Camilo Cienfuegos Gorriarán fue pilar fundamental de la gesta heroica del Pueblo Cubano que derrocó la tiranía pro imperialista del dictador Fulgencio Batista, el 1° de enero de 1959. Amigo inseparable del Che, su valor hizo que el Pueblo espontáneamente le otorgara el título honorífico de “Héroe de Yaguajay” y “Señor de la Vanguardia”.

Por: Oscar Hernando Avellaneda (*)

Luego del triunfo de la Revolución fue designado Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, cargo desde el cual se ocupó de la detención del traidor Hubert Matos.

Nació el 6 de febrero de 1932 en el seno de una familia trabajadora comprometida con las luchas sociales. Sus padres le inculcan valores tales como la solidaridad y la justicia. Su padre, Ramón Cienfuegos, sastre de profesión, publicó un manifiesto a favor de los soviets que tituló “La Revolución rusa se extenderá por todo el mundo”.

Estudió en la escuela pública donde se destacó por defender a los niños pequeños que eran víctimas de agresiones de niños mayores. En 1948, participó en las protestas populares contra el aumento del pasaje de bus. En 1954, se vincula a la lucha contra la dictadura de Batista y es fichado por los órganos represivos, por lo que se ve obligado a emigrar hacia los Estados Unidos con solo 21 años de edad.

En 1955 fue detenido y deportado a Cuba, incorporándose a las luchas estudiantiles, resultando herido en una manifestación de protesta. Preso y torturado por los sicarios de la dictadura, tuvo que retomar el camino del destierro hacia Nueva York, uniéndose a la oposición revolucionaria en el exilio, allá supo del proyecto que encabezaba Fidel encaminado a emprender la lucha armada contra la dictadura. Aquella empresa encajaba con sus ideales y luego de vencerse su permiso de residencia, llegó a México el 19 de septiembre de 1956.

Enviado al Campamento de Ciudad Victoria desde allí escribió a un amigo: “Esos que luchan, no importa dónde, son nuestros hermanos.”

El 2 de diciembre de 1956 figuró entre los 82 combatientes revolucionarios que desembarcaron en la costa sur del Oriente de Cuba.

Ya en la Sierra Maestra integró la Columna 1 José Martí al mando de Fidel. A mediados de marzo de 1957 fue ascendido a teniente y recibió el mando de la vanguardia. Su perspicacia como jefe guerrillero se acrecienta, razón por la cual pasa en octubre a la Columna # 4 del Che como jefe del Pelotón de la Vanguardia.

El 16 de abril de 1958, fue ascendido a Comandante y promovido a jefe de la Columna 2 Antonio Maceo. Al pasar las fuerzas rebeldes definitivamente a la ofensiva, el 18 de agosto de 1958 recibió la riesgosa misión de que, junto a la Columna 8 Ciro Redondo (del comandante Ernesto Che Guevara) realizara la invasión al centro del país, reeditando la proeza de los mambises en la Guerra de Independencia.

El 1° de enero de 1959 con la huida de Batista y el intento de establecer un nuevo gobierno, recibió la orden de marchar rápidamente hacia La Habana y tomar la máxima fortaleza de la tiranía: el Campamento de Columbia, sede del Estado Mayor del Ejército, misión que cumplió el 2 de enero de 1959. Al día siguiente, el Comandante en Jefe Fidel Castro, lo designó Jefe de todas las fuerzas de Tierra, Mar y Aire radicadas en la provincia de La Habana.

Tomó parte en el recibimiento a la Caravana de la Victoria presidida por Fidel el 8 de enero y en el acto de bienvenida quedó demostrada la confianza de Fidel en Camilo al interrumpir su discurso y preguntarle:

“¿Voy bien Camilo?”, a lo que respondió: “¡Vas bien Fidel!”

El 20 de enero fue designado Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde. Desde su puesto desempeñó importantes tareas mientras reestructuraba las nuevas fuerzas armadas del país. El 18 de febrero firmó la orden militar que disolvió formalmente el Servicio de Inteligencia Militar, el Buró de Represión de Actividades Comunistas y otros cuerpos represivos que durante la dictadura habían cometido gran número de crímenes contra el Pueblo cubano.

El 24 de junio de 1959, tanto en La Habana como en el resto del país, se desarrollan funciones especiales en los escenarios deportivos con el fin de recaudar fondos para la Reforma Agraria. En el hoy llamado Estadio Latinoamericano se acordó un juego de exhibición entre el equipo de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y los Barbudos, selección integrada por miembros del Ejército Rebelde. Se anunciaron como lanzadores a Fidel y Camilo. Pero cuando Camilo entró al terreno, lo hizo con el uniforme de los Barbudos. Los periodistas se le acercaron y Camilo les dijo:

“Yo no estoy contra Fidel ni en un juego de pelota”

Al conmemorarse el sexto aniversario del asalto al Cuartel Moncada, Camilo encabezó la gran marcha de caballería de la columna invasora que había dirigido durante la Guerra de Liberación Nacional. El acto celebrado en la capital contó con la participación de una gran cantidad de campesinos llegados de todo el país.

El 20 de octubre de 1959 Celia Sánchez comunica a Camilo la traición de Hubert Matos. Sin pensarlo un instante, y conociendo la segura reacción de Fidel, Camilo decide adelantársele para que no corra ningún peligro. Acompañado por el Comandante Cristino Naranjo y otros compañeros de su confianza y 20 hombres armados parten en tres aviones alrededor de las cuatro de la madrugada. En el trayecto les explica los acontecimientos, y afirma que ellos tomarán el Cuartel Agramonte, donde se encuentra Hubert sin disparar un solo tiro.

El grupo dirigido por Camilo llega sobre las siete y 20 de la mañana del 21 de octubre y encuentra el Cuartel protegido por una cadena y varias ametralladoras calibre 30. De inmediato ordenó a sus compañeros: “Tumben la cadena y desarmen a los guardias, mientras Cristino Naranjo y otros combatientes del Ejército Rebelde se encargan de tomar todas las postas del Regimiento”

Dentro del Cuartel y solo con cuatro compañeros sube hasta la habitación de Matos. Allí le comunica: “Como Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, asumo el mando de Camagüey y te detengo por alta traición. ¡Tienes que acompañarnos!”

Abortada la conjura Camilo se dirige hacia la Delegación Provincial del Instituto Nacional de Reforma Agraria y allí se reúne con Fidel. Seguidos por el Pueblo recorren la ciudad hasta llegar al Regimiento desde donde hablaron a la multitud para denunciar los propósitos del traidor. Luego Fidel contaría:

“Camilo con su autoridad, su moral, su prestigio y valentía, sometió, doblegó y desarmó a los conspiradores. No hizo falta que el Pueblo llegara al cuartel. Al adelantarse y tomar la fortaleza evitó lo que pudo ser una situación muy peligrosa”

El 26 de octubre, ante el antiguo Palacio Presidencial de Cuba, en La Habana, se reúnen decenas de miles de personas para escuchar al Comandante Fidel Castro. En el uso de la palabra le precedieron el presidente de la República Osvaldo Dorticós y los Comandantes Juan Almeida y Camilo Cienfuegos. Este último se dirigió por última vez al Pueblo cubano, pues dos días después pasaría a la inmortalidad en un trágico accidente aéreo.

El breve discurso de Camilo ante su Pueblo, es considerado como su testamento político, porque en sus palabras define su posición inclaudicable al lado de la Revolución, de los pobres de la tierra y de su querido jefe Fidel Castro expresando:

“Tan altos y firmes como la Sierra Maestra son hoy la vergüenza, la dignidad y el valor del Pueblo de Cuba en esta monstruosa concentración frente a este Palacio, hoy revolucionario, del Pueblo de Cuba.

“Se demuestra esta tarde que no importan las traiciones arteras y cobardes que puedan hacer a este Pueblo y a esta Revolución, que no importa que vengan aviones mercenarios tripulados por criminales de guerra y amparados por intereses poderosos del Gobierno norteamericano, porque aquí hay un Pueblo que no se deja confundir por los traidores.

“Esta manifestación de Pueblo, estos campesinos, estos obreros, estos estudiantes que hoy vienen a este Palacio, nos dan las energías suficientes para seguir con la Revolución, para seguir con la Reforma Agraria, que hoy no se detendrá ante nadie ni ante nada. Porque hoy se demuestra que lo mismo que supieron morir veinte mil cubanos por lograr esta libertad y esta soberanía, hay un Pueblo entero dispuesto a morir, si es necesario, por no vivir de rodillas.

“Porque para detener esta revolución cubanísima tiene que morir un Pueblo entero, y si eso llegara a pasar serían una realidad los versos de Bonifacio Byrne: Si deshecha en menudos pedazos/ llega a ser mi bandera algún día/ nuestros muertos, alzando los brazos/ la sabrán defender todavía. ¡Hermanos, la Revolución está hecha, vuestra sangre no cayó en balde”!

El Che dijo de él:

“Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa… Camilo era Camilo, señor de la vanguardia, guerrillero completo que se imponía por esa guerra con colorido que sabía hacer”.

Como señala el Presidente Miguel Diaz-Canel:

“#CamiloVive en cada cubano valiente, digno, leal, alegre. #CamiloEsPueblo y es compromiso con los valores que lo convirtieron en símbolo de la juventud cubana. Es día para celebrar que naciera en nuestra misma tierra y nos legara su orgullosa cubanía.”

A 92 años de su natalicio, su sonrisa sigue siendo fuerza y esperanza en los tiempos difíciles. Camilo vive en el corazón de millones que lo recuerdan alegre, joven, corajudo y siempre fiel. Modelo de revolucionario, su perseverancia, dignidad incorruptible y capacidad de resistencia, nos enseña el valor que para todo ser humano deben tener sus principios.

Sin duda hoy en Cuba hay muchos Camilos dispuestos a defender la Revolución.

¡Honor y gloria a Camilo Cienfuegos!

(*) Médico Pediatra y Miembro del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba

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