Este artículo describe el tránsito del autor de El Capital hacia el materialismo histórico
Para 1844, Carlos Marx había identificado el comunismo no como una abstracción filosófica, sino como formación económico social que empoderaría al proletariado.
Por José Ramón Llanos H.
En efecto, Marx, en uno de sus escritos de 1844 titulado Economía política y filosofía, afirma: “El comunismo es la forma necesaria y el principio dinámico del futuro próximo. Pero el comunismo no es, como tal, el fin del desarrollo humano”.
En su libro La génesis del materialismo histórico, Paul Kägi sostiene que: “Carlos Marx pasó a adherirse al comunismo entre el otoño de 1843 y el verano de 1844” (1974, p. 115). La primera manifestación de este tránsito hacia una concepción científica de la sociedad y el hombre la plantea inicialmente ─todavía sin desarrollar─ en los Manuscritos del 44.
Una valoración acertada de este texto y su lugar en el proceso de maduración de Marx la encontramos en Adolfo Sánchez Vásquez. Este afirma ─en su libro El joven Marx─ que los Manuscritos “No son la obra definitiva de Marx como sostiene la interpretación humanista ni tampoco son una obra premarxista, como se establece en la interpretación althusseriana, sino que desempeña un papel importante en el proceso de formación del pensamiento de Marx y de fundamentación en los objetivos humanistas del socialismo”.
El Manifiesto Comunista
Entre 1847 y 1848, Carlos Marx, junto con Federico Engels, escribió el más importante documento de la historia revolucionaria del mundo: El Manifiesto del Partido Comunista. Este se convirtió en el orientador ideológico de los marxistas de todo el orbe. Como se sabe es uno de los textos traducidos a más de doscientos idiomas. Es en este documento en el que Marx evidencia los resultados del análisis materialista histórico aplicado al estudio del capitalismo.
Según Álvaro Vásquez del Real, “El primer mérito histórico de El Manifiesto es el de haber proyectado la imagen de los trabajadores particularmente de la clase obrera como protagonistas sin los cuales no es posible entender la historia. Pero, igualmente, y esto en segundo lugar, el análisis historicista de El Manifiesto muestra con fuertes colores la escena en que se mueven las contradicciones de clases que le dan sustento al desarrollo de la sociedad y de la historia”.
La Nueva Gaceta Renana
Uno de los aportes más significativos de Marx y Engels a la Revolución de 1848 fue La Nueva Gaceta Renana. Esta se editó en Colonia desde el primero de junio de 1848 al 19 de mayo de 1849. Es el primer diario marxista de la historia. La idea de editar este diario la habían concebido y analizado Marx y Engels estando en París.
Tuvieron la fortuna de que pudieron financiarlo por las suscripciones de liberales, pequeños burgueses y, en general, demócratas de varios talantes. El director de La Nueva Gaceta Renana fue Carlos Marx y, lógicamente, en la redacción estaba Federico Engels. Todos los miembros del Comité de Redacción pertenecían a la Liga de los Comunistas.
En la medida en que a través de sus múltiples ediciones se fue reafirmando su talante revolucionario, muchos de sus accionistas iniciales le retiraron su apoyo. Por esa razón, Marx y Engels tuvieron que pagarlo con sus recursos personales.
Merece una explicación el subtítulo de ese periódico “Órgano de la Democracia”, por supuesto, periódico en el cual Engels y Marx desempeñaron una acción tan importante. Debemos entender que el concepto democracia no tiene el mismo contenido que el que le asigna la burguesía.
Para la época ya es conocido que para Marx y Engels la palabra ‘democracia’ tiene el contenido de comunismo, como en efecto ellos afirmaban: “La democracia de nuestro tiempo es el comunismo”.
Además, en El Manifiesto queda establecido que forjar la democracia significaba convertir al proletariado en clase dominante, lo cual implicaba la efectiva igualdad de los hombres al eliminar la explotación de proletarios y campesinos por parte de la burguesía. En varias publicaciones, Marx afirmaba que la construcción del socialismo significaba implantar un efectivo y real humanismo en la sociedad.
La Revolución de 1848
Marx y Engels, en junio de 1848, participaron activamente en la Revolución Alemana y siguieron con atención el proceso en los otros países europeos. Todos los biógrafos de Marx reconocen la importancia de esa publicación para conocer los principales hechos de la Revolución de 1848.
La Nueva Gaceta Renana se consolidó como la principal fuente historiográfica clave para comprender los procesos políticos que se desarrollaron en Europa en el importante año de 1848. Este medio de comunicación jugó un papel importante en la difusión del pensamiento de Marx y Engels, así como en la valoración de los acontecimientos políticos y las acciones subversivas ocurridas en Alemania y los otros países continentales. Durante los meses en que circuló este periódico, lo posesionaron como efectivamente crítico y revolucionario.
Era tan efectiva la tarea desarrollada por la Nueva Gaceta Renana que, finalmente, le significó el cierre, según afirma Franz Mehring, “sin ningún motivo externo concreto, basada solo en las tendencias y campañas peligrosas del periódico”. El 19 de mayo circuló la última edición de este periódico dirigido por Carlos Marx.
Como es sabido, la Revolución del 48, en Alemania, se desarrolló durante catorce meses y constituye la única confrontación armada en donde actuaron directamente Carlos Marx y Federico Engels.
La teoría político-económica de Marx tiene algunos elementos consecuencia de su participación en esta Revolución, este hecho lo destaca Lenin, quien afirma en 1907, citado por Fernando Claudín (Marx, Engels y la Revolución de 1848): “De ahí parten, o sea de la Revolución del 48 para analizar los destinos del movimiento obrero y de la democracia en una serie de países. A ese momento retornan siempre que se trata de definir, en la forma más expresiva y depurada la naturaleza interna de las diversas clases y sus tendencias”.
Foto: Archivo Voz
Con información del Semanario Voz