La Habana.- La lactancia materna no es por solo seis meses sino por dos años y más, para obtener múltiples beneficios para el niño y el sistema sanitario en Cuba, afirmó el experto Pablo Roque.
Por: Joel Michel Varona
No podemos casarnos con los seis meses, ese tiempo está determinado para que el bebé consuma exclusivamente ese producto natural ofrecido por la madre, declaró el jefe de la comisión de Lactancia Materna del ministerio de Salud Pública.
Es un error pensar que es una meta, es un beneficio mayor, para el recién nacido, su progenitora y el sistema sanitario, puntualizó Roque en el contexto de un taller sobre el tema que se realizó en el capitalino hotel Copacabana.
Cuando un niño se alimenta del pecho de su madre no padecerá de algunas enfermedades, las cuales implicarían gastos en recursos, medicamentos y hospitalización en las instalaciones de salud.
Los pediatras y los médicos de la atención primaria deben velar por el cumplimiento por parte de las madres, que no son las únicas responsables, también los padres, familia y la comunidad, dijo el doctor.
El problema con la lactancia materna ya es global, no es exclusivo de Cuba, si usted va al primer mundo verá una situación similar surgida cuando el hombre empezó a enlatar la leche de vaca y muchos galenos dieron su aprobación.
Roque lamentó la ausencia de cultura sobre el tema, de ahí la importancia de que todos los actores se involucren para saber acerca de la lactancia materna, socavada por la gran industria que propone variedades de leche, tetes y biberones. Además -resaltó Roque-tienen tanto dinero que pueden gastar en publicidad.
Consideró como barreras el incumplimiento de código de sucedáneos de la leche materna y la no enseñanza o la poca profundidad con que se aborda el asunto con los profesionales del sector sanitario.
No se concibe que un niño de 15 días se le recomiende jugos naturales u otros productos sugeridos a partir de las tradiciones familiares, siempre con argumentos como mírame aquí todavía o no me pasó nada.
Estas acciones que sabemos que aun ocurren en Cuba, le llamamos antilactancia, sentenció Roque quien aspira a que territorios como Artemisa, Mayabeque y el municipio especial cuenten con sus propios bancos de leche.
Roque destacó una vez más el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en el funcionamiento de estas instalaciones, que ya suman 14 en la mayor de las Antillas.
Explicó que ese producto natural está certificado y para esto se recibe ayuda de la Unicef.
El banco pasteuriza esa leche para evitar la transmisión de enfermedades como la hepatitis B y el Virus de Inmunodeficiencia Humana, y la misma pasa por una cadena frío adecuada.
La leche materna no es igual en todos los casos, como lo es la artificial, tiene requisitos diferentes y es utilizada acorde con el problema clínico de los niños, explicó Roque.
Se podría contar con más de este producto, ya que por año se obtienen tres mil litros, y lo más importante, todo niño que la necesita en Cuba la tiene garantizada, aseguró el experto.
Fuente: Prensa Latina