Desde la Federación Democrática Internacional de Mujeres FDIM, saludamos este séptimo aniversario de la firma del Acuerdo de Paz entre las otrora FARC y el Gobierno colombiano. Las organizaciones de mujeres tenemos aún preocupaciones en lo relacionado con la completa implementación del Enfoque de Género en el Acuerdo, del cual hemos hecho seguimiento en estos 7 años. A pesar de evidentes avances y logros, falta mucho por cumplir de los 130 compromisos pactados. Hoy 25 de noviembre cuando las mujeres del mundo nos movilizamos para denunciar y reclamar por la violencia contra nosotras, consideramos urgente como parte de la construcción de la Paz Total, la plena implementación del Acuerdo. Las y los 410 excombatientes asesinados, cifra estremecedora, nos lleva a pensar que desde sectores del Estado y de la sociedad no ha habido voluntad política para defender la vida de quienes le apostaron a la paz.
Y en este día emblemático, las mujeres de Colombia con las de todo el mundo, levantamos nuestra voz enfática y airada por el horror del Genocidio que se está cometiendo en Palestina, el pico más elevado en los setenta y cinco años que lleva ese designio criminal del Sionismo impúdicamente reconocido. Las mujeres de Colombia no caemos en la pérfida conjura mediática que habla de guerra entre Israel y un supuesto grupo terrorista llamado Hamas. Lo tenemos muy claro: no es guerra. Es Genocidio. En él van caídos alrededor de veinte mil palestinos, más de la mitad mujeres y niños. Fuera de los mutilados y mutiladas y los que agonizan entre los escombros. Contra ello nos levantamos hoy las mujeres en Colombia.
La FDIM no puede quedar callada. Nuestras hermanas palestinas necesitan de nuestra solidaridad. La que tiene que ser efectiva, tomando las calles, las universidades, y todo espacio posible para denunciar el Holocausto transmitido en vivo y en directo ante la mirada cómplice de los poderes del mundo.
La Federación Democrática Internacional de Mujeres, FDIM, nos ponemos del lado correcto de la historia, del lado de los pueblos oprimidos. Para ellos, nuestro abrazo de amor y resistencia. Y desde el dolor que nos embarga, saludamos al presidente Gustavo Petro y a la vicepresidenta Francia Márquez. Sabemos de su compromiso con la paz, y su apuesta firme y sincera con la implementación del Acuerdo suscrito con las FARC. Y les convocamos y apoyamos para que su gobierno enfatice la absoluta e irrestricta solidaridad con Palestina, y repudie el régimen que tal atrocidad comete contra ella.
“Las mujeres del mundo le apostamos a la paz de Colombia y de Palestina”