Liliam Verónica Quintero Parra, bibliotecaria, dirige la biblioteca “Nicanor Velásquez Ortiz”, ubicada en la comuna nueve, ciudadela Comfenalco, Ibagué (Tolima), terminó satisfactoriamente la especialización en educación para la diversidad y la niñez, logro que robustece la red municipal de bibliotecas públicas de Ibagué, por cuanto el contenido de esta especialización contribuye sustancialmente al cumplimiento de su misión. Para graduarse trabajó con niños víctimas del conflicto armado.

Por Nelson Lombana Silva

Liliam Verónica es una mujer consagrada a su trabajo, le gusta lo que hace, por eso se preocupa por estudiar y así desarrollar cada día de la mejor manera su noble e importante labor de cimentar las bases de una nueva sociedad fundamentada en valores a partir de la lectura y el relacionamiento con los libros que hay allí. “Me gusta dejar huellas bonitas en las personas que me conocen”, señala con sencillez y agrega: “En mi mente está el servicio”.

Considera que los cambios desde la cultura y el arte se dan mediante procesos, procesos en los cuales las bibliotecas juegan un papel determinante. “La biblioteca es un eje fundamental para fortalecer procesos”, dice.

No es fácil interpretar el comportamiento humano, su diversidad, hay que estudiarlo bastante, esa es la razón que la llevó a esforzarse a estudiar esta especialización. “Todos somos diversos, nos entendemos en la diversidad”, indica.

Al destacar su profesionalismo, el deseo de aportar más a la comunidad desde la biblioteca y sus actividades cotidianas, conversamos brevemente con Liliam Verónica Quintero Parra. La entrevista es la siguiente:

– ¿Cuál es el alcance de la especialización en educación para la diversidad y la niñez que ha terminado usted con éxito?

La especialización en educación para la diversidad y la niñez, consiste en trabajar con todos los entornos, con todas las comunidades: Se trabaja con etnias, se trabaja con diversidad, con discapacidad. Mi proyecto de grado lo trabaje con niños víctimas del conflicto armado, donde vemos como la pintura, la lectura, transforman estos ambientes que son pesados para los niños, y desde ahí comienza como a enfocarse en diferentes cosas transformadoras de la comunidad y de su medio ambiente.

– ¿Cómo va a utilizar esta especialización en su profesión de bibliotecaria?

Es un reto. Es la posibilidad para atender toda la población, porque realmente nosotros tenemos que seguirnos capacitando para poder llegar a atender el niño que tenga diferentes dificultades de aprendizaje, el niño que realmente en un aula todavía no se concentra y llega a la biblioteca con este mundo tan corto que a veces se a pequeña, pero realmente cuando llega a la biblioteca y se le muestra las grandes variedades que hay en un aprendizaje, también el poder vincularme con personas con discapacidad visual, auditiva. Esto me hace que esto sea realmente un reto para poder atender y dar la versión de una biblioteca frente a ese servicio.

Fuera de eso, también en esta especialización, hacemos como los procesos que se deben de llevar y tener en cuenta frente a aquellos padres de familia que sus niños tienen algunas dificultades de aprendizaje y no saben cómo llegar a ellos. Esta especialización me permite a mí capacitar, darle algunas estrategias al padre de familia cómo puede él avalar, cómo él puede apoyar esos procesos con los niños y, desde ahí, poder fortalecer al niño íntegramente, porque un niño no es solamente académico, es una persona, un ser humano que necesita de valores, de fundamentos. A veces nos quedamos cortos cuando solamente vemos a nuestros hijos, solamente en su proceso académico. Mi hijo necesita valores, fundamentar el ser humano como tal.

– ¿Qué la animó, precisamente, a hacer este esfuerzo, no solo de tiempo sino económico para hacer esta especialización?

Realmente, la prestación del servicio. Creería que soy muy bendecida en el sentido de que Dios me ha dado la gran posibilidad de aprender muchas cosas, solamente con mirarlas; muchas de las cosas que sé son innatas, son cosas que no he tenido la oportunidad de estudiar, ha sido como muy innato en mí, creería que esto lo apoya y lo motiva a uno para dar un buen servicio. Soy muy constante en estos procesos, me gusta dejar huellas bonitas en las personas que me conocen. Creería que es muy bueno cuando uno se arruma a una persona y crece y fundamenta en ciertos casos, es maravilloso poder contar con estas experiencias vividas.

– La red municipal de bibliotecas públicas de la ciudad de Ibagué (Tolima), reconoce que usted tiene manos mágicas en el terreno artístico. ¿Cómo adquirió esta destreza?

Dios también me ha dado esta posibilidad de guerrear la vida, de luchar sola en compañía de Dios y mi familia. Es muy bonito poder servir. En mi mente está el servicio. Y cuando uno no sepa lo que va a enseñar, uno lo aprende con tal de enseñar y dar el ciento por ciento en todo.

– Su biblioteca es muy dinámica. La feria de emprendimiento, se ha hecho tradicional y ha merecido los mejores comentarios. ¿Cómo sintetizaría esta experiencia?

Llevamos la segunda feria de emprendimiento donde se capacitan las señoras con lo que yo les he enseñado humildemente. Me encanta cuando ellas llegan y comentan que ya están vendiendo lo que nosotros les enseñamos, ya monté mi micro empresa, estoy haciendo muchas cosas. Es desde allí que decimos que una comunidad florece en el sentido de que yo como persona crea en ella y crea para crecer, para fortalecer esos procesos, muchas señoras con sus problemas económicos, vivenciales, familiares. La biblioteca es un eje fundamental para poder fortalecer estos procesos, así sean de avanzada edad, nunca es tarde para aprender. Realmente, todo esto fortalece el proceso del amor mutuo, el proceso de poder llevar a cabo algo que no sabía y que ahorita realmente me siento útil al saber un arte o al poder apoyar a mi familia económicamente con lo que aprendo y hago como bibliotecaria.

– ¿Cómo se siente usted como bibliotecaria siendo protagonista de la construcción de la nueva sociedad, una sociedad culta, educada y dueña de su propio destino?

Lo que siento es algo inexplicable, es algo maravilloso. Todos los días se lo agradezco a Dios, porque el poder servir, es el arte más grande que el ser humano puede tener. El poder ayudar a fortalecer todos estos procesos. Soy partidaria de que si alguien me necesita, por qué no lo puedo hacer y por qué no le voy a ayudar si esa persona realmente lo necesita. No sirvo para que me vean, sirvo para dejar huella en esa persona que me necesita. Hoy hago parte de la red municipal de bibliotecas públicas de la ciudad de Ibagué, más adelante Él me colocará donde Él me necesite. Pero, realmente es el proceso de poder acompañar, de poder fortalecer esos procesos y dar siempre lo mejor.

– Felicitaciones por su triunfo que enaltece la red municipal de bibliotecas públicas de Ibagué, la cultura y la esperanza de paz, construcción de la nueva sociedad…

Nelson, gracias a usted, por esta entrevista. Todos somos diversos, no somos iguales, realmente en el aula, en todas partes, encontramos la diversidad y debemos ser tolerantes ante ésta, que no porque la otra persona no piense igual que yo, o diferente de mí, ya es mi enemigo; estamos en un mundo donde debemos apoyarnos, fortalecernos y ayudarnos. Ese es el mensaje. Lo más importante de esto es que yo puedo hacer que otra persona sea diferente frente a mi servicio, frente al trato, al cómo le hablo, como le digo las cosas, porque el sentido es estar vinculado en este mundo, pero ser diferente en relación con el trato de las demás personas, convirtiéndose este comportamiento en fortaleza para crecer todos y todas en comunión. Es decir, aceptarnos como somos y no como quisiéramos ser.

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