Cada 9 de mayo se celebra el Día de la victoria contra el nazi-fascismo en la segunda guerra mundial. El Acta de Rendición Incondicional de la Alemania nazi fue firmada el 8 de mayo de 1945, (cuando en Moscú ya era 9 de mayo), reconociendo la victoria del Ejército Rojo de Obreros y Campesinos de la Unión Soviética.

Por: Oscar Hernando Avellaneda

No podemos olvidar la historia y lo que significó el papel insustituible de la Unión Soviética, el Ejército Rojo y el Partido Comunista de la Unión Soviética en la victoria sobre el nazi-fascismo. Ni podemos permitir que se tergiverse la verdad de la lucha, los crímenes y el genocidio nazi. Hay que conocer la historia para enfrentar el presente y forjar un futuro mejor donde no se cometan nuevamente los crímenes del pasado.

Cada 9 de mayo, las y los comunistas de todo el mundo celebramos el Día de la Victoria. Un día cargado de gran significado, no sólo para la clase trabajadora, sino para el conjunto de la Humanidad.

En la guerra más sangrienta en la historia de la humanidad, la antigua Unión Soviética pagó un alto precio por la victoria, con más de 27 millones de vidas ofrendadas en los campos de batalla, la aniquilación de ciudades, aldeas y poblados, y daños incalculables a la industria y la agricultura. Pese a tanta devastación, el Ejército Rojo pudo derrotar la maquinaria militar alemana, y con ello liberar a Europa.

La llegada al poder del nazi-fascismo en Alemania e Italia no fue casual. Al igual que la presencia de sus seguidores cada vez más cotidiana hoy en día en muchos lugares, responde a los intereses de clase de la burguesía. En momentos como el actual, con otro ciclo de la crisis estructural del capitalismo, cualquier resistencia que pueda poner en peligro los intereses y beneficios de los grandes monopolios será duramente reprimida, ya sea por la vía de la “justicia” burguesa o por la vía militar.

El fascismo tiene diversas caras y se disfraza de muchas maneras, pero ha jugado y jugará siempre el mismo papel de contención de la lucha revolucionaria, y esa es una máxima que no debemos olvidar a la hora de enfrentar las luchas que desarrollamos para transformar la sociedad y construir el Socialismo, como paso necesario hacia una sociedad sin explotados ni explotadores.

Esto explica por qué las autoridades de la “democrática” Alemania, que apoyan el Genocidio Sionista sobre el Pueblo Palestino, acaban de prohibir en Berlín llevar banderas de Rusia, los símbolos “Z” y “V”, y llevar la cinta de San Jorge, que consta de tres franjas negras y dos de color naranja, símbolo del triunfo sobre el fascismo. La conmemoración nos obliga a sacar conclusiones y avanzar en la lucha contra el sionismo y el imperialismo.

Honramos la memoria de aquellas mujeres y hombres que entregaron sus vidas luchando por la liberación del yugo nazi.

¡Gloria eterna a los héroes del Pueblo Soviético y el Ejército Rojo que dieron su sangre para derrotar el Nazi-fascismo!

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