El Comité Mundial de Dirección de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, FDIM, sesionó en Bogotá entre el 20 y el 22 de noviembre. Uno de sus temas centrales fue la tensa situación política internacional
Por Luz Marina López Espinosa
El encuentro trató temas como el renovado bloqueo de Estados Unidos a Cuba y Venezuela, el genocidio palestino, las agresiones sionistas al Líbano y Siria, y un asunto poco conocido: el papel de Chipre como “patio trasero de Israel”, funcional al bombardeo a Gaza y Cisjordania.
Skevi Koukuoma de Chipre, Haytham Arar de Palestina y Aida Nasrallah del Líbano, tres participantes del Comité de Dirección, hablaron con VOZ sobre el espacio, la situación política y sus países. Como originarias de regiones particularmente afectadas por estos conflictos, sus intervenciones reflejan sus preocupaciones sobre lo que padecen sus pueblos.
Chipre
Skevi Koukoma, vicepresidenta mundial de la FDIM, es parte del Comité Central del Partido Progresista Obrero, AKEL. Además, es secretaria general de POGO, organización de mujeres de Chipre.
Hizo un recuento histórico a partir de 1974, cuando Turquía invadió el norte del país en respuesta a un golpe de Estado auspiciado por Grecia. La isla quedó dividida en dos: República de Chipre y República Turca del Norte de Chipre, entidad autoproclamada que solo es reconocida por Turquía. Por tal razón, Grecia y Turquía se disputan la isla hace 50 años.
Skevi fue parlamentaria entre 2015 a 2021. Su intervención fue insistente en la denuncia de cómo su país se convirtió en un enclave militar de Estados Unidos e Israel, violando su soberanía en muchos aspectos.
Su gente ha venido siendo desplazada y discriminada por los millonarios sionistas, los cuales han comprado numerosas propiedades en los lugares más importantes económica y estratégicamente. Convirtieron la isla en un edén de drogas y prostitución.
Esta situación vulnera los derechos de las mujeres chipriotas y del pueblo en general, hecho que nos hace recordar al balneario de Taganga en la costa norte colombiana, convertido en burdel de abuso de niñas menores y consumo de drogas por militares israelíes, que así descansaban de las “fatigas de la guerra”.
Chipre es la isla donde nació Afrodita, la diosa del amor; hoy es el paraíso del sionismo, máquina de odio y muerte. Ironías de la historia.
Palestina
Haytham Arar es secretaria general de la Unión de Mujeres Palestinas, incansable luchadora de la resistencia frente al genocidio de su pueblo. Contó los oprobios que viven las mujeres palestinas en su condición de madres, esposas, hijas y luchadoras por la libertad e independencia de su tierra.
Relata los actos heroicos y de los miles de mártires que esa resistencia conlleva. Los pueblos del mundo llevan casi catorce meses contemplando con dolor e impotencia las atrocidades israelíes, en directo por las redes sociales. Haytham enfatizó en un elemento cultural significativo en esa lucha, que al tiempo de haber sido declarado por la Unesco patrimonio cultural de la humanidad, es criminalizado, prohibido y penado en los territorios palestinos ocupados por el ente sionista y aún más inaudito, en los países muy “demócratas” y “liberales” del civilizado Occidente, colonizados por el sionismo. Se trata de la kufiya.
Esta inofensiva pañoleta con la que los y las palestinas cubren parte de su rostro y hombros, y que identifica no sólo su origen, sino la afirmación de su causa, quién lo creyera, ha sido víctima del odio.
“La kufiya blanca y negra es la original de Palestina. La blanca y roja es jordana. Sus trazos representan: el tejido más tupido, la malla que los pescadores tiran al mar, porque Palestina tiene mar y muchos originarios vivían de la pesca; las rayas anchas, las carreteras por donde transitaban las caravanas de los países vecinos, porque Palestina era epicentro y tránsito de las civilizaciones de la región.
Las figuras que cubren la mayor extensión del manto, son los olivos, árbol y fruto ancestral y emblemático de Palestina.
»Y como el territorio fue colonizado en varias ocasiones, primero se debió luchar contra el ‘mandato’ británico. Y los que hacían la lucha armada se debían tapar la cara para no ser reconocidos y perseguidos. Entonces, se cubrían con la kufiya dejando solo los ojos, y así fue como esta prenda llegó a ser símbolo de la resistencia del pueblo palestino. Esto no se había viralizado en el mundo; lo fue de una manera amplia cuando comenzó la lucha contra la ocupación israelí y con ella se hizo universalmente famoso su fundador y líder Yasser Arafat, uno solo con su manto. Así el mundo conoció lo que representaba la kufiya”, afirmó Haytham.
Líbano
Aida Nasrallah es presidenta de la Liga para los Derechos de las Mujeres Libanesas, coordinadora de la región árabe de la FDIM.
Ella habló del sufrimiento que padecen las mujeres árabes por causa de los conflictos armados e hizo un llamado a la solidaridad con las mujeres palestinas y libanesas. “Hoy, en Gaza, Cisjordania y el Líbano, el derecho está de un lado, mientras la fuerza representada por la alianza entre Estados Unidos, OTAN e Israel está del otro.
»Todo lo que padece esta región es originado por las guerras y con el inicio de la operación terrestre del Líbano, la batalla de allí dejó de ser sólo un apoyo a la defensa de Gaza; se convirtió en una lucha por la defensa del Líbano y su existencia frente a la agresión sionista”. Aida Nasrallah finaliza su intervención con determinación: “Para saborear lo que es la dignidad, libertad y autodeterminación, un pueblo tiene que resistir. Y resistiendo vence. Es verdad, a veces se paga un precio altísimo”.
Con información del Semanario Voz