El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, encabezó este 21 de febrero el homenaje al General de Hombres Libres Augusto César Sandino en un acto para conmemorar el 90 aniversario de su paso a la inmortalidad.
Por: Oscar Hernando Avellaneda
La ceremonia se celebró en el centro de Convenciones Olof Palme de Managua con la asistencia de la vicepresidenta Rosario Murillo, así como las máximas autoridades del Ejército, la Policía y la Asamblea Nacional (Parlamento).
Durante el acto, Ortega calificó a Sandino como el padre de la Revolución Nicaragüense y de la lucha antiimperialista.
“Sandino viene de nuestros antepasados, viene de nuestras raíces. Está en toda Nicaragua… está en el Pueblo y está en la lucha del Frente Sandinista de Liberación Nacional”, ha dicho y enfatiza:
“Querido general, aquí está tu Pueblo, tu juventud, las mujeres, todos listos a seguir luchando para defender la Paz”.
De origen muy humilde, Sandino trabajó como minero en Nicaragua, Honduras y México. En 1926 regresó a su país, ocupado desde 1916 por las tropas que defendían los intereses de las compañías bananeras de Estados Unidos (EEUU).
El 12 de mayo de 1927 en carta dirigida a las autoridades de todos los departamentos anuncia su determinación de luchar hasta el retiro de las tropas de ocupación.
Durante seis años combatió contra las tropas de diferentes gobiernos títeres sostenidas por EEUU, al término de los cuales logró aglutinar unos tres mil combatientes. Organizada bajo su mando, la guerrilla rebelde en su férrea lucha ganó la admiración popular y se convirtió en prácticamente invencible.
El 22 de junio de 1928 el dirigente comunista salvadoreño Farabundo Martí se incorporó a las filas del Sandinismo.
En 1932, luego de importantes victorias sobre las tropas estadounidenses, logró expulsarlas del territorio nacional, y entonces decidió participar, pacíficamente, en la construcción de un mejor país.
Su ejército depuso las armas, sin embargo su prestigio político continuaba siendo una amenaza para la oligarquía, por lo cual, tras aceptar una invitación para acudir al palacio presidencial, fue emboscado y asesinado por Anastasio Somoza, entonces jefe de la Guardia Nacional.
Con su paso a la inmortalidad, el 21 de febrero de 1934, su nombre encarna hoy la lucha revolucionaria del Pueblo Nicaragüense. El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), creado en 1962, se constituyó como continuador de su ideario y de la revolución armada que derrocó la criminal dictadura somocista en 1979.
Su consecuencia y liderazgo en la resistencia armada lo convirtieron en símbolo de lucha por la autodeterminación y su legado perdura en el alma de los Pueblos latinoamericanos, en el ansia de nuestra segunda y verdadera independencia.
Como señala Elizabeth Naranjo en el diario Granma:
“A 90 años de aquella noche negra y ante la amenaza de los buitres imperiales que no dejan de mirar a América Latina por encima del hombro, con la arrogancia de los que ven todavía un patio trasero al sur del río Bravo, Sandino es luz de su país y del continente”
¡Honor y gloria a Augusto César Sandino!