Con muchas dificultades se realizó la inscripción de candidaturas al concejo, a la alcaldía, a la gobernación y a las juntas administradoras locales en toda Colombia. Comienza ahora sí en forma la campaña en todo el territorio nacional, campaña en la que los distintos candidatos luchan por llamar la atención de los electores usando las más diversas estrategias, algunas ingeniosas, otras tradicionales y otras llenas de suspicacia y quizás marrullerías.

Por Agamenón

En Anzoátegui (Tolima), un candidato a la alcaldía se le ocurrió llevar a Jimmy Gutiérrez, “el torcido”, el considerado por muchos el cantante de los “traquetos”. La gente se movilizó masivamente a escuchar las canciones de este cantante oriundo del llano, en la hacienda otrora propiedad de Víctor Herrera. Al parecer fue todo un espectáculo con bebida, comida y promesas del aspirante a la alcaldía.

La publicidad

La publicidad usada por los candidatos varia sustancialmente de acuerdo al pode económico del candidato y los objetivos concretos que tenga en mente. El que tiene dinero echa la casa por la ventana, su objetivo no es convencer al elector, sino comprarlo para que sumiso vaya a las urnas el 29 de octubre a respaldarlo sin tener plena conciencia y menos conocimiento de la propuesta de gobierno. Es más: No tenga que reclamar por cuanto supuestamente le ha comprado el sufragio.

En esas condiciones, se utiliza los mismos métodos tradicionales del capitalismo: Licor, comilonas, circo, miedo, mentiras, promesas y hablar mal de los demás, sobre todo, del contrincante. Allí, no hay espacio para el debate programático e ideológico en el marco civilizado que garantiza el argumento. Nada de eso. La idea no es convencer sino imponer, crear odios, fanatismos y muchas veces construir enemistades entre la misma comunidad con la que todos los días convive.

Pero, también están las candidaturas de izquierdas y progresistas, las que hoy se arropan fundamentalmente en el Pacto Histórico. Allí, no hay esta parafernalia, porque las elecciones son consideradas oportunidad para exponer el programa del Pacto Histórico. No hay licor, no hay comilona, hay debate, diálogo, discusión y conclusiones programáticas. La masa opina, tiene voz y voto, pero también compromiso y alto grado de responsabilidad. En este espacio el elector es sujeto y en el otro, objeto.

¿Quién puede votar libremente borracho o aturdido por las mismas promesas de siempre? Colombia ha comenzado a cambiar con el arribo a la presidencia del Pacto Histórico, se está viviendo una especie de proceso de transición tan interesante que muchas veces no resulta fácil asimilar. Pero, de todas maneras, los procesos, con avances y retrocesos, sigue su dinámica.

Estas elecciones de mitaca, son importantes para medir el grado de comprensión del programa que viene desarrollando el presidente de la República; un programa ambicioso, totalmente invisibilizado por los medios corporativos de la gran oligarquía, pero que contra viento y marea se abre espacio, porque ya el pueblo no se deja asustar fácilmente con el “coco”, ni las mismas mentiras de siempre, hay una nueva realidad histórica que se abre espacio bajo el cielo colombiano.

Así, pues, la idea es votar por los candidatos que realmente representen los intereses populares, sean transparentes, honestos y consecuentes con la clase social a la cual pertenecemos como pueblo. El cambio está en marcha y usted debe hacer parte activa de él.

Pin It on Pinterest