A la orilla del majestuoso río de la Magdalena habita con donaire un veterano comunista, en la población de Flandes (Tolima). Lo visitamos con el camarada Héctor Cruz Doncel. Sin camisa y en pantaloneta nos recibió como si fuéramos viejos conocidos. Inmediatamente pensé para mis adentros: “¡Este es un auténtico comunista!”.

Por Agamenón

Ya el camarada Héctor me había hablado del compañero y de qué manera. No podía perder la oportunidad de dialogar e intercambiar opiniones. Soy de los que todavía piensa que no hay cosa más hermosa que encontrarse con un comunista clásico. Se nota a leguas. Es sencillo y elocuente.

Se trata del camarada José Reyes Gutiérrez Suárez, natural de Tocaima (Cundinamarca), nacido el 30 de julio de 1.933. No tiene recuerdo de su patria chica de niño, pues sus padres lo llevaron a una pequeña finca en el municipio de Cajamarca (Tolima), cuando tenía entre 8 y 9 años.

Su padrastro, Macedonio Rodríguez, era presidente del comité gaitanista en este municipio. El niño José Reyes era el razonero, iba de vereda en vereda llevando y trayendo información política.

Al magnicidio del caudillo liberal, la violencia se exacerbó en este municipio entre liberales pobres contra conservadores pobres, teniendo que salir desplazado en 1.949, disfrazado don Marceliano de mujer. Los conservadores le dieron una tregua de tres meses para que vendiera la pequeña chacra. Incluso, al parecer le enviaron el comprador.

Este núcleo familiar se radicó en Girardot (Cundinamarca) y el negocito de subsistencia fue una venta de zapatos en el camellón del comercio. La plaza de mercado estaba en construcción. Ya crecido, se fue como jornalero al campo, básicamente a echar azadón y coger maíz, en jornadas extenuantes a la intemperie y con un salario irrisorio.

No era mayor de edad cuando entró a trabajar a una empresa llamada: “Cristian y Nielsen”, en la pavimentación de la carretera central Girardot – Bogotá. Tuvo un accidente de tránsito, arriba de Melgar (Tolima), en la vereda Malachí. En el accidente de tránsito se partió una pierna quedando renco de por vida, porque le quedó remontado un hueso.

Contacto con los comunistas

Cumplida la mayoría de edad, se casó. Durante algún tiempo estuvo atendiendo el negocio de la zapatería. Un buen día entabló animada conversación con el camarada Gerardo Lugo, quien era miembro de la dirección regional Girardot y la región del Tequendama del Partido Comunista.

Le llamó la atención los planteamientos del camarada. A su vez, el camarada le llamó poderosamente la atención del joven vendedor de zapatos y un buen día le propuso que vendiera la prensa revolucionaria. José Reyes, aceptó la iniciativa y asumió la tarea con suma responsabilidad. Según señala, llegó a distribuir 540 ejemplares de Voz de la Democracia. La distribuía en varios sitios, como Villarrica, Tres Esquinas, la vereda Salinas en Cuello y personalmente, en el perímetro urbano de Girardot.

Observando la entereza, la mística, la honradez y el compromiso en la venta de la prensa revolucionaria, el regional lo invitó a militar en el Partido y él gustoso aceptó. Rápidamente demostró disciplina y compromiso revolucionario, siendo candidatizado para hacer la escuela internacional de cuadros, yendo a la Unión Soviética tres meses.

Regresó con más energía revolucionaria. Se destacó en la lucha sindical. Fue miembro de Festrac y participó decididamente en la recuperación de tierras en la vereda Barsalosa, yendo para Tocaima, logrando 365 soluciones de vivienda. Para ello, participó en la fundación del sindicato llamado: Asociación de Trabajadores de Cundinamarca, sede Girardot.

Miembro de la dirección regional del Partido, visitaba activamente regiones como Villarrica, Tres Esquinas, la Aurora, Espinal, Cuello, etc.

Cuando fue candidato presidencial Hernando Echeverri Mejía, el camarada José Reyes Gutiérrez Suárez, fue candidato al concejo municipal de Girardot por la Unión Nacional de Oposición. No ganó en esa oportunidad, pero sí logró abrir un espacio político importante. Insistió, saliendo a la duma municipal por primera vez en 1.965, ocupando la curul ininterrumpidamente hasta 1.994.

Tuvo la oportunidad de relacionarse con camaradas importantes, de mucho trabajo y peso incluso, a nivel nacional. Tal el camarada que lo reclutó, Gerardo Lugo, Manuel Vicente Mogollón, miembro del comité central, quien valerosamente trochó monte con el camarada Manuel Marulanda Vélez; Justo Pastor Gómez, compañero de célula y miembro de la dirección regional del Partido, también se relacionó con los camaradas Luis Enrique Gómez de Espinal y desde luego, el camarada Héctor Cruz Doncel, con quien entabló una larga y férrea amistad que perdura inmodificable.

Petro es cambio social y económico

A pesar de los achaques de salud, el camarada José Reyes se mantiene atento del acontecer nacional e internacional. Participó activamente de la campaña que llevó a la presidencia al Pacto Histórico en cabeza de Gustavo Petro y Francia Márquez. “Como pude invité a votar por Petro”, señala.

Considera que la elección presidencial es un hecho importante. Señala: “Es un acto muy importante ese cambio deseado, soñado, desde hace tanto tiempo. Cambio social, cambio de estructura, cambio económico que plantea. Es importante”.

Dice que la nueva generación debe ponerse al frente con talento y compromiso a ayudar a desarrollar el Pacto Histórico y el programa de cambio que encarna Gustavo Petro. “Nosotros estaremos para dar consejos para la lucha, pero es la nueva generación la que tiene que ponerse al frente”, indica.

Destaca el trabajo dinámico de la entonces Juventud Comunista en este puerto fluvial, como también la incidencia del Partido de Girardot en la arena nacional. “Girardot tiene historia nacional con los dirigentes nuestros”, dice y agrega: “La Juco era una organización bien organizada, se veía a los jóvenes en los desfiles, eran los que los encabezaban”.

El camarada José Reyes es un ejemplo inmaculado de formidable vocación de lucha, un estandarte que nos permite mirar el presente con donaire y proyectar el futuro con esperanza. Son robles que mueren en pie, predicando sin vacilación las tesis inmaculadas del comunismo científico.

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