Ofensiva neoliberal contra las reformas que el pueblo necesita – especialmente la de salud LA COORDINADORA NACIONAL PARA EL CAMBIO, anteriormente COMITÉ NACIONAL DE PARO, conformada por movimientos sociales, estudiantiles, sindicales, campesinos, étnicos, académicos, de género, políticos, entre otros, quienes lideramos conjuntamente con otras formas organizativas de   carácter  popular,  el  levantamiento social  y  paro  nacional, del   cual conmemoramos 2 años, el próximo 28 de abril y días subsiguientes; paro que suspendimos acudiendo a otros espacios de la democracia, razón por la cual presentamos más de 10 proyectos de ley al congreso de la república, sin encontrar eco en un parlamento profundamente enemigo de los derechos populares y cooptado por los intereses del gran capital; votamos, mayoritariamente, por el programa del actual gobierno liderado por GUSTAVO PETRO y FRANCIA MÁRQUEZ, por encontrar que los 104 puntos de nuestro pliego de peticiones, presentado al gobierno anterior, sin que hayan sido negociado, se encontraban contenidos en el programa “COLOMBIA POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA” y en particular, en lo sanitario, “SALUD PARA LA VIDA NO PARA EL NEGOCIO”.

Entendemos que, por las circunstancias coyunturales, deba haber una negociación política durante el proceso legislativo y que es posible, encontrar convergencias, en asuntos como la gobernanza del sistema, la Atención Primaria en Salud, la conformación de redes integradas e integrales de servicios de salud, la territorialización, la afectación de los determinantes sociales de la salud y el sistema de información integrado y transparente, en lo que parece, haber confluencias. Pero no en el núcleo que ordena todos estos procesos en un sentido de garantía de derechos interdependientes, especialmente el derecho fundamental a la salud vs.  profundización de  grandes  negocios  en la administración  de  los  recursos públicos,  fiscales y  parafiscales,   la intermediación financiera innecesaria y corrupta de las EPS ; la financiación, estructura, sostenibilidad y fortalecimiento de la red pública hospitalaria; la superación de la precariedad laboral, en vía de garantizar los principios de estabilidad laboral, primacía de la realidad sobre la formalidad, salario mínimo vital y móvil, acorde con la naturaleza de los cargos y demás, del artículo 53 de la Constitución Nacional.

Colombia decidió, desde la Constitución Política, asumir la seguridad social como un derecho irrenunciable. Por ello hay, una Ley Estatutaria en Salud que la define como derecho fundamental autónomo, sin que se requiere afiliación o cualquier otra formalidad. Por lo anterior, debe ser la Administradora de los Recursos del Sistema de Seguridad Social en Salud (ADRES), la que administre estos recursos, sin intermediación alguna.

Nos parece, por lo menos, de menor doble moral, la postura de quienes sin tapujos defienden el negocio y la ganancia producto de la privatización corrupta, de los recursos públicos de la salud, impulsando de frente los “conglomerados empresariales del sector salud”, (Partidos: Centro Democrático y Cambio Radical), lo que constituye la máxima expresión del neoliberalismo en salud, en contravía del derecho fundamental a la salud de la población, la sostenibilidad de la red pública hospitalaria e incluso la red privada que no se someta a ellos

y los derechos de los trabajadores. Versus, la posición de absoluta doble moral, de los llamados partidos aliados, que con fundamento en chantaje político, quieren someter al Gobierno del Cambio a la desconfiguración de la propuesta de reforma estructural del sistema de salud, esto es, Partido Liberal, Partido Conservador y Partido de la U, pretensión que mantiene la intermediación por medio de la figura de “Empresas Gestoras de Salud y Vida”, que conduce al final a la misma aspiración de los “conglomerados empresariales del sector salud”, que derrotamos en el levantamiento social y paro nacional, con el hundimiento del proyecto de Ley 010 de 2020.

Hablar de aseguramiento público y privado, como si fueran dos sistemas, es inconstitucional y genera otra inequidad estructural inaceptable. Debe ser el territorio el que ordena la respuesta integrada, individual y colectiva, para garantizar el derecho fundamental a la salud.

No se puede seguir proponiendo figuras que niegan los derechos fundamentales del millón doscientos mil trabajadores de la salud, de los cuales, no se acuerdan sino en los desastres y pandemias, pero que se niegan a establecer un régimen único y universal que garantice sus derechos, en atención a los principios del artículo 53 de la Constitución Política, incluso, negándose a darles participación en la negociación, de lo que será su futuro.

Esperamos que el presidente GUSTAVO PETRO, escuche estas preocupaciones compartidas frente a la negociación política que adelanta. Y pedimos a los partidos de la coalición, que acompañen el verdadero cambio estructural del sistema para avanzar cuanto antes hacia la garantía plena del derecho fundamental a la salud, la defensa, fortalecimiento y consolidación de la red pública hospitalaria y la verdadera dignificación de los trabajadores de la salud.

Alentamos, el respaldo a la reforma estructural con la movilización social, en tanto el proyecto recoja los anhelos de real cambio, soñados y propuestos por décadas por los sectores sociales y populares que consideramos que la salud es un derecho y no un negocio, núcleo esencial del programa de gobierno “SALUD PARA LA VIDA Y NO PARA EL NEGOCIO” y ratificamos, nuestro carácter de retaguardia social y política, dispuesta a defender el programa de gobierno por el que voto el pueblo colombiano, acudiendo, de ser necesario, al paro nacional y al levantamiento social.

COORDINADORA NACIONAL PARA EL CAMBIO

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