Fraternal y revolucionario saludo; sin duda, el momento político lo podemos caracterizar por los aspectos progresistas del gobierno en curso, que sin pretensiones revolucionarias, logra abrir una posibilidad concreta y material de desarrollar políticas que permiten transitar hacia la consolidación de la Paz con Justicia Social, en la medida que asumimos que dicho anhelo requiere transformaciones estructurales tanto en el ámbito de la administración y política pública, como en la reconfiguración de los procesos culturales y del tejido político, lo que exige una mirada de largo plazo hacia la recuperación y logro de condiciones de vida digna para el pueblo Colombiano, de allí que encontramos que la coyuntura política posibilita redimensionar y profundizar las contradicciones de clase, una situación que se ha hecho evidente en este primer año de gobierno alternativo, toda vez que el poder económico y político, ha desplegado toda su maquinaria mediática para conservar sus privilegios y disputar el sentido de las medidas gubernamentales.

Es indispensable entonces que los sectores en los que tenemos influencia puedan comprender que, pese a la importancia de alcanzar un Gobierno alternativo para el Cambio, aún la estructura de poder institucional y cultural está bajo el dominio predominante de las clases capitalistas, de grandes empresarios, sector financiero y terratenientes del país, que aspiran recuperar el poder plenamente y por tanto se encuentran en campaña permanente para confundir y generar desencanto con el proyecto alternativo y el alcance de las reformas que les disminuye significativamente sus privilegios.

El PCC ha renovado su compromiso con la defensa del Proyecto Político que encarna el Pacto Histórico, asumiendo la responsabilidad de ser parte del gobierno actual. Luego de nuestro XXIII Congreso Nacional del PCC, el Departamento Nacional de Masas-DNM ha asumido el férreo compromiso de proyectar la línea política desde acciones orgánicas, organizadas y bajo propósitos específicos trazados desde el plan de trabajo aprobado por el II Pleno del PCC en los sectores de nuestra incidencia y abrir caminos que permitan tejer nuevos espacios para el desarrollo de nuestra línea política, esto demanda de la más amplia capacidad organizativa, ideológica y por ende política. Tener la lectura clara de las vías por las cuales se está desarrollando y profundizando la lucha de clases y caracterizar los escenarios a través de los cuales podamos contribuir en la comprensión del alcance de las reformas y proyectar las posibilidades que en clave revolucionaria el partido puede aportar.

Dado lo anterior y como prioridad partidaria, dicho pleno ha orientado renovar, reforzar y proyectar a largo plazo nuevas, innovadoras y organizadas formas de movilización social desde todos los sectores, que permitan principalmente:

1. Promover acciones organizativas que permitan fortalecer el trabajo unitario, de convergencia, campaña y logro de incidencia de cara a las elecciones territoriales

2. Demandar la materialización de las reformas estructurales del cambio

3. Exigir el avance de los diálogos de Paz como escenario natural para la solución política dialogada al conflicto, para la consolidación de la Paz con Justicia Social

4. Defensa del gobierno de cambio como proyecto político de unidad, democrático, alternativo, de largo aliento, que permita mitigar el curso de cualquier tipo de golpe y el avance de una política neoliberal y guerrerista de derecha
En tal sentido, desde el DNM planteamos la necesidad de desarrollar, desde los diferentes sectores, acciones organizadas de movilización en el marco de los siguientes ejes:

MOVILIZACIÓN COMUNICATIVA: Es indispensable que organicemos y despleguemos una campaña permanente de comunicación alternativa que movilice los sentidos de democratización y emancipación a los que aspiramos desde el ejercicio de la acción política colectiva.

Podemos comenzar con una campaña nacional con determinantes regionales para interpelar el proceso electoral regional, comprendiendo que los gobiernos locales, regionales y departamentales son un asunto central en la gobernabilidad del gobierno nacional.

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