La Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó en enero de 2023 al Estado colombiano por el exterminio político de la Unión Patriótica. Foto Mónica Miranda

El testimonio del exagente de inteligencia José Dorado ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, será determinante para el futuro del macrocaso que investiga el genocidio político contra el Partido Comunista y la Unión Patriótica.

Por: Simón Palacio
@Simonhablando

La Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, tiene una confesión que será definitiva para el futuro del macrocaso 06 ‘Victimización de la Unión Patriótica’.

Se trata del testimonio rendido por el exagente de inteligencia José Leonairo Dorado Gaviria, quien, en un explosivo testimonio frente al alto tribunal de paz, dio elementos claves para conocer la verdad sobre el plan ‘Golpe de gracia’. Esta estrategia, orquestada por el alto mando militar de la época, tenía como objetivo exterminar de raíz al Partido Comunista y a otras organizaciones políticas de izquierda.

La confesión

La versión de José Dorado, filtrada por W Radio, entregó detalles sobre la participación del Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia, así como de la Brigada XX en el plan de exterminio en contra de organizaciones de izquierda, en especial el PCC, la UP y el M-19.

El exagente de inteligencia, quien también es primo del narcotraficante extraditado Justo Pastor Perafán, explicó que gracias a este parentesco pudo tener una relación con los generales Norberto Adrada Córdoba, Harold Bedoya, Álvaro Velandia e Iván Ramírez Quintero, además de adelantar en 1986 sus primeras misiones en el Cauca infiltrando a la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar.

A propósito del genocidio político contra el PCC y la UP, Dorado Gaviria manifestó que comenzaron a trabajar en esas misiones en 1986. De acuerdo con lo dicho, los organismos de inteligencia equiparaban al proyecto de la UP con la guerrilla de las Farc, estigmatizando directamente al movimiento político y buscando su aniquilación.

Para alcanzar con este objetivo, el Batallón de Inteligencia, BINCI, dispuso de vigilancia y seguimiento para los potenciales objetivos, recaudando por más de una década información de la militancia del PCC, la UP y el M-19. Este equipo estaba al mando del mayor René Sanabria y el capitán Camilo Pulecio.

Por otro lado, de acuerdo con lo expresado por Dorado Gaviria, los grupos de operaciones especiales eran los encargados de secuestrar, “sicariar” o desaparecer a los miembros de las organizaciones de izquierda perfiladas. Estos grupos presuntamente estarían bajo las órdenes del general Álvaro Velandia.

Puso el ejemplo del asesinato del senador de la UP y militante del PCC, Pedro Nel Jiménez Obando, ocurrido el 1 de septiembre de 1986 en Villavicencio, Meta. Ese magnicidio habría contado con la participación de la inteligencia militar.

La confesión también indicó la participación de un capitán de apellido Zuluaga, quien llegó al grado de Brigadier General y que, siendo parte del Batallón Charry Solano, habría coordinado el homicidio de José Miller Chacón, secretario de organización del PCC.

Plan ‘Golpe de gracia’

Según la confesión del exagente de inteligencia, si bien las órdenes eran impartidas por los generales Harold Bedoya, Álvaro Velandia y Mario Montoya, el verdadero líder de este grupo de militares sería el general Iván Ramírez Quintero. De acuerdo con Dorado Gaviria, este alto mando castrense estaba obsesionado con el exterminio del PCC, operación que debía concluir en el año 2000.

A propósito del asesinato del senador y dirigente político del PCC, Manuel Cepeda Vargas, el exagente de inteligencia dijo que este crimen se planeó, coordinó y preparó en la sede de la Brigada XX. El testimonio señala directamente a los militares Harold Bedoya Pizarro, Luis Leonardo Urbina Sánchez, Mario Montoya, Iván Ramírez Quintero, Wilfredo Ruiz Silva y Jorge Eliécer Plazas Acevedo.

Esta empresa criminal también habría acordado acabar con la vida de la presidenta de la UP, y por entonces concejal de Bogotá, Aída Avella Esquivel.

El testimonio de José Leonairo Dorado Gaviria coincide con lo denunciado por el PCC y la UP hace 31 años. El jueves 29 de julio de 1993, una delegación compuesta por el senador Hernán Motta Motta, los representantes Manuel Cepeda Vargas y Ovidio Marulanda, y el director del semanario VOZ, Carlos Lozano Guillén, acudieron a una cita con el ministro de Defensa, Rafael Pardo Rueda, para denunciar formalmente la existencia del plan ‘Golpe de gracia’.

Una fuente militar había advertido a la dirigencia comunista sobre el plan, que se resumía en una estrategia criminal destinada a exterminar a los principales cuadros políticos del PCC y la UP. La lista estaba integrada por Miller Chacón, Manuel Cepeda Vargas, Aída Avella, Álvaro Vásquez, Jaime Caycedo, Hernán Motta Motta, Gilberto Vieira y Carlos Lozano.

A pesar de la seriedad de lo expuesto, el ministro de Defensa del gobierno de César Gaviria no solo desvirtuó la denuncia y exigió pruebas, sino que denunció formalmente ante la Justicia Penal Militar a quienes acudieron a la cita.

La JEP investiga

El 25 de noviembre de 1993, en el sur oriente de Bogotá, se dio el asesinato del secretario de organización del PCC, José Miller Chacón. Era el primero de la lista del plan ‘Golpe de gracia’. Después, el 9 de agosto de 1994 caería el senador Manuel Cepeda, crimen donde el Estado colombiano ya fue condenado por la justicia internacional.

Al respecto, la presidenta de la UP reaccionó: “No puede ser que los militares mencionados estén cómodos en los clubes militares cuando se necesita la verdad de lo sucedido”.

Para la también senadora de la República por el Pacto Histórico, el país necesita esclarecer estos crímenes, judicializar a los verdaderos responsables y garantizar que nunca más se repitan. Los nuevos elementos entregados a la JEP ya se encuentran en investigación.
Con información del Semanario Voz

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