¡Nunca más genocidio contra el pueblo colombiano!, hoy lo gritamos desde el vientre con dolor, rabia, tristeza, pero con la madurez y la firmeza no sólo de continuar, sino de fortalecer el proceso de resistencia social, político y comunitario de unidad y construcción del poder popular para los cambios.

Por: Juan Carlos Sandoval Mendoza(*)

El vil y cobarde asesinato sucedido el 23 de febrero en horas de la noche en la ciudad de Florencia, de la lideresa Ludivia Galíndez Jiménez, integrante de la asociación nacional de mujeres por la paz y la defensa de los derechos de la mujer colombiana ASODEMUC, militante del Partido Comunista Colombiano en el departamento del Caquetá, una mujer entregada a las causas de las comunidades, las organizaciones populares, comunales, la defensa de los excluidos y explotados, de los desprotegidos y vilipendiados, que enarboló las banderas de las y los campesinos, las juventudes y sobre todo de las mujeres y de la paz con justicia social que hoy coloca cimientos firmes con el primer gobierno democrático, popular y de izquierda con Gustavo Petro no puede quedar impune, los organismos de inteligencia e investigación tienen el deber de hallar a los responsable y llevarles ante la justicia y se produzca un mensaje de verdadero rechazo a toda acción que atente contra la vida y mucho más de una lideresa de los derechos del pueblo.

Desde nuestro gobierno se debe inmediatamente revisar la aplicación de los programas, proyectos y acciones de protección y seguridad humana de la política de la “Colombia potencia de la vida”, particularmente de las lideresas y líderes sociales y defensores de derechos humanos contra quienes el poder del establecimiento hoy se concentra y se ensaña por ser el soporte del apoyo social y popular al gobierno de los cambios.

Nos siguen matando y no pueden las metodologías, normativas y leguleyadas del establecimiento neoliberal y mafioso seguir deteniendo el mandato popular que se expresó en las urnas en rechazo a la anterior política, y que hoy reclama verdaderos cambios que se concreten en el territorio con: trabajo establece, bien pago y bienestar para las y los trabajadores y sus familias, con una salud que coloque al centro de su objetivo la vida y no la ganancia, por una pensión digna para todos, por detener el abuso de las empresas prestadoras y de los servicios públicos, entre otros que sólo se garantiza con la aprobación de las reformas que hoy el ejecutivo ha puesto en discusión ante el Congreso de la República. Toda vida, así sea una, justifica y reclama toda la acción del Estado para garantizar su integridad, seguridad y tranquilidad para desarrollar sus actividades de liderazgo y servicio a las comunidades.

Se acerca una conmemoración más del día de la mujer el 8 de marzo y amerita una fuerte y masiva, pero sobre todo unitaria movilización social en defensa de los derechos de las mujeres, de su vida, liderazgos y libertades. Alejados de las componendas, muñequeos y acuerdos ilegítimos por las alturas de élites de las organizaciones sociales y políticas alternativas y democráticas) debe por fin darse paso una vanguardia colectiva con protagonismos de las mujeres y jóvenes desde una tradición de resistencia y lucha que mande un claro mensaje al país y al mundo de repudio a los asesinos y de respaldo a las luchas del pueblo, su gobierno en cabeza de Gustavo Petro y su agenda legislativa de cambios.

Barranquilla, 26 de febrero de 2024.

(*) Elaboró Juan Carlos Sandoval Mendoza: Administrador público. Educador popular. Defensor de derechos humanos. Dirigente social y político. Humanista, revolucionario y comunista.

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