Jefferson Corredor Uyaban, Integrante del Comité Ejecutivo Central del PCC.
El próximo 26 de abril se llevará a cabo el XXIV Congreso Extraordinario del Partido Comunista Colombiano, un evento de especial importancia para los sectores revolucionarios, la izquierda y las fuerzas democráticas del país. Este encuentro busca fortalecer la unidad y avanzar en la construcción de poder popular, con el objetivo de consolidar las transformaciones que Colombia necesita y contrarrestar el avance de la extrema derecha, que amenaza con revertir los logros alcanzados por el gobierno del Pacto Histórico.
Por Jefferson Corredor Uyaban
Desde nuestra fundación en 1930, hemos impulsado una táctica de unidad amplia para articular a diversos sectores en torno a una agenda común orientada a conquistar la apertura democrática. El Partido ha asumido con claridad que solo mediante la convergencia de las fuerzas populares es posible superar las brechas de desigualdad impuestas por las élites del país. Esto ha permitido que hoy sindicatos, organizaciones campesinas, de mujeres, de jóvenes, movimientos sociales y otros partidos de izquierda encuentren espacios de diálogo y acción indispensables para garantizar la participación de las mayorías en la vida política nacional.
En coherencia con nuestro programa, el PCC contribuye activamente a cimentar una base que permita a las clases populares profundizar los cambios ya iniciados. A pesar de la dura arremetida de la clase dominante, el gobierno de Gustavo Petro ha logrado implementar reformas significativas en los ámbitos social, pensional y agrario, demostrando que otra Colombia es posible. Por ello, y en consonancia con nuestros principios, seguimos trabajando para ampliar la base de apoyo a un proyecto de nación inclusivo y soberano. La militancia comunista, junto con otros sectores, debe seguir impulsando este proceso con determinación.
La coyuntura actual exige trascender la retórica y materializar una unidad operativa capaz de convertir las coincidencias programáticas en capacidad de acción transformadora. Consciente de este desafío, el PCC propone que el XXIV Congreso Extraordinario marque un punto de inflexión para la consolidación del Pacto Histórico-Movimiento Político, no como mera suma de siglas, sino como una verdadera arquitectura política.
Esta arquitectura debe sostenerse en dos ejes transversales. El primero es una plataforma común de lucha que priorice la defensa de las reformas sociales y la ampliación de derechos fundamentales, estableciendo mínimos programáticos no negociables. El segundo es una unidad de acción que articule el trabajo parlamentario con la movilización social y la organización territorial.
La viabilidad del proyecto Pacto Histórico-Movimiento Político dependerá de su capacidad para convertirse en una herramienta al servicio de las mayorías. Esto implica superar el electoralismo coyuntural y avanzar en la construcción de poder popular duradero, con una pedagogía política que transforme la indignación en organización.
Este Congreso no solo reafirmará la vocación unitaria hacia la construcción de un Frente Amplio, sino que, desde nuestra memoria de resistencia y nuestro horizonte comunista, el PCC deberá seguir consolidando su rol como fuerza política transformadora, comprometida con las profundas reformas sociales, económicas, políticas y culturales que Colombia necesita, y con una salida negociada al conflicto armado.
Con información del Semanario Voz