”, que alcanzó su apogeo en el decenio de 1950, con enfermos de gravedad afectados por lesiones cerebrales, parálisis, habla incoherente y estados delirantes.

La inhalación de vapor de mercurio puede ser perjudicial para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, los pulmones y riñones, con consecuencias muchas veces mortales.

Las sales de mercurio inorgánicas son corrosivas para la piel, los ojos y el tracto intestinal y, al ser ingeridas, son tóxicas para los riñones, causando desde proteinuria hasta insuficiencia renal (que puede ser mortal).

Tras la inhalación o ingestión de distintos compuestos de mercurio o tras la exposición cutánea a ellos se pueden observar trastornos neurológicos y del comportamiento, con síntomas como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea (dolor de cabeza), disfunciones cognitivas y motoras.

Hay varias formas de prevenir los efectos perjudiciales para la salud, por ejemplo:

1. Promover el uso de energías limpias que no dependan de la combustión del carbón.

La combustión de carbón para la generación de electricidad y calor es una fuente importante de mercurio. El carbón contiene mercurio y otros contaminantes peligrosos de la atmósfera que son liberados cuando el carbón se quema en las plantas generadoras de electricidad, los quemadores industriales y las estufas domésticas.

2. Acabar con la minería del mercurio y el uso de mercurio en la extracción de oro y otros procesos industriales.

El mercurio es un elemento que no se puede destruir. Por lo tanto, cabe la posibilidad de reciclar y destinar a otros usos el mercurio que ya está en circulación, sin necesidad de seguir extrayéndolo de las minas. El uso de mercurio en las pequeñas minas auríferas de tipo artesanal es especialmente peligroso y tiene importantes consecuencias para la salud. Hay que promover y aplicar técnicas de extracción del oro sin mercurio (sin cianuro), y allí donde todavía se utilice hay que emplear métodos de trabajo más seguros para prevenir la exposición.

3. Eliminar progresivamente el uso de productos no esenciales que contengan mercurio e implantar métodos seguros de manipulación, uso y eliminación de los restantes productos con mercurio.

El mercurio está presente en muchos productos, entre ellos: pilas, instrumental de medida como termómetros y barómetros, interruptores y relés eléctricos en diversos aparatos, lámparas (incluidos ciertos tipos de bombillas), amalgamas dentales (para empastes), productos para aclarar la piel y otros cosméticos y productos farmacéuticos.

En el sector salud los termómetros y tensiómetros que contienen mercurio están siendo reemplazados por dispositivos alternativos.

En casi todos los países se utilizan amalgamas dentales. En 2009, una consulta de expertos organizada por la OMS arrojó la conclusión de que una prohibición mundial y a corto plazo de las amalgamas plantearía problemas de salud pública y para el sector de la odontología, pero que en cambio convenía proseguir su eliminación gradual fomentando la prevención y alternativas a las amalgamas, así como actividades de investigación y desarrollo para obtener alternativas costoeficaces, la formación de los profesionales del ramo y un mayor nivel de conciencia pública.

Algunos productos para aclarar la piel añaden cantidades importantes de mercurio inorgánico. Muchos países han prohibido los productos de este tipo porque son peligrosos para la salud humana.

Uso del mercurio en vacunas y productos farmacéuticos:

El mercurio, en forma de tiomersal (etilmercurio), se utiliza en cantidades muy pequeñas como conservante en algunas vacunas y productos farmacéuticos. El metilmercurio es muy diferente del etilmercurio. Este es metabolizado rápidamente por el organismo y no se acumula, por lo tanto no supone un riesgo para la salud. La OMS ha seguido de cerca durante más de 10 años las evidencias científicas sobre el uso del tiomersal como conservante y ha llegado sistemáticamente a la misma conclusión: no hay pruebas de que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas suponga un riesgo para la salud.

La liberación incesante del mercurio en el ambiente como resultado de actividades humanas, la presencia del metal en la cadena alimenticia y sus efectos negativos demostrados en los seres humanos despertaron tal interés que en 2013 los gobierno colombiano y los de 91 países más adoptaron el “Convenio de Minamata”. En él se comprometieron a aplicar una serie de medidas, entre ellas acabar con las emisiones de mercurio a la atmósfera y reducir paulatinamente los productos que contienen este elemento (10 de octubre de 2013).

Acertadamente el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó al Ministerio de Minas presentar el proyecto de ley al Congreso para reformar el Código Minero:

“El Congreso ya verá la responsabilidad que tiene, si quiere sabotear leyes o no. Pero el Código Minero hay que presentarlo, porque la titulación tiene que ir es al pequeño minero”, y agregó “la decisión de Andrés Pastrana cuando hizo aprobar el Código Minero, tenía un eje: la tierra se le entrega a la gran empresa multinacional minera” … “Eso sigue vigente”, dijo y explicó que “eso mandó a miles de mineros tradicionales a la pobreza. A los mineros tradicionales de Colombia no les dieron título. El título iba para los amigos del presidente del partido tradicional de la politiquería regional”.
Imagen: Creador: Natalia Gdovskaia. Imagen propiedad de: Getty Images

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