Claudia Flórez – 30 años sin Manuel. Foto redes sociales
Palabras de Claudia Flórez Sepúlveda, secretaria general del Partido Comunista Colombiano, en la conmemoración del XXX aniversario del infame asesinato de Manuel Cepeda Vargas
Por: Claudia Flórez
Buenas tardes, amigas, amigos, compañeras, compañeros, camaradas.
Agradecemos a todos y todas la participación, la aceptación de la invitación para conmemorar la vida del camarada Manuel Cepeda Vargas.
Han transcurrido 30 años del asesinato de Manuel Cepeda Vargas quien era Un artista en la política, como titula el documental de Lisandro Duque.
El 9 de agosto se ha convertido, en las últimas tres décadas, en una fecha muy importante para el pueblo trabajador, urbano y rural, para el movimiento artístico, para las organizaciones sociales que luchan por la paz y para la izquierda revolucionaria del país, porque evocamos, con convicción, aquella cita del poeta universal Pablo Neruda: “podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.
Quiero resaltar tres aspectos puntuales. El primero es que se evidencia un cambio en el sentido de época, justamente a pocos días de celebrar los dos años del primer gobierno progresista en el país. Un cambio con resultados importantes en el camino de acceder a la justicia social.
Siguiendo el legado del camarada Manuel y de miles de personas que murieron por la causa de la paz democrática y la justicia social, hoy estamos comprometidos con esta transformación social, que tiene el propósito de mejorar sustancialmente la vida cotidiana de las mayorías, de la gente común, de la gente de a pie.
El segundo aspecto es que estar acá significa honrar una larga lucha jurídica y política por la justicia y la verdad que han liderado María e Iván Cepeda Castro, el Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”, el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, otras organizaciones defensoras de los derechos humanos y la abnegada militancia del Partido, también de otras organizaciones sociales que, en incontables manifestaciones, alzaron con valentía la consigna del SIN OLVIDO.
Precisamente, el documental Un artista en la política, del maestro Lisandro Duque, hace parte de esa larga batalla. Este documental no solo es una medida de reparación en la histórica sentencia del caso Manuel Cepeda Vargas en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sino una maravillosa pieza documental que nos permite conocer a fondo el perfil político, periodístico, artístico y familiar del camarada Manuel. Es, además de esa complicidad y camaradería que desarrolló junto a la entrañable Yira Castro, un ejemplo genuino del amor revolucionario.
Es cierto que las balas del terrorismo de Estado y el paramilitarismo nos arrebataron a Manuel, pero las dos horas y quince minutos de duración del documental Un artista en la política son suficientes para declarar que la extrema derecha fue derrotada.
Así que, como premonitoriamente dijera Manuel Cepeda Vargas en su última columna para el semanario VOZ, Colombia vive y sueña. Y sí, treinta años después, el país vive más que nunca y sueña con una revolución social todos los días.
Finalmente, quiero referirme a su faceta como periodista. Como ustedes saben tuve la hermosa y exigente experiencia de dirigir el semanario VOZ. La responsabilidad era mayor si consideramos que al frente del periódico estuvieron extraordinarias personas como Juan Francisco Mujica, Manlio Lafont, Álvaro Oviedo, Carlos Lozano y, por supuesto, el gran Manuel Cepeda Vargas.
Traigo a esta conmemoración este rol porque aún en VOZ seguimos sus enseñanzas, tanto las veteranas como las nuevas generaciones de periodistas. Quienes no pudimos conocer a Manuel, encontramos en sus entrevistas, crónicas, reportajes, editoriales y en su columna Flecha en el blanco, un verdadero referente de ética periodística, de compromiso con el derecho a la información que tiene el pueblo colombiano, hoy atacado por las noticias falsas y las agendas impuestas por los medios corporativos de comunicación.
Manuel vive en el Partido Comunista, en la JUCO, en la prensa alternativa, en los colectivos artísticos de la calle, en los movimientos que luchan por la Paz Total, en las organizaciones defensoras de los derechos humanos, en el pueblo indignado que hace dos años logró el cambio político.
Camaradas, amigas, amigos, hoy 9 de agosto de 2024, conmemoramos que no han logrado detener la primavera. Gracias.
Con información del Semanario Voz