Colombia está viviendo un momento decisivo para construir y profundizar la democracia real, pero también es el momento político en el que en más riesgo han estado los avances democráticos de las últimas décadas ante los intentos de desestabilización y golpe que, por diversas vías, sectores extremistas de la política tradicional tratan de imponer
Organizaciones convocantes y participantes
Por: Asamblea por la paz
Vivimos una etapa de la disputa con las fuerzas reaccionarias del país que confluyen en la defensa de sus privilegios producto del despojo y la violencia al que han sometido a la inmensa mayoría de las y los colombianos durante décadas
Hoy, con el primer Gobierno popular y progresista en la historia de Colombia, teniendo como horizonte de transformación nacional un Plan de Gobierno y Desarrollo que avanza en resultados y visiona al país como una potencia para la vida, enfrentamos la fuerza de los poderes hegemónicos y conservadores que, a través de ataques políticos, mediáticos, jurídicos, manipulación de la opinión pública y desestabilización, buscan impedir las reformas y conquistas sociales que reclaman las mayorías nacionales.
Es en esta coyuntura que hacemos la presente convocatoria amplia, unitaria y con ánimo de convergencia, a todo el pueblo, territorios, sectores sociales, económicos, políticos, culturales, productivos, populares y comunitarios en Colombia y el exterior, dispuestos a avanzar en la construcción y consolidación de la unidad y el poder constituyente en defensa de la democracia, las reformas sociales y la construcción de la paz.
Con esto queremos avanzar en activar los sujetos y comunidades populares, allí donde estén y con las agendas y necesidades propias, en clave de poder constituyente e impulso a un gran dialogo y Acuerdo Nacional más allá de las elites y con la presencia protagónica del pueblo.
Es hoy que todas las fuerzas populares y democráticas del país debemos reflexionar colectivamente sobre los límites y consecuencias de las estructuras actuales del poder constituido soportado en la corrupción, las violencias y la permanencia de múltiples exclusiones y desigualdades.
Debemos tener una conversación franca, constructiva y unitaria como parte de un proceso que ayude a precisar los contenidos, la táctica, las metodologías, los planes, las rutas, acciones y la estrategia necesaria para avanzar en los espacios de organización, representación, gobierno y construcción de un nuevo poder popular y democrático en la sociedad.
Crecemos y avanzamos no sin adversidades, pero con toda la potencia de la vida. El pasado primero de mayo así lo demostró. Gente trabajadora de todos los lugares del país que se movilizó no solamente en defensa de un Gobierno sino en defensa del sentido mismo de nuestras luchas: una democracia en colores, defensora de la vida, el derecho a la paz, garante de la libertad y la justicia social.
Hoy nos auto convocamos en ejercicio de nuestra autonomía y les invitamos a reunirnos el próximo 14 y 15 de septiembre en Bogotá, a imaginar y construir la nueva etapa de Colombia y nuestro lugar histórico en esta tarea, la más importante en los nuevos tiempos para la democracia en la Nación.
Con información del Semanario Voz