La economía Alemana en situación Bélica. Foto Canva

La Unión Europea empezó el año con la economía cabizbaja

Las expectativas de un crecimiento económico positivo, que el continente europeo esperaba en el nuevo año, rápidamente se derrumbaron por el precario crecimiento de las economías de Alemania, Francia e Italia.

Por: José Ramón Llanos H.

Bien es cierto que el peor comportamiento económico es el de Alemania, al que referimos predominante en este artículo. Pero es necesario también, a vuelo de pluma, mencionar la situación de Francia e Italia.

Francia también contribuye a la incertidumbre de la economía europea del 2025. En efecto, esta tiene una deuda estatal superior al 110 por ciento del PIB, un crecimiento económico de apenas 1,1 por ciento el año pasado y un desequilibrio presupuestal con un faltante previsto del seis por ciento en el 2024. Es tal la situación de este país que el Banco de Francia considera como positiva las expectativas de crecimiento del PIB del 0,9 por ciento.

Sin embargo, el Banco de Francia, el 11 de febrero, anunció las expectativas de crecimiento así: “La economía francesa deberá crecer entre 0,1 por ciento y el 0,2 por ciento en el primer trimestre del 2025, respecto al cuarto trimestre del 24”. La institución antes mencionada considera que, durante el 2025, Francia tendrá una mejora del PIB del 0,9 por ciento.

Italia

Esta nación presenta una situación económica más preocupante. Un crecimiento del PIB de apenas 0,7 por ciento, una deuda pública del 137 por ciento el año pasado y un déficit del cuatro por ciento.

Si a esto le sumamos que el crecimiento promedio del PIB en Italia en los últimos años ha sido del 0,5 por ciento y una expectativa de crecimiento del 0,8 por ciento en el 2025, según el Instituto Nacional de Estadística de Italia, ISTAT. Esto significa que esta institución revisó a la baja sus pronósticos de junio cuando planteaba un crecimiento de la economía del uno por ciento para el año pasado y del 1,1 por ciento para el año 2025.

Otros hechos que se convierten en agravantes de la perspectiva económica del país son la reducción de la población de más de 1.300.000 habitantes y la baja participación de la mujer en el mercado de trabajo. Se entiende porque sectores como el automovilístico y el textil presentan crisis evidentes y contribuyen a las pocas posibilidades de enrumbar positivamente la economía del país.

Alemania

A pocos días de las elecciones en Alemania, el elector de este país enfrenta dos problemas que incidirán en el futuro de esta nación: el ascenso de la extrema derecha y el débil crecimiento económico del país. Es de notar que en esta nación el año 2024 terminó siendo el segundo año en recesión.

Las causas de esta recesión son identificadas claramente por los economistas: la reducción de las exportaciones, el encarecimiento del precio del gas, la baja inversión del Estado y, para completar, el pensamiento negativo de los alemanes preocupados por su futuro.

En efecto, la situación es preocupante: en el 2023 el PIB se redujo 0,3 por ciento y, en el 2024, cuando todos esperaban el inicio de una recuperación, este indicador cayó un 0,2 por ciento. El efecto de esta caída en la economía implicó a la fuerza de trabajo, ya que en enero había tres millones de cesantes, es decir, el 6,4 por ciento, el más alto de los últimos diez años.

La sensación de incertidumbre

Los analistas consideran que sin lugar a dudas un hecho que ha incidido negativamente en la crisis que vive Alemania es la situación bélica. En efecto, Miguel Otero, economista del Real Instituto Cano, explica la situación así: “La guerra de Ucrania ha sido un shock porque Vladimir Putin pueda invadir un país europeo, eso deja una sensación de inseguridad que además se acrecienta con lo inmigración ilegal”.

Además, en buena parte, el crecimiento de Alemania se basaba en que las exportaciones representaban un 30 por ciento del PIB, eso la ubicaba como una gran potencia exportadora a nivel mundial superada solo por Estados Unidos y China.

Era tal su nivel de exportación que, en el 2022, vendió al exterior un poco menos de 1,6 billones de euros. En cambio, las exportaciones el año pasado fueron casi un diez por ciento que las del 2023, lo que representó 1,4 billones de euros, 9,6 por ciento de las exportaciones del 2022.

Una explicación parcial de esta disminución está relacionada con el descenso del crédito por el encarecimiento de las tasas de interés, cuestión que afectó el crecimiento del comercio mundial. Los economistas explican este hecho por la disminución de las ventas a China, consecuencia de que el país asiático compra menos autos y equipos mecánicos que ahora él produce. Un renglón de caída espectacular es la disminución de venta de coches eléctricos a la potencia asiática que ahora los produce con más eficiencia.

Otros factores que impactan la economía germana

Todos los analistas señalan cómo la guerra ruso-ucraniana ha influido en la crisis de la economía, no solo de Alemania, sino de otros países del viejo continente. Las razones son las sanciones contra Rusia que acabaron con el gas barato que vendía este país. Una secuela es el aumento de su precio que afecta no solo a la población consumidora, sino también a las empresas alemanas que utilizan un alto volumen de gas.

Una evidencia de este costo es como a partir del 2023 el gas aumentó su precio en un ciento por ciento para el consumidor común y un 65 por ciento para la industria.

Otras situaciones que pueden afectar la economía europea incluyen la guerra arancelaria que Trump ha comenzado a anunciar con el objetivo de “hacer grande América” y su insólita decisión de debatir con Vladimir Putin la finalización de la guerra ruso-ucraniana sin la participación de ningún país europeo, lo que demuestra el ninguneo imperialista hacia este continente.
Con información del Semanario Voz

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