Con un llamado al cese del genocidio israelí contra el Pueblo Palestino, al desarme nuclear, la coexistencia pacífica, y al fin del bloqueo económico, financiero y comercial que impone Estados Unidos (EEUU) al pueblo de Cuba, sesionó el Encuentro Regional de las Américas del Consejo Mundial de la Paz, en la ciudad de Santiago de Cuba.

Por: Oscar Hernando Avellaneda

Niurka Bell, miembro del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, dio la bienvenida a los asistentes y recordó la vigencia del pensamiento martiano y solidario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, e invitó a decir NO a las injusticias, NO a los genocidios, NO a las guerras y continuar apoyando a los Pueblos que defienden sus derechos y soberanía, y llamó a convencer a todos los hombres y mujeres dignos a buscar la Unidad, factor determinante de todas las victorias.

El presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Fernando González destacó «el complejo escenario que vive la región y lo prioritario que resulta la solidaridad con los Pueblos bajo ocupación, dominio colonial o con presencia militar extranjera», y ratificó que Cuba no promueve, ni promoverá jamás el terrorismo, e hizo un llamado a pacifistas e investigadores a estudiar y pronunciarse respecto a la guerra cibernética, y contra la campaña de EEUU que estigmatiza a Cuba como país patrocinador del terrorismo.

El Secretario ejecutivo del Consejo, Iraklis Tsavdaridis convocó a las naciones latinoamericanas presentes en la reunión a valorar los logros del proyecto social cubano y expresó la necesidad de que los líderes de las organizaciones pacifistas trabajen arduamente por la Paz y en oposición al intento de recolonización en América Latina.

La sesión coincidió con el 75 aniversario del Consejo Mundial de la Paz (CMP), que es un movimiento internacional antiimperialista, democrático, independiente y no alineado, que actúa en cooperación con otras organizaciones internacionales, y es la mayor estructura por la Paz Internacional, con sede en más de 100 países.

Desde su creación hace 75 años, el 6 de mayo de 1949, ha sido una organización que trabaja por la Paz, el desarme y la seguridad mundial, la justicia económica, social y el desarrollo, la protección del medio ambiente y los Derechos Humanos, la solidaridad y el apoyo de los Pueblos y los movimientos de liberación que luchan por la independencia, la soberanía y la integridad de sus países, y contra el imperialismo.

Colabora en las acciones para eliminar las armas nucleares, químicas y biológicas, y para reducir las armas convencionales.

También actúa en pro de la solución de los conflictos regionales sobre la base del respeto de los derechos de los Pueblos a la libre determinación.

El CMP se ha adherido a los principios y objetivos establecidos por sus fundadores y se inspira en la carta de la ONU, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los principios del Movimiento de Países No Alineados y el Acta Final de la Conferencia de Helsinki sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa.

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