Celia Sánchez Manduley, combatiente revolucionaria integró el Movimiento 26 de Julio durante la Guerra de Liberación Nacional de Cuba, siendo ejemplo de valentía fortaleza de carácter, tenacidad, sensibilidad patriótica y política. Formó parte del Partido Comunista de Cuba desde su creación hasta su paso a la inmortalidad, el 11 de enero de 1980. Por su labor es conocida como la “Flor autóctona de la Revolución”.

Por: Oscar Hernando Avellaneda

Recibió una educación exenta de dogmatismos religiosos y de cualquier otra índole de convencionalismos y prejuicios en lo que tuvo mucho que ver su padre, hombre de ideas liberales avanzadas.

Después del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 se involucró con varias organizaciones de perfil insurreccional. Manuel Echevarría, fundador del Movimiento 26 de Julio, le puso en contacto con Frank País y Celia se integró al movimiento dirigido por Fidel, donde nunca ocupó cargos directivos, aunque asumió tareas relevantes.

Fue figura fundamental en los preparativos de la expedición del Granma y el inicio de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra. Por orientaciones del Movimiento organizó una red de colaboradores campesinos en las cercanías de donde debía desembarcar la expedición dirigida por Fidel Castro que resultó fundamental para la continuidad de la lucha.

El 28 de mayo de 1957, como integrante del pelotón de la comandancia, combatió en El Uvero. Fue la primera mujer que ocupó la posición de soldado combatiente en las filas del Ejército Rebelde. Pocos días después de esa acción, Fidel la envió de nuevo al llano con importantes encomiendas. Esta resultó la etapa de mayor peligro, pues a la persecución contra ella se sumó la traición de un expedicionario del Granma, quien delató a muchos de los colaboradores del Movimiento.

Tuvo un papel destacado en la creación, el 4 de septiembre de 1958, tras una reunión entre Fidel y su Estado Mayor, del batallón femenino Mariana Grajales, que operaba en la zona de La Plata, en la Sierra Maestra. Este hecho demostró que las mujeres cubanas también podían ocupar posiciones de combatientes guerrilleras contra las fuerzas militares de la tiranía batistiana.

Luego del triunfo de la Revolución asumió importantes tareas y responsabilidades. Fue secretaria del Consejo de Estado, diputada al Parlamento, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y de la Dirección Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas.

Durante la Guerra de Liberación Nacional se dedicó a recopilar toda la documentación de la lucha en la Sierra Maestra, posibilitando la creación de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado en 1964.

Heroína de la Sierra y el Llano, es considerada símbolo de cubanía y humanismo.

¡Honor y gloria a Celia Sánchez, flor autóctona de la Revolución Cubana!

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