Jaime Hernando Pardo Leal fue asesinado hace 35 años, el 11 de octubre de 1987.

Nació en Ubaque, Cundinamarca, el 28 de marzo de 1941. Sus padres eran campesinos de levantarse de madrugada y trabajar muy duro para conseguir el sustento de su familia. Por esfuerzo propio y familiar ingresó a estudiar Derecho en la Universidad Nacional de Colombia en 1959, y allí se vinculó a la Juventud Comunista Colombiana (JUCO).

Por: Oscar H. Avellaneda

Con su tesis: “La Clase Obrera ante el Derecho Social” se graduó como abogado.Ocupó los cargos de juez municipal, juez del circuito, juez superior y finalmente, Magistrado del Tribunal de Bogotá, desde donde lideró la creación de Asonal Judicial (Asociación Nacional de funcionarios y empleados de la Rama Judicial).

Como líder sindical del sector judicial lideró 15 huelgas para reclamar mejores condiciones laborales.

En 1962 participó en la defensa de la Revolución Cubana explicando en diversos escenarios que este era un triunfo de la lucha contra el imperialismo y propendía por la justicia social, educación para el pueblo y verdadera democracia.

En 1984, las Farc y otros grupos guerrilleros firmaron un pacto de 10 puntos que se denominó “Acuerdo de Cese al fuego y Tregua” a partir del cual nació la Unión Patriótica (UP) en 1985.

El 29 de agosto de 1986 fue llamado a asesorar la UP y de igual manera colaboró en la organización y constitución de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT).

En febrero de 1986 y siendo miembro y dirigente del Partido Comunista Colombiano aceptó la candidatura de la Unión Patriótica logrando el tercer puesto en las elecciones presidenciales de ese año. La UP obtuvo la votación más alta hasta ese momento para un partido de izquierda logrando: 14 congresistas para Cámara y Senado, 18 diputados para 11 Asambleas departamentales y 335 concejales para 187 consejos municipales.

A partir de entonces la oligarquía inició una criminal estrategia de persecución y exterminio de la UP, utilizando para ello a narcotraficantes, paramilitares y miembros de las fuerzas militares involucrados con la mafia.

Jaime denunció el terrorismo del Estado colombiano como principal responsable de estos crímenes por acción y por omisión, ya que mientras ignoraba la clara evidencia del plan de exterminio, cada vez eran más notables los nexos de cooperación entre las Fuerzas Militares, los terratenientes, ganaderos y empresarios con los paramilitares.

Las fuerzas militares empezaron a promover la idea de que Jaime Pardo era el “jefe supremo de las guerrillas del país”. Ante el éxito en la difusión de esa falsa idea públicamente señaló que la UP no era el brazo político de las Farc ni un grupo subversivo, y ante los medios de comunicación y con nombres propios denunció a altos mandos militares por violaciones a los Derechos Humanos y delitos de lesa humanidad, revelando la red criminal tejida contra de la UP.

“Se han masacrado de la manera más salvaje a varios dirigentes y militantes de nuestro movimiento político, en consecuencia le hemos dicho al gobierno nacional que nos defina si tenemos derecho a vivir o no en nuestro país”, señaló.

Sus denuncias lo convirtieron en blanco del odio de la clase dominante recibiendo continuas amenazas de muerte. Por ello afirmaba:

“Si la muerte me sorprende, no le tengo miedo; Soy un hombre dialéctico. El día que me muera vendrán otros mejores a reemplazarme”.

Jaime se ganó el cariño y el respeto del Pueblo Colombiano por su sinceridad, valentía, laboriosidad, sencillez, alegría y buen humor y vive en la mente y los corazones de los sobrevivientes del genocidio de la Unión Patriótica, en sus familiares y en todos aquellos que aún no perdemos la esperanza de ver una Colombia verdaderamente democrática, humana y socialista.

Jaime Pardo Leal y Aída Avella en 1984, en acto de desagravio organizado por Fenaltrase ante decisión del Tribunal Superior de Bogotá de excluir a Jaime Pardo de sus funciones como juez. Foto Archivo.

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