Aunque la Fiebre amarilla por ahora… no es endémica en Bogotá, SI puede afectar a sus ciudadanos, quienes, luego de viajar a lugares donde se han presentado casos de la enfermedad, y sufrir la picadura de zancudos transmisores, regresarán ya con síntomas de la enfermedad o infectados… pero en periodo de incubación. Aunque el subsecretario de Salud Pública de Bogotá asegura, con razón, que la ciudad (por ahora… insisto) no es territorio endémico, no es totalmente cierto como dice el Alcalde, que “en Bogotá no hay riesgo de transmisión de la fiebre amarilla”. De hecho hace algunos años se presentó en esta ciudad un caso de Malaria, enfermedad que también se transmite por la picadura de un “vector” (mosquito), en una persona que trabajaba en la central de Abastos, y NO había viajado fuera de la ciudad. Fue picado por un vector que viajó en un camión que transportaba alimentos desde el departamento del Meta.
Por: Oscar Hernando Avellaneda
La Fiebre amarilla es causada por un arbovirus del género Flavivirus que se transmite a través de la picadura de varias especies de mosquitos. Puede ser grave y provocar la muerte. En promedio uno de cada dos enfermos pierde la vida, porque no tiene tratamiento. (La posibilidad de morir fluctúa entre el 20 % y el 80 %). Sin embargo SÍ puede prevenirse con la vacunación oportuna.
El mosquito Aedes Albopictus puede transmitir la fiebre amarilla, aunque el Aedes Aegypti es el principal vector de la Fiebre amarilla. Pica durante el día, especialmente al amanecer y al atardecer y habita en casi toda la geografía nacional, desde los departamentos cerca a los océanos Atlántico y Pacífico, hasta los llanos Orientales y en las selvas del sur. Las características tropicales y húmedas de Colombia son ideales para que el insecto se reproduzca y propague, no solo la Fiebre Amarilla, sino otras enfermedades como el Dengue, el Zika y el Chikunguña.
Por ahora.. tampoco el Dengue es endémico en Bogotá… ¿Y por ello no se diagnostican y hospitalizan en Bogotá enfermos con Dengue?
¡Claro que si! Con corte al periodo epistemológico XII del 2024, se notificaron en esta ciudad 2.347 casos de Dengue sin signos de alarma, 1.918 con signos de alarma y 39 con dengue grave.
Por tanto es claro que igual que con el Dengue, la Fiebre amarilla SI puede afectar a los bogotanos, luego de viajar a regiones de riesgo y ser picados por los vectores que transmiten la enfermedad.
El período de incubación de la fiebre amarilla es de 3 a 6 días, es decir la enfermedad no aparece de inmediato luego de la picadura del mosquito infectado, sino después de por lo menos 3 días.
El Aedes aegypti se encontraba, hasta hace unos años, principalmente en altitudes de hasta 1000 metros sobre el nivel del mar (msnm). Sin embargo, en 1981 se hizo un estudio que demostró su presencia en 22 municipios por encima de los 1.600 msnm, entre ellos Fusagasugá, (Cundinamarca) a 1.728 m/nm, ubicado a solo 45 km. de Bogotá y Málaga (Santander], a 2.200 msnm, encontrándose índices de infestación de casas con larvas de A. aegypti de 21% y 12.4% respectivamente. Es decir, debido al cambio climático, el vector se está adaptando a alturas antes “impensables” y puede llegar dentro de algún tiempo a la sabana de Bogotá.
Y aterrense! en febrero de 2016 la Gaceta Médica Boliviana (vol. 41, núm. 1) informó la adaptación del Aedes aegypti a 2.550 msnm, en Cochabamba, Bolivia. Bogotá está a 2.600 msnm.
Por lo tanto tiene toda la razón el Presidente Gustavo Petro al señalar:
“No he dicho que en Bogotá hay transmisión de fiebre amarilla, pero la puede haber por el viaje de Bogotanos a zonas de riesgo. Si el mosquito se comportará como antes, no habría infección en las zonas cafeteras. Pero hoy la hay, porque la temperatura promedio aumentó en virtud de los gases efectos invernadero. En Melgar tenemos ya casos de infección y tenemos tráfico permanente entre Melgar y Bogotá” (…) “Por eso la emergencia tiene que venir contrarrestada a través de la prevención en todo el país. Y Bogotá debe prevenir. Irresponsabilidad sería no hacerlo” (…) “El problema no son los casos autóctonos de fiebre amarilla en Bogotá, el primer problema es el contacto con el mosquito en nuevas zonas ya afectadas de carácter templado, pero en pleno proceso de calentamiento. En segundo lugar, que el mosquito traído pueda adaptarse a zonas más frías, también en proceso de calentamiento, hoy ya está en zonas antes templadas”.
Por ahora, el A. aegypti se encuentra en 718 municipios distribuidos en todos los departamentos del territorio nacional a altitudes que no sobrepasan los 2.200 msnm.
Durante la temporada de Semana Santa de 2024, más de 9 millones de personas se movilizaron por las diferentes carreteras del país, y se calcula que este año por lo menos 2 millones salieron de Bogotá. Sin embargo… apenas un poco más de 19.000 fueron vacunadas por la Secretaría de Salud de esta ciudad en los primeros meses del presente año.
La Fiebre amarilla puede producir epidemias de grandes proporciones en poblaciones susceptibles no vacunadas. Se reconocen dos ciclos epidemiológicos, uno urbano que es epidémico y otro selvático o “enzoótico”. En este último, el virus se mantiene en reservorios animales, principalmente monos que sufren la enfermedad, y es transmitido al hombre cuando éste coloniza la selva o visita las zonas enzoóticas. El ciclo urbano se establece cuando el vector es el Aedes aegypti y la transmisión ocurre entre hombre – mosquito – hombre. El ciclo selvático se establece por mosquitos del género Haemagogus aunque se han incriminado experimentalmente Aedes leucocaelenus y Sabethes.
El ciclo de Fiebre amarilla urbana comienza cuando un hombre infectado con el virus selvático viaja a un ambiente urbano donde el A. aegypti está presente. El mosquito vuela no más de 150 metros desde donde nació (salvo que ingrese a un vehículo).
La temporada de lluvias crea condiciones propicias para la proliferación del vector del dengue y la Fiebre amarilla. Sus huevos pueden resistir períodos de sequía por más de un año y las larvas se desarrollan en depósitos de agua quieta dentro de recipientes abandonados, albercas, llantas y también en recipientes de agua para consumo humano.
La enfermedad confiere inmunidad de por vida y la inmunidad pasiva transitoria conferida por la madre inmune al recién nacido se prolonga por seis meses. La inmunidad después de la vacunación contra la Fiebre amarilla es probablemente de por vida.
Otras medidas importantes para evitar las enfermedades transmitidas por los mosquitos tienen que ver con evitar ser picado, y evitar, o al menos reducir, la presencia de ellos en su casa o entorno, por ejemplo:
-Cambiar frecuentemente el agua de los bebederos de animales y los floreros.
-Tapar los recipientes con agua, eliminar la basura acumulada en patios y zonas al aire libre, y desechar llantas o almacenarlas en sitios cerrados.
-Utilizar repelentes en las zonas del cuerpo que estén expuestas.
-Usar ropa adecuada: camisas de manga larga y pantalones largos.
-Dormir bajo mosquiteros o toldillos.
-Lavar y cepillar tanques y albercas.
-Perforar las llantas ubicadas en parques infantiles, ya que pueden acumular agua estancada durante las lluvias.
-Rellenar con tierra los tanques sépticos en desuso, desagües y letrinas abandonadas.
-Recoger basuras y residuos sólidos en predios y lotes baldíos, mantener los patios limpios y participar en jornadas comunitarias de recolección de inservibles mediante actividades comunitarias e intersectoriales.
Pero sin duda, la principal medida preventiva contra la Fiebre amarilla es la VACUNACIÓN, que para ser efectiva debe hacerse al menos DIEZ (10) días antes de viajar.
La edad límite para recibir esta vacuna es de 59 años, 11 meses y 29 días, pues no está autorizada su aplicación a personas mayores de 60 años por los riesgos que implica.
Las vacunas son el mejor y más claro ejemplo de la Medicina Preventiva. Funcionan enseñando al sistema inmunológico a reconocer y combatir enfermedades, lo que permite en la mayoría de los casos evitar dichas enfermedades, y en otros disminuir su gravedad. El Instituto Nacional de Salud (INS) Colombia producía vacunas contra la Fiebre amarilla, el cólera, la rabia, la difteria, el tétanos, la tos ferina y la tuberculosis.
En 1998 el INS reportó para los dos años anteriores la producción de dos millones y medio de dosis de vacuna contra Fiebre amarilla, 140.000 de vacuna antirrábica humana, seis millones y medio de BCG (contra la tuberculosis), casi seis millones de vacuna DPT (difteria, pertussis, tétano), 11 millones de toxoide tetánico, 30.000 dosis de suero antiofídico y 5.000 de suero antirrábico, además de otros productos como sales de rehidratación oral y medios de cultivo. Pero al llegar a la Presidencia el Gobierno de Andrés Pastrana (1998) decidió no apoyar al INS, y su valioso trabajo en Medicina preventiva, y en cambio canceló todos los programas de inversión y llevó al INS a NO producir vacunas.
En cuanto al Dengue, hoy existe una vacuna en Colombia aprobada por el Invima en septiembre de 2023 que desde julio de 2024 está disponible en las cajas de compensación, centros de vacunación, IPS, Cruz Roja y servicios de medicina prepagada. Se recomienda su aplicación entre los 4 y 60 años, con una eficacia del 90 por ciento tras 18 meses de seguimiento. Sin embargo, a diferencia de la vacuna contra la Fiebre amarilla, y poniendo en evidencia el poco interés de las EPS en la Medicina Preventiva, NO ES GRATUITA. Su costo promedio actualmente es de $350.000 pesos.
Como señala Delia Mora: “La actual situación me hace recordar los inicios del covid cuando Petro indicó que todos debíamos usar tapabocas y salieron (los “periodistas” al servicio de la oligarquía) a atacarlo y contradecirlo, el tiempo le dio la razón”.