Para los habitantes del barrio Balcones de la Esperanza, ubicado en el municipio de Los Patios, en jurisdicción del área metropolitana de Cúcuta, regresó la alegría y la motivación de unirse como comunidad, gracias a la construcción de una placa huella a cargo de los aprendices del Centro de Formación para el Desarrollo Rural y Minero, de la Regional del SENA de Norte de Santander.
Los residentes de esta zona montañosa tuvieron que vivir durante trece años con la calle polvorienta y deteriorada, lo que dificultaba la movilidad y el tránsito de los habitantes de la comunidad y visitantes.
Debido a esto, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) emprendió la transformación de este sector, con la construcción de 80 metros lineales de placa huella, con andenes y cunetas de aguas lluvias.
Durante un mes, los 21 aprendices de la formación complementaria en placa huella para vías terciarias lograron cambiar este entorno y culminaron la obra, beneficiando a más de 800 familias que residen en este barrio de Los Patios.
Jairo Alonso Martínez, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal, resaltó la labor del SENA y aseguró que esto traerá un cambio positivo para toda su comunidad.
“Gracias al SENA, que vino a hacer esta labor social tan linda. Esta carretera llevaba más de 13 años en los cuales ni siquiera los carros podían subir, estaba muy deteriorada. Gracias a Dios, ya se ha visto un mejor ambiente, ya los niños pueden salir a jugar, a correr y pensando en los abuelos, que era muy complicado para ellos salir a sus citas médicas”, aseguró el líder comunal.
Entre tanto, Juan Carlos Turizo, aprendiz de este programa, insistió en que, gracias a los conocimientos que adquirió junto con sus compañeros, pudo concretar esta obra para la comunidad que tanto la necesitaba, por lo que, entre sus planes, está continuar formándose con la entidad.
“La vía estaba bastante deteriorada, le hicimos el mejoramiento, la excavación y finalmente adecuamos los materiales que lleva la placa huella. Esto fue muy importante y por eso quiero seguir escalando en mi formación, ojalá que sea con el SENA”, dijo Turizo.
Johan Alonso, el instructor que lideró el proyecto, aseguró que esto fue posible gracias al apoyo del Fondo Nacional de Formación Profesional de la Industria de la Construcción (FIC), del SENA, que aportó los materiales, además de la colaboración de la comunidad.
Carlos Arturo Contreras Monroy, director encargado de la Regional Norte de Santander, resaltó esta importante obra y aseguró que esto se complementa con la construcción de otras placas huellas en Tibú y La Gabarra, en el corazón del Catatumbo.
También en Risaralda, Caldas
Pero esto no solo ocurrió en Norte de Santander, sino también en la vereda La Esmeralda, jurisdicción del municipio de Risaralda, Caldas, donde se inauguraron 190 metros de placa huella en puntos críticos de la vía de acceso a la localidad.
Las obras fueron adelantadas por 15 habitantes de la vereda, entre ellos líderes y lideresas de la zona, quienes desarrollaron una formación complementaria en placa huella, orientada por el Centro para la Formación Cafetera del SENA, regional Caldas, a través de la iniciativa placas huella de la estrategia CampeSENA.
“Este es el fruto del trabajo conjunto entre comunidad, SENA y administración municipal. Definitivamente acá se está impactando a familias enteras que día a día convierten el campo en la despensa agrícola de las ciudades”, expresó Óscar Andrés Maldonado Mora, director del SENA Caldas.
Los 15 aprendices que adelantaron la formación en placa huella recibirán un subsidio económico de alrededor de 800 mil pesos por parte del Fondo de la Industria de la Construcción.
Alejandro Betancur, alcalde de Risaralda, destacó el éxito de la iniciativa de placas huellas e invitó a la directiva a continuar con este proyecto de impacto.
“En La Esmeralda se llevó a cabo un excelente proyecto formativo de placa huella, acompañado de una institución tan valiosa como el SENA. Gracias por formar a nuestras comunidades, gracias por estos beneficios que les servirá muchísimo para la vida y la accesibilidad al territorio y también a que los productos salgan sin inconvenientes a la comercialización”, dijo el mandatario local.
Carlos Ospina, subdirector del Centro para la Formación Cafetera del SENA Caldas, estuvo presente en la puesta en marcha protocolaria de la placa huella y enfatizó que este trabajo deja una obra de impacto para el sector rural y deja mano de obra calificada para el municipio, lo que se traduce en desarrollo económico y social.
En esta vereda de Risaralda prima la producción de café, plátano, banano, limón, maracuyá, entre otros productos agrícolas.
Voces de la comunidad
“Agradezco a la comunidad, a la administración y al SENA que nos tuvo en cuenta para que fuera un hecho este proyecto de placa huella. Ahora contamos con aprendices capacitados que en cualquier momento están disponibles para otro proyecto”, dijo Rodolfo Zapata Restrepo, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Esmeralda.
“La participación de la mujer fue muy buena en este proyecto de placas huellas; nos acomodamos, un poco duro, pero les demostramos que también somos capaces. Estas obras facilitan sacar los productos para Manizales, Arauca y Risaralda, y también la entrada de insumos para el trabajo de campo”, acotó Luz Mery Galeano Ríos, vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Esmeralda.
Un proyecto similar se lleva a cabo en el alto oriente de Caldas. La comunidad rural de Pensilvania se forma en placa huella a través del Centro Pecuario y Agroempresarial del SENA de La Dorada.
Foto: SENA
Bogotá, 23 de noviembre de 2024
Con información Presidencia de la República