La agresión de Israel contra el pueblo palestino, no es una guerra entre dos ejércitos donde el bueno es el israelita y el malo el palestino, como deja entrever la prensa corporativa de las multinacionales y trasnacionales. Es un genocidio contra un pueblo que sueña con tener patria y soberanía nacional.

Por Nelson Lombana Silva

En embajador palestino concedió declaraciones al semanario VOZ La verdad del pueblo, edición número 3195, semana del 18 al 24 de octubre de 2023, afirmando categóricamente que “el mundo tiene que mirar hacia la causa palestina”.

“Los bombardeos están cayendo sobre los civiles palestinos, es algo que uno no puede describir, que rompen el corazón de cualquiera al ver cómo es tratado el pueblo”, dice el diplomático Rauf Malki.

El mismo sionismo de Israel ha indicado cínicamente que ha lanzado más de cuatro mil toneladas de explosivos en contra de la población palestina sin distinción de ninguna naturaleza, obligando a la población de Gaza a abandonar sus viviendas, sus barrios, sus tierras y trasladarse hacia el sur. “Está pidiendo que haya otras catástrofes como la de 1948 para que puedan acabar con la lucha del pueblo palestino”, subraya.

Lo que está haciendo Israel al cortar el suministro de agua, electricidad, medicamentos, combustibles y alimentos, usando fósforo blanco, prohibido por las naciones unidas en contra la población, se tipifica como crímenes de guerra y de lesa humanidad.

“Estamos frente a una catástrofe humanitaria de dimensiones increíbles y desafortunadamente el mundo occidental está viendo con un silencio cómplice esta tragedia en contra del pueblo palestino”, señaló el diplomático desde su despacho en Bogotá.

El mundo está en el deber de reaccionar y condenar el genocidio que adelanta Israel contra Palestina con el respaldo de potencias imperialistas como Estados Unidos, Francia y Alemania, entre otras.

Los pueblos se vienen movilizando rechazando esta postura criminal del sionismo y abogando por la convivencia pacífica y la libre autodeterminación de los pueblos. Hay que hacer causa común para obligar a Israel a reconocer las resoluciones de la ONU. ¡Palestina vencerá!

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