El 3 de julio, ya en libertad, Julian Assange cumplió 53 años de vida, de los cuales 14 fueron bajo la persecución de Estados Unidos, por develarle al mundo cientos de miles de pruebas sobre la oscura política exterior de ese país

Por: Greter Valdés Llopiz

Hacía mucho tiempo que no celebraba un cumpleaños en libertad el paradigmático periodista australiano Julian Assange, fundador en 2006 de Wikileaks, organización de medios multinacional y una biblioteca asociada que ya ha publicado más de 10 millones de documentos y análisis censurados o restringidos que involucran guerra, espionaje y corrupción.

El mes pasado, un juicio realizado en el distrito de Saipán, de las Islas Marianas del Norte, en el Pacífico, hizo esto posible después de que se llegara a un acuerdo con el Departamento de Estado de EE. UU., según el cual Assange aceptaba declararse culpable de espionaje, aun cuando la opinión pública internacional consideró un derecho a la información y a la libertad de expresión la publicación por parte de Wikileaks, entre 2010 y 2011, de más de 700 000 documentos secretos. El hecho se convirtió en la mayor filtración de informaciones clasificadas en la historia norteamericana.

En respeto a lo vivido, repasemos qué contenían esos archivos que le costaron la privación de la libertad durante casi 13 años (más de cinco en la prisión de Belmarsh y casi siete refugiado en la embajada de Ecuador en Londres).

LO QUE NOS REVELÓ WIKILEAKS

A través de Wikileaks, el 25 de julio de 2010 fueron publicados más de 91 731 documentos militares estadounidenses relacionados con la guerra de Afganistán.

Unos tres meses después, se divulgarían 391 000 clasificados relacionados con la guerra de Irak, en los cuales se indicaban nuevas cifras de civiles iraquíes asesinados, entre otros datos.

Luego, el 28 de noviembre de 2010 saldrían a la luz 251 287 archivos del Departamento de Estado, la mayor parte secretos, confidenciales y demoledores para la imagen de la mayor potencia económica del mundo.

En general, los registros detallan las operaciones en las guerras de Irak y Afganistán, y dan acceso a cables diplomáticos que revelan las actividades de espionajes y política exterior estadounidense.

De la guerra en Afganistán se develó, por ejemplo, que en un ataque devastador de la Alianza de países de Europa y Norteamérica (OTAN) habían sido asesinados miles de civiles, así como la manera en que se desarrollaban los ataques talibanes mediante acciones tácticas cuestionables, refiere el diario The Guardian.

Otro elemento de peso revelado, esta vez en abril de 2011, fue la situación de los presos en la cárcel de Guantánamo, al explicar las torturas y juicios sin causa determinada realizados a los acusados, algunos de los cuales fueron abusados durante el período de condena, lo que generó una oleada de críticas al irrespeto estadounidense a los derechos humanos.

En los casi 800 documentos militares clasificados se detallaban las supuestas actividades terroristas de miembros de al Qaeda capturados y alojados en las instalaciones de detención en la cárcel estadounidense de Guantánamo.

Uno de los casos denunciados fue el de Shaykh al Libi, quien bajo tortura confesó que miembros de Al Qaeda habían contactado con Sadam Hussein para negociar la adquisición de armas biológicas y de destrucción masiva, lo que sería usado como pretexto por el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, para invadir Irak.

Tras el gran estallido informativo, el periodista fue perseguido y acusado por parte de EE. UU. de más de 18 delitos, lo que lo lleva a solicitar asilo político en la embajada de Ecuador en Londres, lo que le fue concedido por el expresidente Rafael Correa.

Mientras, Wikileaks no detuvo su trabajo informativo. El 23 de junio de 2016 divulgó que tres presidentes de Francia, Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y François Hollande, habían sido espiados entre 2006 y 2012 por la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. Shock mundial.

Luego destaparía que también fueron «pinchadas» las comunicaciones de dirigentes de los gobiernos de Japón, Alemania e Italia.

El funcionamiento del sistema político de EE. UU. fue, igualmente, objeto de examen público tras divulgarse, el 27 de julio de ese mismo año, mensajes de voz hackeados al Comité Nacional Demócrata (CND) que ponían en evidencia a donantes buscando favores de los políticos.

Tres años después, en 2019, le fue retirado a Assange el permiso de permanecer en la embajada de Ecuador en Reino Unido, tras lo cual fue detenido y encarcelado durante cinco años.

Profesionales de la prensa por todo el mundo, intelectuales y figuras políticas de alto impacto se sumaron a la campaña por su libertad que alcanzó, al fin, en la mañana del 24 de junio, cuando dejó tras sí las rejas de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, después de haber pasado allí 1.901 días.
Con información de Granma

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