El Presidente Cyril Ramaphosa de Sudáfrica y el Presidente Xi Jimping de la República Popular China, en la Ceremonia de Bienvenida de la Visita de Estado en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing. Foto GCIS / Flickr
Durante más de cien años, de una u otra manera, el continente africano ha estado en la mira de la agenda diplomática china. Esta relación, a diferencia de otras que someten a este continente a la férula del imperialismo y el esclavismo, tiene una agenda de cooperación y respeto mutuo
Por Alberto Acevedo
En el marco del Foro de Cooperación China-África, que se desarrolló en Pekín, el 5 de septiembre pasado, el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, anunció que suscribió acuerdos de cooperación en distintos campos de la economía y la tecnología, con al menos cincuenta naciones del continente africano. Esto implica el desembolso inmediato de 50.7 millones de dólares y 50 mil millones de dólares más en los próximos tres años.
Durante una intervención en el evento, el presidente de China expresó la disposición de su país de fortalecer la cooperación con África en sectores como la industria, la agricultura, la infraestructura, el comercio y la inversión. Xi Jinping prometió aumentar el apoyo y desarrollar nuevas iniciativas de infraestructura para generar al menos un millón de empleos.
También mencionó la creación de una red de enlaces, terrestres y marítimos, entre China y África para fomentar un desarrollo coordinado e instó a las empresas chinas a regresar al continente africano. China mostró su disposición a ayudar en la construcción de una Zona de Libre Comercio Continental Africana y robustecer la colaboración en logística y finanzas para impulsar el crecimiento en diversas regiones del continente africano.
Digitalización del continente
El compromiso financiero incluyó unos treinta mil millones de dólares en líneas de crédito, diez mil millones de dólares en nuevas inversiones por parte de empresas chinas y montos menores en asistencia militar, entre otros proyectos.
El gigante tecnológico chino Xiaomi atendió, entre los primeros, el llamado de Xi Jinping a regresar a los mercados africanos. El pasado viernes anunció una mayor presencia suya en el desarrollo de industrias emergentes en África.
Durante la Octava Conferencia de Empresarios China-África, en el marco del Foro de Cooperación, el presidente de la compañía, Lei Jun, dijo que esa región es clave en la expansión internacional de Xiaomi. Desde su entrada en 2017, la empresa participó activamente en el proceso de digitalización del continente. Según el directivo, en el segundo trimestre de este año, Xiaomi registró un aumento del 45 por ciento en el envío de teléfonos inteligentes a África, que ahora representa una cuota del doce por ciento del mercado.
En la agenda diplomática china
Durante más cien años, de una u otra manera, el continente africano ha estado en la mira de la agenda diplomática china. Esta relación, a diferencia de otras que someten a este continente a la férula del neocolonialismo y el esclavismo, tiene una agenda sin el ingrediente neocolonial.
A diferencia de los países de Occidente, que se valen del sometimiento a las naciones africanas para controlar los sistemas financieros de gobernanza globales, China no recurre a estas prácticas, ni siquiera las del ‘dumping’.
China, además de país en desarrollo, se siente parte del Sur Global, una característica que acentúa su diferenciación respecto a las relaciones históricas promovidas por las potencias coloniales y neocoloniales. La experiencia histórica de China conecta de modo natural y sin esfuerzo con las esperanzas del continente africano.
Por ejemplo, en la lucha contra la pobreza, China logró sacar de esta a casi cien millones de personas en sólo una década y hoy tiene una clase media de 400 millones de habitantes, resultado del proceso económico alternativo, de modernización y desarrollo.
China tiene, por lo tanto, lecciones valiosas que compartir. Para combatir el hambre, empoderando a los pequeños agricultores y a los hogares para aumentar su producción agrícola, China ha enviado cientos de expertos agrícolas a África y ha ofrecido miles de oportunidades de formación a profesionales agrícolas africanos. Fomentar el desarrollo de talentos agrícolas de alta calidad y promover la agricultura en África son pasos esenciales para que este continente pueda iniciar un nuevo camino de progreso.
Con información del Semanario Voz