Ha transcurrido la primera década del fallecimiento del camarada, José Nelson Tovar Rojas, quien pasó a la historia como el primer alcalde comunista en Colombia. Fue alcalde en dos oportunidades en su municipio Coyaima (Tolima), la primera vez mediante decreto firmado por el entonces gobernador, Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez y después por elección popular.
Por Nelson Lombana Silva
Fue un acontecimiento histórico y político de resonancia nacional e incluso, internacional, por cuanto Colombia estaba en el ojo de la comunidad internacional condenada por la violación sistemática de los Derechos Humanos y la cruda estigmatización de que todo comunista era guerrillero. Es meritorio que el entonces gobernador liberal, hoy ministro de la salud, tomara la decisión de nombrarlo.
Causó revuelo nacional. El famoso periodista Yamid Amat, lo entrevistó y la primera pregunta que le formuló era que sí ahora sí los guerrilleros podían transitar libremente por los pasillos del palacio municipal.
Su obra fue monumental. Por eso, el pueblo todavía lo recuerda con gratitud. El gobernador giraba recursos para construir un aula escolar y él se las ingeniaba para hacer alcanzar los recursos y entregar dos, contando siempre con la comunidad.
Arregló carreteras, abrió vías Inter veredales, urbanizaciones, remodelación de viviendas tanto en el sector rural como urbano, construyó acueductos comunitarios, escuelas, le apostó a la educación, a la cultura y a la paz con justicia social. Se mantuvo firme en los ideales comunistas hasta que la muerte lo sorprendió el domingo 14 de septiembre de 2014, en horas de la tarde.
Quizás la diferencia más significativa en relación con los alcaldes de derecha, fue que mientras ellos en su inmensa mayoría, salieron de la alcaldía con casa en el barrio El Vergel en Ibagué, él terminó sus días en el ancianato abandonado hasta por sus propios hijos.
Fue un hombre de acción con unas relaciones humanas excepcionales. Se caracterizó por el buen humor y la fe ciega en el porvenir del país desde las tesis de la izquierda. Tuvo siempre una convicción ideológica en los postulados del Partido Comunista y en el advenimiento del Socialismo, como sistema antítesis del capitalismo.
Estudió en la universidad del Tolima agronomía, pensando siempre en la necesidad de desarrollar el campo y potenciar al campesino. Soñó con la reforma agraria. Por eso destacaba con insistencia las luchas de Timoté, Sánchez, Capera y muchos más aborígenes que dieron su sangre por la causa de los indígenas y la recuperación de sus tierras hurtadas por los invasores españoles y después por la gran oligarquía liberal-conservadora.
Luchó por la paz. Combatió la violencia desatada por los dos partidos tradicionales, buscó el diálogo civilizado y constructivo, resolviendo las contradicciones a partir del diálogo y la argumentación.
En el corregimiento de Castilla se armó huelga exigiendo apoyo del gobierno departamental y central. El gobernador ordena que se comunique con el alcalde para que neutralice la protesta. Qué sorpresa se llevó el mandatario cuando la secretaria le comunica que quien encabezaba el paro es el alcalde, José Nelson Tovar Rojas.
El mandatario comunista fue el mayor impulsor del mega proyecto Triángulo del Tolima, dedicó, prácticamente, toda su vida a este proyecto, proyecto que cuando comenzó a materializarse se apoderó de él, el senador conservador Luis Humberto Gómez Gallo, fijando cínicamente una valla inmensa, con la complacencia y el aval del entonces narco paramilitar presidente, Álvaro Uribe Vélez. Una infamia que hay que denunciar en cuanto espacio sea posible.
Fue concejal en varios períodos, secretario departamental de agricultura, candidato a la asamblea departamental y a la gobernación del Tolima. Trabajó incansablemente, recorriendo los ardientes territorios llevando soluciones a sus hermanos de clase. No se rindió ni se acobardó de las continuas amenazas de muerte de los paramilitares, el militarismo y los grandes hacendados de la región. Fue fiel al pueblo, a la ideología comunista y a sus principios. Diez años después, el pueblo lo sigue recordando, porque lo que no alcanzó a hacer, aún está sin hacerse.
¡Honor y gloria al camarada José Nelson Tovar Rojas, una década después! Su ejemplo sigue brillando inmaculado en el firmamento y en la conciencia de quienes luchan de verdad por desarrollar el Pacto Histórico. Camarada: ¡Hasta la victoria, siempre!
Foto: Nuevo Día